11- Nunca te vayas.

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Pov Laia


Pasamos la tarde en aquel bar. Posiblemente la mejor tarde en mucho tiempo. Hablamos de muchísimas cosas sobre nosotras conociéndonos así mucho más, aunque una vez toqué un tema quizás algo más delicado para ella y noté cómo se le borraba la sonrisa y las ganas de hablar. Quería que ella me contara todo y sintiese que podía confiar en mí para hablar de temas así pero tampoco quería presionarla y ella cambió rápidamente de tema contándome una graciosa anécdota, la manera en la que se deshacía de los momentos incómodos era increíble y sinceramente se lo agradezco un montón.



Yo

-JAJJAJAJAJAJ madre mía pobrecilla. -nos reímos por la anécdota que ella estaba contando.


Alba

-Tenías que verle la cara a Ale en ese momento jajjajajaj. -no se podía parar de reír.


Yo

-Jajajajja, oye ¿qué te parece si vamos a dar un paseo? -le propuse para salir un poco de aquel sitio.


Alba

-Ostia si que ya son las ocho, buena idea. -me sonrió y me apresuré para llegar a la barra y así pagar yo.


Yo 

-Oiga, ¿me puede cobrar lo de la mesa del fondo?


Camarero

-Por supuesto señorita, 4.20 por favor. -pagué y salimos del establecimiento.



Alba

-La próxima pago yo.


Yo

-No hace falta tranqui.


Alba

-Va en serio. -me dijo con cara de seria.


Yo

-Pero si son dos cafés, Alb. Aún si fueran dos copas...dejaría que pagases tú. -dije bromeando, vi como se había sonrojado por el ''apodo'' y solté una risita.


Alba

-Vale te perdono, pero solo porque eres tú. -sonrió y me cogió de la mano mientras bajábamos dirección a la Barceloneta.



No me esperaba que me cogiese de la mano pero así fue y me encantó. Las calles estaban ya bastante vacías ya que era domingo y la gente al día siguiente trabajaba, yo mañana tenía entreno pero un poco más tarde de lo habitual porque iba a ser  ''especial''. Íbamos caminando en silencio pero un silencio cómodo. Yo estaba recordando las conversaciones que tuvimos esa tarde y los momentos que compartimos la rubia y yo, realmente si que había una química increíble entre las dos. Finalmente llegamos a la playa con una puesta de sol preciosa y bajamos a la arena.

Tu, Yo Y El Balón - Fútbol FemeninoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora