Dos días después de mi encuentro con Seulgi nuestra parte del aquelarre ya estaba lista para partir. Debo aceptar que el viaje fue más corto de lo que esperaba, al parecer llevábamos bastante tiempo siendo nómades que mi sentido de la orientación se vio afectado. Comenzamos el camino por la mañana, cuando los primeros rayos del sol se dejaron ver en el cielo y logramos llegar a nuestro destino poco después del anochecer.
Esta vez nos movimos a un lugar ya conocido, era una pequeña aldea que ha estado abandonada por años. Estaba cercana al bosque y era considerada parte de los territorios donde solían encontrarse las criaturas mágicas.
Las historias cuentan que elfos, duendes e incluso dragones solían vagar por esta parte del continente, pero desde que el Rey comenzó con la prohibición de la magia, los seres que vivían aquí empezaban a verse amenazados. En el inicio, las criaturas que poseían, aunque sea una piza de magia, eran cazados por los soldados reales, lo que obligo a los sobrevivientes a esconderse, brujas incluidas. Se dice que esos seres se fueron al sur, más allá del bosque, donde no muchos se atreven a llegar. Por otro lado, los humanos migraron al norte, a terrenos más cercanos al castillo para no verse amenazados. Pero claro, son historias de hace años y, además de los aquelarres, solo se ha divisado el dragón con el que casi muero por estas tierras, pero del resto no se han vuelto a ver señales de vida.
Con el bosque al sur y el castillo real al norte, se podría decir que estábamos casi a la mitad del continente. En estricto rigor, aquí era tierra de nadie, pero siempre debíamos estar alertas en caso de peligro.
El lugar era agradable. Mucha iluminación, generalmente con cielos despejados, campos abiertos, había agua cercana y, personalmente lo que más me gustaba de este lugar, podíamos dormir en una cama y bajo techo.
Como ya habíamos estado aquí cada quién ya sabía en donde dormiría, por lo que ni siquiera me di el tiempo de saludar a las superioras o comer algo, solo caminé directamente hasta la cabaña y me recosté en una de las camas. El encuentro con Seulgi aún me daba vueltas en la cabeza, quizá si debí haberme quedado... pero ¿qué haría entonces?
Si me quedaba con Seulgi, lo más probable es que estaría en constante peligro con esos soldados. Si me quedaba sola en el bosque... no, ni siquiera voy a pensar en esa opción porque lo más probable es que ya estuviera muerta. La mejor opción era seguir aquí, donde podía practicar mi magia y bajo la mirada amenazante y decepcionante de mi abuela... Bueno, esa parte no era alentadora, pero debía mejorar mis habilidades pronto... Pero Seulgi... ¿Qué será de ella?
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- Joy, creo que voy a enviar al equipo de vuelta a los terrenos reales – Le dije a Joy mientras almorzábamos en mis aposentos - Con esas brujas que capturaron será suficiente para los interrogatorios del Rey por ahora
Dos días habían pasado desde que fui a ver a Irene y luego de eso comencé a considerar la idea de alejar a los soldados lo más posible de ella. No quería que la encontrarán por accidente y todo terminara en una masacre.
- ¿Estás segura? - Joy me miró interrogativa - ¿No tiene nada que ver con la tal Irene y lo cerca que está?
- Estoy segura, Joy. Y si tuviera algo que ver o no con Irene, pues no te incumbe – Le sostuve la mirada unos segundos y luego continue con mi comida
- ¿Que no me incumbe? Entonces ¿Por qué me llevaste hasta allí el otro día? - Obvio ella continuaría con sus preguntas, pero no contesté – Seulgi, somos amigas ya hace bastantes años y te conozco. No sé qué intenciones tienes con aquella chica, pero estas jugando con fuego.
"Jugando con fuego..." Estaba segura de que ya lo había escuchado, pero no recordaba en dónde.
- Joy... ¿No me habías dicho eso ya? - Mire a Joy. Sus últimas palabras resonaban en mi cabeza.
- No, no te lo había dicho. - Me dijo sin importancia. Baje la mirada e intente concentrarme.
Era extraño. Si no fue Joy... ¿Quizá sea un Déjà vu?... No... esa frase sonaba más como un recuerdo reciente, como si alguien más me las hubiera dicho, pero por más que intentaba recordar nada llegaba a mi memoria.
- Esta bien... – Dejé el tema hasta ahí y volví a mirarla – Por otra parte, necesito que vuelvas a acompañarme a ver a Irene. Quiero asegurarme de que sigue por estos lugares antes de dar la orden de irnos.
- Siento que en este caso debería de intentar convencerte de que cambies de opinión, pero sé que no servirá de nada y de todas formas harás lo que quieras - Ya abatida, Joy solo dejo su plato en la mesa y se levantó. Antes de salir, añadió - Me iré a descansar un rato. Avísame cuando quieras ir.
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Destino Entrelazado / Seulrene
FanfictionEn un mundo donde la magia y la persecución de brujas se entrelazan, una aprendiz de bruja y una cazadora, tras un inesperado cambio de cuerpos, descubren que su destino esta unido por hilos mágicos. Juntas tendrán que aprender a confiar en sus nuev...