Capítulo 16

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No deje a ninguno decir nada, y nos empuje a entrar a la oficina de inmediato.

Si estaba sentenciada, prefería morir en privado.

— Mariane puedes explicar ¿qué estás haciendo aquí?

El nudo en mi garganta impedía que algo coherente saliera de mi boca. Debo pensar muy bien mis palabras, para que esto no rompiera mi relación con Michael.

— Disculpa que lo interrumpa Sr. Wilson, pero, Mariane ¿De dónde conoces al dueño de la compañía?

— Eh yo, tengo mucho que confesarte Michael, pero ahora mi...

Sabía que la palabra que soltaría dejaría abrumado a Michael, pero era lo primero que necesitaba aclarar. Junté todo mi coraje, y como la mujer fuerte y valiente que era dije. — Tengo que hablar con mi padre.

— ¿Tu padre?

Lograba ver el dolor en sus ojos, ávidamente lo cubrió con una mirada fría, sabia por rumores de oficina que Michael podía ser demasiado frívolo e indiferente cuando se lo propone, pero él nunca me había dedicado esa mirada a mí, era como si no me conociera. En parte era cierto, el no Conoce todo de mi como le había hecho creer. Lo cual estaba mal, muy mal, pero tampoco pensé que una distancia se instalaría entre nosotros, él estaba justo a mi lado, pero a su vez ya no lo estaba.

— Sr. Turner, creo que mi hija nos debe a ambos una explicación. Mariane, ven a casa esta noche y aclárame todo esto, creo que tienes un problema más importante por aquí.

— Y Michael Turner, tenemos negocios pendientes que comentar, pero ya te llamare para que viajes a la compañía central. Hasta luego.

Michael lo despidió con un asentimiento, mientras abría la puerta para mi padre.

Estaba ansiosa por la inminente plática con Michael, pero al menos mi padre se había comportado civilizadamente. Supuse que iniciaría una dramática escena y discusión, sobre porque su hija poco valorada se encontraba trabajando en una de sus importantes compañías y porque iba de la mano con el gerente. Pero me alivie al ver que me dio el derecho de la duda y aguardaría por una explicación.

Solo me quedaba Michael, un Michael demasiado enojado o quizá dolido.

— Michael yo, planeaba hablar contigo, te iba a contar todo, pero nunca parecía ser el momento, entonces tú me presentaste a tus padres y me di cuenta de que debía darme prisa, pero el destino tenía otros planes.

— ¿Destino? ¿Culpas al destino porque tu mentira se descubrió? Por favor, Mariane, acepta la culpa de todo el cuento que te has inventado.

Sus palabras reflejaban el dolor que le estaba causando. Quería tomarlo entre mis brazos y decirle lo mucho que lo amaba.

— Yo, si me llamo Mariane, pero mi nombre completo es Mariane Wilson Layne, omití el Wilson por obvias razones. Todo este engaño lo hice porque en verdad necesitaba un empleo, mi relación con mi padre nunca ha sido la mejor, él se molestó porque no acepte al hombre con el que el deseaba desposarme. Entonces me quito todo, dejo de pagar el alquiler de mi departamento y se llevó mi automóvil, eso puede sonar como una chica mimada que perdió comodidades, pero no fue así. Mi padre nunca estuvo junto a mí, toda mi vida crecí con mis abuelos, ya los conoces, mi padre solo financiaba algunos aspectos de mi vida, porque mis abuelos me apoyaron a entrar en la universidad, no él. Y un día simplemente exigió que contrajera matrimonio con alguien que no conocía y al recibir mi negativa me pateo a la calle. Entonces me planteé la meta de trabajar en una compañía importante y demostrarle mis conocimientos, no tenía que ser Wilson, pero el anuncio apareció frente a mí y necesitaba un trabajo al instante.

Un corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora