15- ¿Qué ha pasado?

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Pov Alba


Le había propuesto quedarse a dormir esta noche en mi apartamento a Laia, Ale me animó a hacerlo y, aunque no sabía cómo preguntárselo, me atreví y ella aceptó. Nos montamos en mi coche y puse una playlist tranquilita para el trayecto. Todo transcurrió con normalidad, bueno, casi todo; no me sacó el ojo durante el camino.


Yo

-Si me sigues mirando así me vas a desgastar. -dije con una sonrisa pícara minutos antes de llegar a nuestro destino.


Laia

-Jajajajaj, luego soy yo la que vacila. -dijo modo VACILONA.


Yo

-No te estoy vacilando ¿acaso es mentira algo de lo que he dicho? -seguí con lo que había empezado.


Laia

-No señora. -dijo vergonzosa *me encanta cuando baja la mirada y sonríe con esa cara* mientras bajábamos del coche y entrábamos al bloque.


Yo

-Siéntete cómo en tu casa. -dije cuando por fin llegábamos a mi apartamento.


Laia

-Madre mía Alb, tienes esto precioso. -dijo alucinando por el aspecto del interior. -Parece súper acogedor.


Yo

-Gracias Lai. -le dejé un tierno beso en la mejilla y me dispuse a llamar a Glovo para que nos trajese la cena mientras Laia se acomodaba en el sofá. -Listo, he pedido ya la cena.


Laia

-Genial, tengo un hambre. -dijo a la vez que me sentaba a su lado en el sofá ya con mi cuerpo acurrucado en el suyo.


Yo

-Hombre pues después de los golazos que has metido hoy, cualquiera no tendría hambre.


Laia

-Tampoco ha sido para tanto. -me dijo mientras me daba caricias el el brazo.



En ese instante me sentía la persona más protegida del mundo, estar entre sus brazos era una de las cosas que más añoraba durante los días que no nos pudimos ver. Laia tenía algo especial, ya lo había notado desde el primer momento en el que la vi, lo único que quería era pasar tiempo con ella. Quería preguntarle cosas como lo del barça que me había enterado hoy, sin embargo, estábamos tan agustito que decidí no romper esa tranquilidad que abarcaba el ambiente. Cuando llegó nuestra cena nos dispusimos a comer nuestra pizza para después irnos a dormir, pues eran las 00:48.



Laia

-Ey Alb ¿dónde tienes una manta?


Yo

-¿Para qué?


Laia

-Para dormir en el sofá.


Yo

-Pero Laia ¿de verdad crees que vas a dormir en el sofá?


Laia

-Si ¿no?


Yo

-Duermes conmigo en la cama, a no ser que no quieras claro. -dije mientras me tapaba con el edredón.


Laia

-Pues claro que quiero pero no sabía si te iba a parecer bien.


Yo

-Como no me va a parecer bien, se nota que estás cansada. -ella asintió y se metió en la cama haciendo así, que quedásemos cara a cara.


Laia

-Estás guapísima despeinada, bueno en verdad estás guapísima siempre. -dijo ella.


Yo

-Te intentas hacer la guay vacilando pero en el fondo eres un cachito de pan, y eso me encanta. -dije susurrando lo último y sonriendo mientras me acercaba para abrazarla pero un movimiento raro hizo que quedásemos a muy pocos centímetros la una de la otra.



Laia me miraba a los ojos pero no me pude aguantar y bajé la vista a sus labios, volví a sus ojos pero ahora era ella la que me miraba los labios. Iba a pasar, nos íbamos a besar, nuestros labios se iban a encontrar hasta que mi instinto me alejó. Todo tenía una explicación que Laia debía saber antes de pudiese volver a hacer ''daño'' a alguien.



Laia

-Alba... esto... yo... lo siento... no sé que me pasa... quizás se me ha ido... -dijo muy débil.


Yo

-Laia escúchame, no has sido tú ¿vale?, no ha sido tu culpa, créeme, tengo muchas ganas de hacer esto pero no puedo... al menos antes de contarte algo...


Laia

-Pues por favor, cuéntamelo todo.




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Siento muchísimo dejaros así pero hoy no he tenido muy buen día y cada vez se me va complicando más desarrollar esta historia pero los próximos capítulos espero poder daros algo mejor 💪​.

Muchas gracias por todo el apoyo, sois lo mejor ❤️​.



Tu, Yo Y El Balón - Fútbol FemeninoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora