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~ NARRADOR ~


Jude había escuchado lo que la mujer le había comentado, él no sabía realmente que decirle, hace mucho tiempo que ninguna mujer le decía cosas así, pero se sentía bastante atraído por ella, desde la primera vez que la había visto pensó en su belleza y lo mucho que deseaba besarla, al principio era algo que deseaba, pero ahora... Tenía la oportunidad de tenerla.


—Estás demasiado borracha, Lilah —Él trató de mantener la calma, no podía hacerle eso cuando seguramente. Llevó la mirada hacia al frente, tenía que dejar de ver a la joven mujer, por más que se viera apetitosa a su lado, con la respiración completamente agitada.


—Claro que no, recordaré esto por la mañana, lo prometo —Ella se acercó ligeramente a él, aunque aún no estaban del todo cerca de la casa, solo era de irse a un lado mejor para estar seguros—. Tengo el lugar perfecto para ir —sonrió buscando algo su celular, era cierto que se sentía bastante mareada por el alcohol, no estaba del todo ida. Solo que el licor le había dado todo el valor que podía para hablar con él de esa forma—. En la siguiente salida...


Comenzó a guiar al hombre, aunque él se había negado a tocar, ella se sentía bastante segura de que esa noche no pasaría. Poco a poco la mujer le fue llevando hasta un lago que estaba cerca de la zona, aunque no era un lugar que pudieran estar porque había muchos animales, nadie dijo que tendrían que bañarse en él. Solo disfrutarían de la compañía del otro.


—Esto es muy bonito, recuerdo que venía a este lugar cuando era joven —dijo Jude con una sonrisa, no se había atrevido a volver a mirar a la mujer, puesto que sabía que terminaría siendo débil con él—. Pero debería llevarte a tu casa —intentó volver a encender su auto, pero esta vez Dalilah había sido más rápida.


—Jude, ¿acaso no te gusto? —Preguntó con un pequeño puchero—. Digo... Has estado coqueteando conmigo cada vez que tienes oportunidad, no puedo creer que realmente no sientas nada por mí —Se cruzó de brazos mientras miraba hacia otro lado.


—No, no —él negó con la cabeza, no sabía realmente qué decirle—. Si me gustan, pero no quiero aprovecharme de ti, no estás consciente ahora como para disfrutar de lo que te haría... —Se mordió su labio inferior, intentando contener a la bestia que tenía dentro.


—Claro que lo haré, mañana pregúntame por eso —sonrió de medio lado. Él no se esperaba el siguiente movimiento de aquella mujer, quien se subió sobre él, abriendo sus piernas y acomodándolas en el asiento como podía, él era bastante grande y no estaban del todo cómodos, pero era lo de menos—. Aprovéchate de mí... —susurró, antes de lanzarse para besar sus labios, era una locura, pero ahora nadie tenía que enterarse de lo que estaban por ahí.


Jude tampoco se resistió mucho más tiempo, pasó sus manos por las piernas de la mujer, acariciándola con calma, aunque ella había pasado sus manos por el cabello de él, tomándolo con algo de fuerza, no estaba como para hacer el amor, quería que fuera duro con ella. Eso le había dado todas las respuestas que necesitaba.


—Mierda —masculló bajando sus besos hasta su cuello, aprovechó que la mujer estaba usando una falda y la subió con rapidez, podía sentir como ella temblaba cada vez que le daba algo nuevo para su deleite. Lilah tenía apoyado sus brazos sobre los hombros del hombre, disfrutando de los besos húmedos del hombre, mientras que también sentía como sus piernas se quedaban sin ropa—. No voy a resistirme mucho más —susurró el hombre alejándose de ella, al menos para ver el reflejo de sus ojos.

Seduciendo al Criminal | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora