Castigo Ardiente

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Dedicado a:  tixiyucateka Ami_Lovser yayoi1709  muchii96 Palila-Morales Lexle94 Mi_l1111 Palila-Morales Nimona_95  


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Fue bastante abrumador para los recién casados recibir felicitaciones de tantos extraños, si por ellos fuera, hubieran preferido una ceremonia sencilla en compañía de los magos que fueron exiliados con Crowley, con la compañía de Adam y Warlock por supuesto. En su antiguo reino, la reina Gabrielle rara vez hacía este tipo de eventos en los que forzosamente tenía que participar o los nobles hablarían sobre su ausencia. Esperaba que en unos de esos bailes conociera a su futuro esposo y poder tener una vida mejor, lejos de su madrastra. Irónicamente fue en medio del bosque que conoció a su amado, muy lejos de su castillo.

Fue la hora de servir el banquete de bodas y afortunadamente, las náuseas no lo molestaron durante la deliciosa cena, habría sido una pena, una ventaja de volver a ser de la realeza es que disfrutaría de los más deliciosos manjares. Esperaba que su nuevo puesto como el esposo del consejero del rey no lo limitara para ir a las cocinas y preparar algo deliciosos para sus amigos y esposo.

En un momento dado, con una cara de orgullo y pena, Hastur hizo una reverencia para invitar a bailar a Aziraphale, cosa que provocó una divertida risa entre los magos y una mirada de ternura. 

A pesar de que Hastur le llevaba cuatro años, su actitud cascarrabias le hacía pensar que era como su tío soltero, aunque sabría que pronto ya no estaría tan soltero. Los magos llegaron a su vida como su nueva familia.

-Me alegra que pronto tendremos otra boda.- Le dijo mientras bailaban.

-Si... Dagon y Beelz deben estar ansiosos.- Respondió Hatsur, pero Aziraphale le dio una sonrisa que decía que no lo hacía tonto.

-Si... bueno... Yo no estaba hablando de Dagon y Beelz precisamente, aunque desde luego estaría más que encantado a asistir a su boda.-

-Ligur yo... lo hablamos... queríamos esperar.- Titubeó. 

-Nunca perdieron la fe en volver ¿verdad?- Le sonrió. El gruñido y la desviación de su mirada le dio la respuesta, casando que Aziraphale riera.

-Queremos casarnos en el bosque, aunque si es un inconveniente para su real majestad...- Intentó burlarse, pero fue interrumpido.

-¡Oh Hastur! Sabes que iré aunque fuera en un pantano. No me perdería por nada la boda de mi familia.- Le respondió de manera animada.- Olvidas que estuve viviendo con ustedes en el bosque, haciendo labores del hogar, no soy un delicado principito.-

Manzana del EdénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora