— Mmhm....
Maveens murmuró somnolienta buscando a tientas el botón de su despertador, el cual marcaba las 7:00 A.M. Después de apagarlo se levantó con dirección al baño para comenzar con su día.
Luego de una placentera ducha, La pelirroja fue a su gran armario para cambiarse. Luego de sacar un conjunto de ropa compuesto por una camisa blanca un pantalón de bota recta color beige, unos zapatos de plataforma blancos y una gabardina de color verde; Maveens se dirigió hasta lo más recóndito de su armario donde se encontraba una caja blanca la cual se camuflaba con la blanca madera de su armario, pues está contenía su más grande secreto: Su traje de spider-Woman o Spider-song pa' los de este universo.
Después de ataviarse con las ropas se hizo su desayuno, pero mientras lo comía un sonido familiar interrumpió su silenciosa rutina: era su Gizmo y era Miguel, su jefe, quien le llamaba.
—¿Tan temprano? ¿Ahora que querrá el Don gruñón?
La ojivioleta cuestionó para sí y después contestó la llamada.
—¡Buenos Días, Miguel! —Saludó dulcemente al cuadro holográfico en el que se proyectaba el rostro de Miguel—.
— Buenos días, Maveens—. Replicó Miguel, pero con su típico tono frío y serio, pero a Maveens ya se le hacia costumbre verle así.
—¿A qué se debe la llamada? — Dijo Maveens dejando su plato de comida a un lado—.
—Necesito que me cubras, Yo tengo unos asuntos pendientes, ¿Podrías?
—¡Claro, Miggy! —Maveens dijo enérgicamente—.
—Allá te caigo, dame 3 minutos —La pelirroja Avisó levantándose del su asiento y colgando la llamada y tecleando algunos códigos en su Gizmo abriendo el portal hacia la Tierra-928—.
La dinámica del moreno y la ojivioleta era... rara. Por un lado, Maveens siempre amable le trataba como si fueran amigos desde la cuna, pues está en su código socializar y hacer amigos en todo lado; Aunque, obviamente, respetando su espacio porque ya estaba enterada del triste pasado de Miguel. Pero por otro lado, Miguel le trataba... normal, dentro de lo que cabe. Aunque al menos, Maveens se había logrado "ganar" la confianza del pelicastaño, pues le confiaba este tipo de tareas.
Eran diferentes en todos los sentidos.
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—¡Buenas! —Canturró la melodiosa voz de la celebridad al pasar por la cafetería de las instalaciones de la Sociedad Arácnida, donde se concentraba la mayor parte de Spidersonas los cuales le saludaron animadamente, pues era muy querida allí—.
Entre apretón de mano, saludos y cortas conversaciones, Maveens llegó a la oficina de Miguel dónde él se encontraba en la plataforma elevada monitoreando todo en sus cuadros holográficos.
—¡Toc, toc! —Dijo Maveens juguetonamente detrás de Miguel.
El moreno se Volteó lentamente ya acostumbrado a la actitud de Maveens, pues en realidad no le molestaba tanto—.—Hola, Maveens. ——El moreno saludo cordialmente, pero fue interrumpido por un holograma con mucho glamour: Lyla.
—¡Ah, Mav!—. Exclamó alegremente posandose en el hombro de pelirroja.
—¡Lyla!—.
—Hace rato no te veí- —. Maveens estuvo apunto de comenzar una agradable conversación con la IA, pero una mirada fulminante de propia de Miguel la detuvo.
— Prosigo—.
—Como ya te comenté, Maveens, tengo unos asuntos pendientes y necesito que me cubras—.
Explicó Miguel sacando unos informes en una tableta holográfica y se los entregó a Maveens.—Ya veo, Miguel. ¿Volverás pronto?—. Preguntó Maveens suavemente y curiosa a la vez.
—Espero así sea—. Respondió Miguel a lo que la pelirroja asintió. Tras unos momentos de silencio, Maveens decidió romper el silencio.
— Cuídate, Miguel—. Dijo suavemente, pero seriamente sin descuidar el tono dulce que la caracterizaba.
—Bien.— Dijo Miguel únicamente.
—Bueno, me voy—.
Y como dicho y hecho, Miguel abrió un portal tecleando códigos en su Gizmo y entró desapareciendo de la habitación.
Tras unos momentos mirando a los informes que Miguel le había entregado, la pelirroja se puso manos a la obra a la vez que chismeaba con Lyla y escuchaba música.
Tras algunas horas, como casi todo el día, Maveens continuaba con lo suyo. Algunas Spidersonas charlaban con ella y le venían a saludar, todo normal.
Deprontro, un sonido familiar la sacó de su mundo así que la ojivioleta volteó a ver quién era.
—Ah, Miguel—. Dijo la pelirroja saltando de la plataforma, acercándose a él.
—Vez, te dije que no tardaría—. Dijo el moreno a lo que la pelirroja soltó una risita.
—Seh, y por lo que veo regresaste en una pieza—. Maveens sonrió y continúo hablando.
—Deje todo el registro de lo que hice hoy en la tableta, por si lo ocupas... Supongo que ya es momento de irme—. Dijo extendiendo su mano formandola en un puño con las esperanzas de que el "Puñito" fuera correspondido por Miguel, lo cual no pasó.
Entonces, Ambos se despidieron y Maveens se fue a su respectivo universo.
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Mientras tanto en la Tierra-1610, Habían dos personas tratando de robar unos archivos de una reconocida científica; sin embargo, digamos que les salió todo mal y ahora mismo están siendo perseguidos por cientos de científicos.
—¡No te quedes atrás, Niño!—. Exclamó el rubio, esquivando algunos proyectiles.
—¡Es que no puedo controlar las telarañas!—. Se excusó el afro un poco enrredado entre sus telarañas.
—Simplemente concéntrate, Miles—. Peter exclamó y el menor tomó un gran respiro poniendo una mirada más seria. Logró controlarlo por unos momentos, pero se distrajo gracias a uno de los científicos que le había disparado, pero por suerte le esquivó y le lanzó un Beagle en la cara.
—¿Cómo dices que se llama esa señorita que abre portales?—. Preguntó Miles luchando torpemente con unos cuantos enemigos que le habían rodeado. Peter iba a contestar, pero en vez se ocupó por sacar a Miles de ahí.
Pero sin embargo, no solo la pregunta quedó en el aire si no que llamó la atención de un científico en específico, el cual había quedado un poco en ridículo porque le habían derribado con un Beagle.
Supongo que ya sabrán de quien hablo, pero no profundizaremos en eso... Por ahora.
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𝓥𝓲𝓸𝓵𝓪𝓬𝓮𝓾𝓶~ ☆♫︎ | OC x Spiderverse
Khoa học viễn tưởngLa historia de un alma impregnado de arte, música y telarañas.