Serie de One shots y drabbles basados en el anime/manga Blue Lock.
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★La mayoría serán Ships homosexuales, si no te gusta no lo leas.
★Relaciones: Bachira Meguru x Itoshi Rin [RinBachi], Mikage Reo & Itoshi Rin. ★Palabras: 636 ★Advertencias: Ninguna. ★Etiquetas: Alicia en el País de las maravillas AU, Rey de corazones Rin, Gato cheshire Bachira. ★Sinópsis: 「El rey de corazones, Itoshi Rin, es un gobernante despiadado. Todos saben que si quieres ser ejecutado, basta con mostrarle una rosa roja.」
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—Tu defensa es mediocre, tu cabeza será el precio —Sentenció sin siquiera darle una segunda mirada, levantándose del trono, agitando su capa roja antes de salir de la sala, sin molestarse en escuchar las súplicas del peón.
Rin da una vuelta antes de salir al jardín, realmente no quiere ver el jardín hasta que lo arreglen, si lo viera, habría más ejecuciones de las que puede permitirse en un día.
—¿No fuiste un poco severo, Rin-chan? Igarachin era un buen trabajador —Una conocida risita inundó el pasillo, Rin no necesitó buscarlo, solo alzó su barbilla un poco antes de que una silueta se manifestara ante él.
De cabeza, sin necesidad de tener algo en lo que apoyarse, ese ruidoso gato lo miraba con esa sonrisa que no parecía capaz de desaparecer. Ciertamente, Bachira no sabía respetar el espacio personal de nadie.
—Es una ley, si veo una sola Rosa roja en mi jardín, el responsable será ejecutado —dijo, pese a no tener que dar explicaciones al respecto.
Todos en el reino sabían el motivo. Las rosas en el reino de corazones crecían naturalmente rojas desde el nacimiento del primer príncipe, cuando éste desertó y huyó sin razón aparente, todas las rosas debían ser pintadas de blanco antes de que el actual rey las viera.
Bachira en especial sabía sus motivos, aún así, miraba a Rin con esos grandes ojos antinaturales que deberían ser más escalofriantes y no tan atrayentes.
—¿No te cansas de ver solo rosas blancas? —volvió a importunar Bachira, desapareciendo de su vista para aparecer a susurrarle sobre los hombros, delizando sus manos por debajo de su capa, atrapandolo en el calor de sus palmas—. No deben ser rojas, ¿qué tal otro color? ¿No hay ninguno que te guste? A Rin-chan le queda bien el turquesa, por ejemplo. Es muy elegante.
Rin gruñó, haciendo que entre risitas el otro desapareciera por ese día.
Pocos en el reino se atrevían a siquiera aparecer frente al rey de corazones, solo aquellos que no apreciaran su vida o le faltaran unos cuantos tornillos lo hacían. Rin aún no sabía en qué categoría calificar a aquel gato risón.
Lo cierto era que desde un tiempo a la fecha, era el único que se atrevía a colarse a su castillo sin invitación, al menos, era el único que parecía estar exento de la pena capital por hacerlo. Si sus subordinados lo habían notado, sabían que no tenían permitido mencionarlo si apreciaban sus vidas.
♤♧♡
—Veo que le has dado color a tu jardín —el sombrerero bajó su taza de té, risueño y carismático como un hombre de negocios.
Rin no usaba sombreros más que en los bailes de gala, pero tenía una colección sin igual en el reino. Reo a veces se quejaba de que sus creaciones no fueran usadas, pero era lo suficientemente prudente para no agotar la paciencia del rey.
—Me he aburrido de las rosas blancas —comentó sin ganas de dar detalles, no era un conversador natural como Reo.
—Me gustaban las rosas blancas, pero es un buen cambio —respondió el sombrerero—. Aunque no negaré que me da curiosidad, ¿por qué pintarlas de amarillo ahora?
El agarre de Rin a su taza de té era agraciado, tanto que sólo alguien muy observador podría notar su titubeo ante la pregunta.
—Por nada en especial.
El sombrerero lo miró un par de segundos, como si hubiera encontrado más de lo que el rey se atrevía a revelar. Sin embargo, solo sonrió políticamente.
—Ya veo. Sobre la nueva colección…
Rin escuchaba a medias la conversación, mientras observaba de reojo su renovado jardín.
Realmente el color había sido un buen cambio.
Las rosas amarillas le daban mucha vida a su jardín, y aunque no se lo admitiera a nadie, le daba vida a lo que muchos creían, era un frío corazón.
