ALAS DE LIBERTAD (Eremika)

CAPITULO 14-Mikasa

- ¿Crees que si me rapó de nuevo se vería mejor mi pelo? -Preguntó Connie al aire.

-No tengo la menor duda de que te verías peor de lo que te vez ahora-Contestó Jean.

Los demás se rieron y concordaron con Jean.

Eran ya pasada la media noche, todos los miembros del equipo estaban en la sala principal del barco, ya que a alguien, Mikasa estaba segura de que era a Connie, se le había ocurrido traer unas botellas de vino y de cerveza del puerto.

- ¿Sabes algo de lo que me acabó de acordar? -Connie se levantó con dificultad, sin quitarle la mirada a Jean.

- ¡A ti te gustaba Mikasa cuando éramos cadetes!

Jean empezó a reírse, mientras su cara se ponía roja, Connie no esperaba esa reacción por lo que se giró a ver a Akane.

- ¿Tu no lo sabias verdad?

Akane se empezó a reír junto a su esposo.

-Si, lo sabía.

Connie se sentó en el suelo de nuevo frustrado por no poder poner a Jean en ridículo.

Mikasa río por lo bajo, sabía que Jean había gustado de ella cuando eran cadetes, no se había dado cuenta en ese entonces, pero años después sus amigas la habían molestado con eso, ella nunca le había dado importancia.

-De todas formas, la mitad de los cadetes estaban enamorados de Mikasa--dijo Reiner- Siempre se quedaban boquiabiertos cuando hacías tus demostraciones de poder extremo.

Era el turno de Mikasa de ponerse roja como un tomate, intentó disimularlo tomando un sorbo de vino, todos rieron al verla, Historia se le acercó y le dio unas palmaditas en el brazo.

-Y te puedo asegurar que una que otra chica también.

Mikasa negó con la cabeza apenada, tratando de mantener un porte serio, lo que a sus amigos le resultaba gracioso, pero para su suerte dejaron de molestarla una vez Connie y Jean empezaron a discutir de nuevo sobre quién podía balancear más botella de vino por más tiempo en su nariz.

- ¿Estás cómoda princesa? - La voz del general Igarashi sonó de repente detrás de ella, se hubiera sobresaltado si no estuviera tan acostumbrada a que el fuera su sombra.

-Estoy bien-Respondió ella.

- ¿No crees que ya es algo tarde para estar haciendo estás fiestas?, te he visto cabecear toda la noche. -Dijo preocupado el general.

Era cierto, si no hubiera pasado la mañana peleando con esos soldados no estaría tan cansada como lo estaba, sin embargo, no se arrepentía de haberlo hecho.

-Este tipo de cosas son necesarias, desde que éramos cadetes nos hemos tenido que enfrentar a cosas demasiado complicadas y horribles, la incertidumbre de si va a salir bien o no, nos carcome, está vez no son titanes, son personas y a este punto sé cuáles son más peligrosos-Suspiró suavemente- Necesitamos liberarnos de toda esta carga así sea por una noche.

-Entiendo, pero por lo menos sal a tomar algo de aire-Sugirió el general con la misma voz que usaba para pedirle a Haru y a Hanae que se fueran dormir- Así te despiertas un poco.

Por un momento pensó en objetar, pero sabía que lo necesitaba, dio un vistazo alrededor de la sala, estaba llena de vida y color, Pieck intentaba enseñarle a Reiner como bailar, Annie y Armin estaban en una esquina hablando en voz baja, Connie y Jean seguían compitiendo con botellas en la nariz mientras historia los animaba con aplausos y vítores, y Eren los veía en silencio, a primera vista este se veía sobrio, pero al fijarse un poco más en su rostro, notó lo sonrojadas que este tenía las mejillas, ya no tenía la resistencia al alcohol que le confería el ser portador, se veía relajado, y sonreía de vez en cuando, lo que causaba que el embrollo que era su mente se soltará un poco, y pudo sentir la calidez que le causaba el verlo.