Capítulo 12

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Mi relación con Michael continuaba de maravilla, pero Amber me había solicitado una petición que inicialmente había rechazado, pero después de negociarlo, por no decir que fui chantajeada, lo acepté, debía tener una cita con David, era absurdo considerando que David ya era consiente de mi relación con Michael.

Pero me puse guapa esa noche y esperé con paciencia el auto de David.

El vestía elegante como siempre, en su mirada se veía que estaba igual o más incómodo que yo con la situación, mis mejillas se ruborizaban al recordar como lo había rechazado. Supongo que él tenía un fuerte apego hacia mi hermana como para consentir sus caprichos.

—Hola David, mucho tiempo.

—Un placer coincidir nuevamente contigo

Expresó con emoción mientras plantaba un beso en mi mano.

Su perfume era rico, pero no me embriagaba como lo hacía el aroma de Michael.

—Gracias David, lamento que mi hermana te haya arrastrado a esto.

Dije avergonzada mientras jugaba con mis pies pateando la grava de la acera.

—No te preocupes, el tiempo que comparto contigo siempre es maravilloso.

—David...

—Lo sé, sé que estás con Michael, pero uno nunca sabe, el futuro aún no está escrito. Y mientras no tengas una sortija en tu mano, daré lo mejor de mí hasta el final.

Su determinación me asombraba, pero había algo más en sus ojos que no podía descifrar y eso me provocó escalofríos.

Llegamos a un restaurante pequeño pero elegante, de comida hawaiana.

La comida era una combinación de dulce y salado, y muchos platos incluían piña o manzana.

David siempre tenía anécdotas divertidos así que la noche pasó rápida y sin imprevistos.

Me despedía con un abrazo amistoso y al verlo subir en el auto le sonreí.

—Gracias por la cena David, te veo luego.

—Hasta pronto Mariane.

Antes de ir a la cama mi teléfono vibró con la notificación era un mensaje de Michael

Te extrañe esta noche cariño, dulces sueños.

—Te ama Michael

Aún estando lejos, sacude por completo mi interior, me asustaba un poco la intensidad con la que amaba a Michael.

Y así termine mi día, con un mensaje dulce de Michael.

Por la mañana Amber llego a asaltar mi cocina y mi paz mental, dijo que estaba peleada con sus padres, así que su lugar de fuga era mi casa, genial ahora tenía que soportarla bajo mi techo.

Le dije un has lo que quieras, debo ir a trabajar.

Como cada mañana Michael estaba frente a mi edificio con su sonrisa encantadora y ese pulcro esmoquin que marcaba su cuerpo fuerte y sexi.

Subí al auto le iba a dar los buenos días cuando planto sus labios sobre los míos, con algo de fiereza, me asombro esa bienvenida, pero lo devolví con ímpetu. Podía sentir como el corazón se me salía por la boca.

—Vaya que me extrañaste. Dije al separarme de su boca, y algo perturbada por ese grato recibimiento.

Michael tomo mi mano y me miro con su sonrisa descarada, sus labios rojos e hinchados, este hombre era mi perdición.

El día laboral transcurrió de forma habitual, almorcé con Michael, después tuvimos varias juntas con socios directos de esta central y se hizo la planificación de los productos cosméticos que serían lanzados a juego con la colección de moda ya presentada.

Mire a Michael, tenía el ceño fruncido, siempre se tensaba con los proyectos, se involucraba en todo el proceso para asegurarse de que el producto tenía la calidad y presentación que los socios deseaban.

—Cariño, es hora de ir a casa.

Murmure acercándome mientras masajeaba su espalda.

Suspiro encantado con el movimiento de mis manos.

—Tienes razón ¿Qué hora es?

— Cerca de las diez.

—Vaya, sí que fue un día largo, te recompensare este tiempo cariño

Dijo girando su silla mientras tomaba mi cintura con sus brazos.

— ¿Cómo planeas hacerlo? Me miro con determinación, una corriente eléctrica atravesó mi sistema nervioso, mordí mi labio por inercia.

Justo en ese momento me poso sobre su regazo, plantando un beso cargado de deseo.

— Ven a casa conmigo esta noche. Murmuro con emoción.

—Es una oferta tentadora, pero no puedo, no traje un cambio de ropa.

Comente con obviedad

—No hay problema pasamos a comprarte un lindo atuendo.

Le sonreí irónica

— Cariño, toda esta cerrado a esta hora.

—Bueno, podemos desviarnos a tu casa para que tomes algo de ropa ¿Te parece bien?

— Sr. Turner ¿Usted está acostumbrado a ganar?

—Siempre gano, nada va a impedir que está noche la comparta a tu lado.

—Entonces no perdamos más tiempo.

Michael detuvo el auto en la acera de enfrente, el sitio que acostumbraba a utilizar, era ocupado por el auto de David ¿qué hacia el aquí?

La luz de mi departamento estaba encendida, supuse que había quedado con Amber o algo así.

Michael me acompaño, iba a insertar la llave, cuando escuche la voz de Amber

—David, solo tenías que hacer una cosa, enamorar a mi hermana, pero mira, ahora ella está saliendo con ese tal Michael.

—Amber, me esforcé por conquistarla, pero nadie puede obligar a amar.

Dios mío, Amber había planeado todo.

Decidí esperar un poco más, expectante de alguna otra sorpresa.

—Por favor, no digas tonterías, mi hermana era un blanco fácil ¿ahora que le diré a mi padre? David no logró enamorar a Mariane, olvídate de la idea de su boda. Él se va a decepcionar de mí, probablemente me quite los privilegios como lo hizo con Mariane.

—Escucha Amber sé que tu padre deseaba que me casara con Mariane, para heredarle la empresa y nombrarme el nuevo director, pero ella está enamorada de otro hombre, tu familia debería de aceptarlo, además, ella tiene las capacidades necesarias para liderar la empresa.

— ¿Te estas poniendo de su lado?

Escuche el tono de indignación por parte de Amber. Eso me hacía sentir furiosa ¿Cómo se atrevía a sentirse indignada por eso? Cuando era yo con la que estaban jugando. Aunque sentía enojo, mi cara estaba roja y húmeda, debido a las lágrimas que había derramado. Michael estaba a mis espaldas entendiendo solo un poco de lo que estaba sucediendo.

— No me pongo de lado de nadie, solo digo lo que me parece justo.

—Entonces, si nunca tuviste la intención de enamorar a mi hermana ¿por qué aceptaste la propuesta de mi padre?

— ¿Quieres que te diga la verdad?

No podía más, debía enfrentar a ese par y a mi padre por haberse burlado de mí.

—Michael podrías esperar abajo, tengo que arreglar esto sola.

Podía ver en su rostro que se quería quedar a mi lado, pero en verdad necesitaba afrontar la situación por mi cuenta.

No insistió, plantó un casto beso en mis labios y susurro al oído un te espero abajo. 

Un corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora