—¿Por qué no bebes tu también?
—La verdad preferiría mantenerme lo más sobria posible. No me gusta emborracharme. —Habló aquella pelirroja, mientras le servía un poco de aquel embriagante llamado Aguardiente—.
—Ay, vamos... Es tu fiesta y no lo estás disfrutando. No pensé que fueras tan amargada... —Dijo el castaño, que extrañamente también se sentía un poco más ligero y con ganas de socializar con la pelirroja—.
—¿Me está retando, Señor O'Hara?
—En todo el sentido de la palabra, Señorita Duque.
Ambos rieron. Por alguna razón, Maveens comenzaba a tenerle un poco más de confianza, además Miguel tenía toda la razón. Era su fiesta. ¿Por qué no divertirse? Ah, verdad ella es una celebridad y no puede permitirse que la vean "Mal parqueada" por así decirlo.
Pero luego se recordó que ella era bastante moderada en ese aspecto. Así que sí. Al menos le daría el gusto a su compañero de tomarse aquel trago con él.—Bieeeen...
Murmuró casi a regañadientes, mientras se servía el shot del licor.
Ambos se miraron y como si contarán mentalmente se mandaron el trago.
El sabor amargo inundó el gusto de ambos y sentían como el líquido bajaba caliente por sus gargantas.
Maveens carraspeó su garganta haciendo una mueca.—Uff... No había probado esto antes. Es típico de acá, ¿no? —Preguntó el moreno al haber pasado el ardor inicial del embriagante—.
—Sip, bebida típica de colombia.
Y así comenzó su larga charla hasta la media noche. Ambos se conocían un poquito mas, se reían y disfrutaban la noche. Y cuando Maveens le mostró de lo que era capaz siendo artista, aquel momento se sintió diferente... Mágico. Y el tenía que admitir que le encantó la manera en como ella se desenvolvía, Imagínense como quedaría si este Miguel hubiera visto el comportamiento de aquella pelirroja en una tarima. Creo que tendría que tener un autocontrol ni el malparido para no embelesarse con semejante mujeron.
Eventualmente, la medianoche llegó.
Maveens se encontraba con sus mejillas algo rojas por la bebida y un tanto torpe, porque entre los dos ya llevaban casi media botella de aguardiente.
No estaban borrachos, claro que no. Al ser ambos Spiderman era obvio que tenían cierta resistencia a el licor.
Obvio que no estaban borrachos, solo un tanto "Prendidos" como se dice acá en Colombia.—¡Oh mira Miguel! Ya es hora.
—¿Hora de qué?
—Año nuevo, tontito. Y si no me equivoco, el espectáculo comienza en tres...Dos...Uno y....
El cielo nocturno se iluminó cuando la pirotecnia comenzó a hacerse presente reemplazando a la luna.
Maveens observaba aquel espectáculo con suma atención, saltando un poco cada vez que explotaba un cohete en el aire debido a cierto trauma.—Oh, Ah. ¡Foto, foto! —Exclamó la de pecas mientras sacaba su teléfono y posaba al lado del más alto. Con una gran sonrisa en su rostro.
Miguel también sonrió con cierta calidez. Por primera vez en años una sonrisa genuina se cernía en su tostada piel.—Feliz cumpleaños, Maveens. —Le susurró debido a la cercanía. Ella le miró por unos segundos con aquella sonrisa en sus labios —.
La pelirroja se levantó con dirección a la cabaña para quitarse su capa que ya ya le estaba resultando un poco incómoda.
Pero debido a que no estaba completamente sobria, se tropezó con las piedras que decoraban el Lugar.
Al ver esto, Miguel actuó con rapidez para evitar que se golpease con el suelo, agarrandola por la cintura.
Pero de todas maneras debido a la inercia, ambos terminaron en la cama de la ojivioleta: Ella habia quedado encima de el, en el arco que se formaba en sus hombros y cuello. Maveens no era tan pequeña, le llegaba a el hombro a Miguel. Osea, medía 1,67 CM y Miguel unos 2.05 CM.
Al verse en esta situación, Maveens no pudo evitar sentir vergüenza la cual manifestó en una gran carcajada acompañada de un gran sonrojo.
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𝓥𝓲𝓸𝓵𝓪𝓬𝓮𝓾𝓶~ ☆♫︎ | OC x Spiderverse
Ciencia FicciónLa historia de un alma impregnado de arte, música y telarañas.