ALAS DE LIBERTAD (Eremika)

CAPITULO 3 Mikasa

Mikasa se apresuró a bajar de su habitación cuando Haru aviso que los autos ya estaban llegando.

Sentía como el corazón le palpitaba en el pecho mientras bajaba las escaleras, solía viajar bastante junto a sus amigos, ya que todos eran embajadores, pero en los últimos meses había tenido que quedarse en Hizuru, debido a diversos percances, y ellos debían seguir con sus deberes tanto en Paradis como en los demás países.

Al llegar abajo, vio a Haru y a Hanae, los cuales ya se encontraban afuera, Mikasa se apresuró a unírseles, estos estaban mirando expectantes a los dos autos negros que se dirigían hacia ellos, ambos niños les habían cogido mucho cariño a sus amigos, estos siempre les traían dulces de todas partes del mundo y jugaban con ellos.

Los autos apenas alcanzaron a parar cuando se abrieron sus puertas, revelando a sus amigos.

El primero en salir fue Armin, el cual tenía una gran sonrisa en su rostro.

A pesar de solo haber pasado seis meses, se veía muy diferente, su complexión era ligeramente más robusta, sus rasgos más afilados, su cabello estaba más corto y peinado hacia atrás.

Se acercó a Mikasa apenas salió del auto, y esta corrió hasta llegar a él y le dio un abrazo que él devolvió con el mismo furor.

-Me alegro muchísimo de verte Mikasa- Dijo Armin cálidamente.

-Lo mismo digo-Concordó Mikasa, y en voz baja para que solo él escuchara dijo- te extrañe mucho.

Soltando el abrazo, se dirigió hacia sus otros amigos.

Connie y Jean estaban dándoles unos juguetes con formas extrañas a los niños, que sonreían complacidos, ella se les acercó y los abrazo a los dos al tiempo.

-Es un placer estar en su presencia Princesa Mikasa- Dijo Connie mientras hacía una reverencia demasiado exagerada.

-Un verdadero placer Su alteza- Añadió Jean, en un tono que podía ser formal sino fuera porque le temblaba la voz al intentar no reírse, e hizo una reverencia también.

Los niños se rieron, y Mikasa suspiró intentando ocultar una sonrisa, ellos hacían eso siempre que la veían.

-Tengo algo para ti Connie- Anunció ella mientras sacaba un sobre de su suéter, y se lo pasaba.

Connie lo tomó entre sus manos algo confundido, y lo empezó a abrir.

-Ábrelo más tarde- Se apresuró a decir Mikasa.

Aun confundido, Connie asintió y lo guardo en su abrigo.

Saludó también a Annie, a Pieck, y a Reiner, que estaban al lado de Armin.

En los últimos años habían formado algo muy parecido a la amistad entre ellos, se habían enfrentado debido a una guerra que había durado 2000 años, luego se unieron para luchar en una de sus más importantes batallas, y ahora estaban unidos intentando crear la paz, amistades extrañas se forman en medio de situaciones tan complejas como las que ellos vivieron.

-Pasen, sé que están exhaustos por el largo viaje, la reunión puede esperar un momento, en el comedor hay una gran cantidad de comida- Ofreció Mikasa.

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-Es realmente muy tierno, felicidades Jean- Dijo Mikasa, tomando la foto del pequeño Marco entre sus manos, sonriendo al verla.

Todos estaban terminando ya de comer, y Jean no perdió la oportunidad de presumir sobre su hijo.

-Se parece a su madre- Admitió derrotado- Y no estoy exagerando, Akane tiene una foto de bebe, en la que se ve idéntica a Marco.