Capítulo 10

11 4 2
                                    

Tenía 2 opciones, podía volver a mi cama e intentar dormir por milésima vez, con todos los pensamientos de lo que sucedió hoy rondando por mi cabeza, o podía ir a investigar porque era que tenía esta sensación. Estaba segura de que algo o alguien me estaba observando en el bosque y esta seguramente era la decisión más estúpida que podía tomar.

Comencé a caminar lentamente en dirección a la oscuridad del bosque, en mi camisón, sin zapatos y definitivamente sin ningún tipo de arma para protegerme, con eso confirmaba que era una decisión estúpida. Pase entre las tiendas que quedaban y llegue a donde la luz de la fogata cercana empezaba a perderse. El bosque comenzaba a oscurecerse poco a poco mientras me alejaba, los árboles cercanos estaban levemente alumbrados con la poca luz que quedaba y el resto comenzaba a parecer una inmensa mancha negra.

Decidí darle una vuelta a los árboles que quedaban alumbrados y ver si encontraba la razón de esta sensación, intenté buscar algún animal o incluso alguna señal de cualquier cosa, pero lo único que vi fueron ramas y hojas esparcidas por todo el lugar. Emprendí camino de vuelta a mi tienda, pero alguien me agarró por detrás.

Había una mano en mi boca y un brazo ajeno rodeaba fuertemente mi cintura y mis dos brazos. Luché, intenté gritar y tiré patadas lo más fuerte que pude para intentar zafarme, pero era en vano, la persona que me capturaba comenzaba a alejarse lentamente de mi campamento y yo no podía evitarlo.

Pensaba que todo estaba perdido, pero solo nos habíamos alejado unos cuantos metros cuando esta persona me dio la vuelta y me acorraló detrás de un árbol. Me tomó un par de segundos acostumbrarme a la poca luz y divisar claramente quién estaba delante de mí.

- Por favor, no grites - Seulgi estaba parada frente a mí, mirándome fijamente y con su mano en mi boca – No voy a hacerte daño.

No sabía si creerle o no, me quedé callada unos segundos, pero era posible que ella no estuviera sola y que esto fuera solo una trampa, asique volví a forcejear e intentar gritar por ayuda, si tenía suerte podría zafarme de su agarre.

- Irene, por favor cálmate - Seulgi trataba de tranquilizarme – Vine por mi cuenta, no hay nadie más.

La mire a los ojos, los cuales me suplicaban en silencio que me tranquilizara. No tenía más opción que creer lo que me decía. Aunque no podía confiar 100% en ella, decidí dejar el forcejeo y calmarme.

- Ahora voy a sacar mi mano de tu boca y tu no vas a gritar ¿De acuerdo? - Asentí

Y así lo hizo, cautelosamente saco su mano de mi boca y se alejó un poco en cuanto corroboró que yo no gritaría. No tenía idea de que estaba haciendo aquí, pero esto no me daba buena espina.

- Pero que mierda estás haciendo aquí. Y será mejor que hables rápido si no quieras que despierte a todo el aquelarre con mis gritos.

- Irene, sé que es extraño, pero tenía que verte.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Esto estaba mal, peor que eso. No podía conciliar el hecho de que Seulgi estaba aquí, o de que haya dicho que necesitaba verme ¿Qué se había cruzado por su mente cuando decidió venir? Esto no solo la pone en riesgo a ella si es que de verdad vino sola, sino que es peligroso para mí también. Si nos llegaran a encontrar a las dos juntas sería desastroso, podrían matarla a ella, e incluso a mi si nos vieran socializando. No sabía qué hacer.

- Seulgi, no sé a qué se debe esto, pero debes irte. Ahora.

- Irene, ni siquiera entiendo que es lo que me trajo aquí, pero por favor escucha.

- Lárgate! ¿Que acaso no entiendes lo que te digo? - Intente salir de donde nos había escondido Seulgi, pero ella no me dejo.

Seulgi se acercó rápidamente a mí y volvió a acorralarme, esta vez utilizando el peso de todo su cuerpo contra el mío. Estábamos tan cerca que incluso podía sentir su respiración contra la mía.

- Irene, dime que desde que cambiamos esta mañana no has pensado en lo que ocurrió. Que no se te ha cruzado por la mente como es que nosotras dos... - Dejó su frase a medio terminar y me miró fijamente a los ojos.

- No Seulgi, no lo he pensado – Le conteste, sin desviar mi mirada de la suya - No lo he pensado porque he estado demasiado ocupada haciendo arreglos luego de que llegó el aviso de que el aquelarre Circulo de sombras fue atacado. Porque he estado pensando en que hacer para que tú y todos esos malditos soldados no nos encuentren una vez que cambiamos. Asique no, no he tenido ni el tiempo de pensar en lo que ocurrió.

Parece ser que mi respuesta no era la que esperaba. Desvió la mirada y bajo un poco la cabeza, como si estuviera decepcionada. Debía de aceptar que mi respuesta no era 100% cierta, claro que había pensado en lo que había sucedido o, mejor dicho, como es que había sucedido, pero no podía decirle eso a Seulgi.

- Seulgi, insisto en que debes irte. Si de verdad has venido sola como dices, por favor vete.

- Esta bien, me iré. Pero solo hazme un favor – Volvimos a mirarnos, nuestra posición no había cambiado desde que me acorralo, por lo que aún estaba peligrosamente cerca de su cara – Se que están arreglando todo para irse... Y quiero pedirte... que por favor no te vayas. 

Destino Entrelazado / SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora