Destino Entrelazado / Seulrene

Capítulo 4

Los libros contenían información confusa, había leyendas que describían cierto tipo de personas las cuales cambiaban de cuerpo con sus oponentes en batalla para despistar a sus enemigos. En algunos libros decía que era cierto tipo de raza de de magos, supuestamente extinta, los que poseían estas cualidades y otros describían que era parte de un tipo de magia antigua y oscura, pero en ninguno de estos describía en forma clara el cambio de cuerpos o que hacer para revertirlo.

- ¡Entonces Irene, está claro! - dijo Wendy – Eres parte de una raza antigua de magos extintos o hiciste un conjunto de magia negra muy complicado

- No seas tonta – Le respondí

- Pues para mi cualquiera de las 2 opciones tiene mucho sentido- Añadió Seulgi

No podía ser cierto, ¿verdad? Apenas era una aprendiz, no podía hacer conjuros tan complicados (sin mencionar que perdí todos mis dotes al cambiar de cuerpo con Seulgi), por otro lado, la raza de magos del que hablaban los libros no eran más que leyendas antiguas, pero nada aseguraba que en verdad hubieran existido, asique como podría ser yo parte de ellos?

Tenía miedo, mucho miedo, no solo por la situación, sino porque no sabía cómo revertirlo y no quería quedarme así para siempre, quería mi vida de vuelta.

- Irene, mira esto – Me dijo Wendy. Ella sostenía un libro que nunca había visto, el encuadernado era frágil y sus páginas ya estaban amarillas por el deterioro - Aquí dice que el cambio de cuerpos puede ocurrir en dos personas donde sus almas están unidas por un tipo de lazo muy profundo.

- ¿Un lazo profundo? ¿Estás intentando decir que mi alma y la de Seulgi podrían están destinadas?

- Muy bien, ahora con mayor razón puedo creerme lo de los hechizos antiguos o la raza de magos esa – Dijo Seulgi – No puede ser que ella y yo estemos entrelazadas de alguna manera, apenas si te conozco

Tendría que comenzar a investigar sobre mi pasado, además de tener que enseñarle a Seulgi como manejar los dotes mágicos para que poder hacer un conjuro y cambiarnos de vuelta si es que este existía. Como fue que sucedió, quizá si practicaba más y controlaba mejor mi magia podría haber logrado ser más cuidadosa. Porque esto tuve que haber sido obra mía, ¿verdad?

- Okey piensen, antes de que cambiaran de cuerpo, ¿alguna de ustedes sintió algo extraño? - pregunto Wendy

- Yo sí, luego de que me salvaste del dragón. Cuando te presentaste y me diste la mano fue como si un rayo me golpeara por un momento. Fue algo que nunca había sentido antes – Conteste.

- Yo también sentí algo parecido – Dijo Seulgi. Yo la mire atónita, no podía creer que ella también lo hubiera sentido.

- Okey.... ¿Y en donde estaban? - Preguntó Wendy

- Estábamos en un pequeño lago, cercano al norte del bosque - respondió Seulgi

- Creo que tengo una idea – Dijo Wendy – Síganme 

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Acompañamos a Wendy hasta el lago donde creíamos que había comenzado todo. Tenía una idea de lo que ella quería hacer y por todos los dioses, esperaba que funcionara

- Muy bien – Dijo Wendy – Ambas vayan a donde ocurrió todo. Quiero que recreen ese momento donde se presentaron y que recuerden muy bien lo que sintieron

- Esta bien – Dijo Seulgi – Pero no creo que esto vaya a funcionar.

- ¿Qué acaso tienes una mejor idea? - Le pregunte – Porque no te he escuchado aportar alguna mejor.

Seulgi solo me miro, sin hacer otro comentario. Ambas caminamos hacia donde había ocurrido todo, Wendy se quedó más alejada, haciendo guardia para que nadie nos moleste.

Con Seulgi nos paramos a la orilla del lago y nos miramos por unos segundos, tenía en su cara una expresión que me costaba descifrar, como si estuviera luchando internamente con lo que estaba sintiendo. Personalmente yo estaba intentando recordar lo que sentí la primera vez que la vi.

- Soy Seulgi, a su servicio – Dijo ella, hizo una pequeña reverencia y estiro su mano en señal de saludo como la primera vez.

- Irene – Me tomé unos segundos para mirarla, apreciar el bello rostro que tenía... y luego le di la mano.

No entiendo muy bien lo que sucedió, la sensación del rayo nos golpeó otra vez, pero esta vez era mucho más potente, incluso podría decir que fue como si un rayo de luz nos golpeara con tanta fuerza que nos tiró a Seulgi y a mí al piso bruscamente.

- ¿Qué Sucedió?! - Dijo Wendy – Eso fue mucho más potente de lo que ustedes dos me describieron ¿Están bien? ¿Funcionó?

- Si... creo que estamos bien – Dijo Seulgi – Tampoco entiendo lo que sucedió, pero no, seguimos cambiadas.

- Aún puede ser que funcione, la última vez cambiamos de cuerpo luego de irnos a dormir, quizá debamos hacer eso – Dije.

- Esta bien, y espero que tengas razón - Dijo Seulgi.