Capítulo 11

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No podía creer lo que Seulgi me había dicho, estaba completamente en shock. Me quedé mirándola a los ojos por unos segundos, intentando descifrar lo que su petición significaba, pero no lograba entenderlo. Seulgi se fue separando de mi lentamente, como si se estuviera obligando a romper el contacto entre nuestros cuerpos. Yo aún no podía pronunciar palabra, era como si mi mente se hubiera paralizado.

- Aunque sea...piénsalo - Y sin decir más observé como Seulgi iba desapareciendo en la oscuridad del bosque.

Yo me quedé pegada al árbol durante unos minutos y en cuanto recobré la conciencia caminé de vuelta a mi tienda. Con cada paso que daba la luz de la fogata comenzaba a iluminar más las cosas a mi alrededor.

En vez de entrar en mi tienda caminé hasta la fogata cercana, llegué junto al fuego y me quedé ahí parada mirando las llamas, envuelta en mis pensamientos. ¿Acaso Seulgi se habrá dado cuenta de lo que me había pedido? ¿Qué quería decir con que no me fuera? Yo tenía que irme con mi aquelarre ¿Acaso ella esperaba que le dijera que no me iría? Qué haría entonces ¿Quedarme sola a mitad de la nada? ¿Habrá esperado que me fuera con ella? Eran demasiadas las preguntas que rondaban por mi cabeza en estos momentos y estaba tan sumida en ellas que no había notado a la persona parada a mi lado.

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"¿Pedirle que no se fuera? Por favor. ¿En que estabas pensando, Seulgi?" Iba caminando por la inmensa oscuridad del bosque, apenas divisando los árboles que se iluminaban con el brillo de la luna, y con mis pensamientos dando vueltas, analizando lo que había ocurrido hace apenas unos minutos. En cierta forma no sabía lo que esperaba que pasara, pero definitivamente no era eso. Iba tan sumida en lo ocurrido, que cuando Joy llegó a mi lado, casi pude sentir como mi alma abandonaba mi cuerpo.

- Oye, espérame - Dijo – Creo que me debes algunas explicaciones.

- Dios mío, Joy! ¿Que acaso no podrías ser algo menos... silenciosa? Casi me matas del susto.

- ¿Matarte del susto? Vengo caminando detrás de ti desde que dejaste de acorralar a aquella chica – Joy se paró delante mío, impidiendo que yo pudiera seguir avanzando – Seulgi... Explícate

- Joy... Cosas raras estuvieron pasando en los últimos días, cosas que hasta ahora no he podido entender. Pero de alguna manera, esa chica está involucrada - Joy me miro con cara de incrédula esperando a que continuara.

Continuamos caminando en dirección al campamento mientras le contaba todo. Desde lo ocurrido con el dragón hasta el cambio de cuerpo, le conté en donde había estado los últimos días y como es que apenas esta mañana había vuelto a mi cuerpo. Joy estaba atónita.

- Entonces... ¿quieres decir que los últimos días estuviste en ese campamento y esa chica estuvo con nosotros? - Le asentí con la cabeza – ¿Y cuándo despertaste esta mañana no se te ocurrió avisarnos? Ese aquelarre está muy cerca de nosotros, si hubiéramos ido con el resto de los soldados...

- Joy, basta! - Se paró y me miro extrañada - ¿Tú crees que los últimos días han sido fáciles? Aún ni siquiera entiendo por completo lo que sucedió, pero te aseguro que hay algo que va más allá de nuestro propio razonamiento. Lo único que sé es que, si quiero comprender que está sucediendo, Irene debe estar bien y con vida.

Joy solo asintió. Sabía que ella no diría nada, pero de todas formas debía estar alerta, si el aquelarre de Irene se estaba moviendo, muy pronto le perdería el rastro... Y era posible que no volviera a encontrarla nunca.

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No me di cuenta en qué momento Yeri llego a mi lado, pero de seguro llevaba ahí varios minutos. Ambas mirábamos en silencio la madera arder por las llamas de la fogata. Presentía que una conversación incómoda se aproximaba, por lo que, antes de que alguna de nosotras hablara, me di media vuelta y comencé a caminar hacia mi tienda. Pero claro, como ha sido costumbre en los últimos días, la suerte no estaba de mi lado.

- ¿Con quién hablabas? - Yeri preguntó mientras me alejaba.

Me pare en seco ante la sorpresa de su pregunta. No era posible que haya escuchado algo. Cuando me topé con Seulgi estábamos lo suficientemente lejos de las tiendas como para que nadie nos escuchara. Me di media vuelta y ella ya estaba viéndome directo a los ojos.

- No sé de qué me hablas, Yeri – Obviamente no podía decirle la verdad – Es muy tarde, deberías volver a la cama, se nos viene un viaje largo pronto.

- No me taches de incrédula solo por ser menor, Irene – Su mirada penetraba en la mía con una intensidad y determinación que jamás había visto en ella – Te recuerdo que tengo un sentido de la audición excepcional y escuché perfectamente tus pisadas al salir del campamento.

No dudaba de lo que decía, Yeri siempre ha tenido un sentido de la audición impresionante. Por otro lado, nunca había visto este lado de ella. Ya no era la tierna Yeri que se nos había unido hace tan poco tiempo. Parecía que estaba reluciendo el lado más oscuro de ella.

- No podía dormir y salí a tomar aire, solo eso.

- Y entonces ¿Con quién hablabas?

- No estaba hablando con nadie, Yeri. Quizá ese sentido de la audición no es tan excepcional - Esperaba que mi respuesta la calmara lo suficiente como para dejarme ir, pero parece que el dudar de su audición no le gusto para nada.

- Es extraño - Las facciones de Yeri cambiaron. Sus ojos ya no me miraban, pero su rostro decía que intentaba descifrar algo - ¿Sabes? No logre identificar la otra voz. Claramente una de las voces que susurraba era la tuya... Pero la otra... ¿Wendy?... no no, ella está durmiendo, la oigo roncar desde aquí. Podría ser... ¿Taeyeon?... No tampoco, ella se fue con el primer grupo... ¿Entonces...?

- Ya basta, Yeri – La interrumpí antes de que siguiera nombrando gente – Estaba hablando sola ¿Está bien? Necesitaba meditar unas cosas. Ahora vete a dormir, es tarde – Di esa conversación por terminada y me gire para seguir caminando en dirección a mi tienda.

- Ten cuidado, Irene. Estas jugando con fuego... Y sería una pena verte arder en él.

Me pare en seco. Presentía que Yeri estaba al tanto de algo, pero no podía lidiar con ella ahora.

- Buenas noches, Yeri – Fueron las últimas palabras que pronuncié antes de continuar caminando hacia mi lugar de descanso 

Destino Entrelazado / SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora