Destino Entrelazado / Seulrene

Capítulo 6

No supe en qué momento me quedé dormida. Mi cabeza daba vueltas en los posibles escenarios que ocurrirían mañana si es que estos soldados llegaban a atacarnos. Mi mente estaba tan ensimismada en eso que apenas si me di cuenta cuando me desperté, no me di cuenta al principio, pero luego de unos minutos, lo noté. Estaba en mi cama, en la tienda que compartía con Wendy, no podía creer que realmente había funcionado. Me levanté de la cama de un salto y fui a despertar a Wendy.

- Wendy! Wendy! - Salte sobre ella para despertarla – He vuelto! ¡He vuelto!

- Ay Irene, déjame dormir, es muy temprano.

- ¿Qué acaso no me escuchaste? ¡Lo que hicimos ayer funcionó! ¡He vuelto!

En ese mismo instante Wendy pareció entender lo que estaba sucediendo porque se sentó en la cama lo más rápido que puedo y me miro sorprendida.

- No juegues conmigo, Irene ¿De verdad funcionó?

- Si Wendy, tu idea funcionó, he vuelto a mi cuerpo - Wendy se levantó de un salto y me dio un fuerte abrazo. Estábamos felices, muy felices.

Hasta que lo recordé, la conversación con Joy y los planes para atacarnos. Si yo había vuelto a mi cuerpo significaba que Seulgi había vuelto al suyo... y ella sabía cuál era nuestra posición exacta.

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Apenas si tuve tiempo de  vestirme y explicarle todo a Wendy porque sabía que cada segundo contaba. Ambas corrimos lo más rápido donde nuestras superioras para poder explicarles lo que sucedía y con la esperanza de que nos creyeran, pero no sería fácil.

- Irene, espera! - Wendy me detuvo en medio del campamento – ¿Qué vamos a decirles exactamente? Esto no es algo fácil de explicar, perfectamente podrían pensar que perdimos la cabeza

- Lo sé, Wendy, pero ¿Qué otra cosa podemos hacer? Conociste a Seulgi por ti misma y créeme, yo estuve en donde ella vive. Esas personas no lo van a pensar dos veces si nos encuentran. Tendríamos suerte si alguna de nosotras acaba con vida si nos atacan.

Seguí mi camino, pero Wendy no me siguió. Quizá podría hablar primero con mi abuela a solas y ver que sucedía. Personalmente la relación que ambas teníamos no era la mejor, pero de todas formas éramos familia, ella debería de entenderme. Me dirigí hacia su tienda, con la esperanza de que aún se encontrará ahí, y para mi buena suerte, así fue.

- ¿Abuela Bae? - Le hable desde la entrada de su tienda

- Si Irene, pasa – me contesto – Dime que necesitas

- Abuela, no sé cómo explicarte esto, pero... Todo el aquelarre está en peligro.

- ¿De qué estás hablando, Irene? ¿Cómo es que sabes eso?

- Abuela, de verdad que no puedo explicártelo, pero por esta vez, por favor cree en lo que te digo, todo el aquelarre está en peligro, hay que dar aviso y movernos rápido

- Irene, sabes que no puedo hacer eso sin la información completa ¿Qué voy a decirles? ¿Qué debemos movernos solo porque tú lo dices? Nadie va a escucharnos. - Me contesto – Irene, si de verdad algo anda mal, puedes decirme que es.

No, no podía decirle que era, no podía explicarle que cambie de cuerpo con una cazadora de brujas y que ahora ella sabía nuestra posición. Por otro lado, ella tenía razón, solo dar el aviso sería muy vago y podría crear incluso más preguntas de las que podría contestar. Debía inventar una razón rápido para esta situación o simplemente darme por vencida y esperar lo peor.

Me quedé mirándola por unos minutos, pensando que decirle, pero mi agonía interna se vio interrumpida por una de las centinelas que estaba de guardia en el campamento.

- !Superiora Bae, necesita venir rápido! ¡Acaba de ocurrir algo terrible!