Capítulo 1

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Iba corriendo, no sabía a donde o por cuanto tiempo podría mantener este ritmo, pero lo único que sabia era que debía continuar, porque si paraba, aunque fuera durante solo 1 segundo, la criatura que me estaba persiguiendo, me atraparía.

Hace apenas unos minutos estaba en el bosque, sola (o eso era lo que pensaba), buscando algunas frutas y plantas especiales para algunas pociones que estaba aprendiendo. Ser una de las aprendices más jóvenes del aquelarre de brujas más importante de este lado del mar pone un gran peso sobre mis hombros, especialmente cuando tienes los dotes mágicos, pero no la facilidad para controlarlos. Por lo que estaba completamente sumida dentro del aburrimiento de las distintas especies de plantas cuando lo escuché, acechando.

Era sutil, apenas una brisa en el viento. No podía verlo, pero podía sentir su presencia, vigilándome, esperando el momento preciso para convertirme en su cena. Ni siquiera esperé la confirmación de que la criatura estaba ahí para echarme a correr. 

Corrí tan rápido como pude, cambiando de dirección arbitrariamente para intentar despistar a lo que sea que me venía persiguiendo, pero era imposible. Esta cosa era más grande que yo y con un sentido del olfato mucho más desarrollado con el que podría olerme a kilómetros, por lo que al parecer estaba perdida, mis opciones eran luchar o morir.

Estaba a punto de enfrentar mi destino cuando la vi, una mujer, más o menos de mi edad, corriendo en mi dirección, sacando su espada y lista para atacar. Era definitivo, este era mi fin, o al menos eso era lo que suponía.

La chica, que a primera vista parecía una cazadora, no iba corriendo hacia mí, sino que se dirigía hacia lo que venía detrás de mí. La desconocida estaba intentando ayudarme, y aunque sabía que las probabilidades eran bajas, si ambas luchábamos, podríamos salir con vida.

Me pare en seco para confrontar lo que me estaba persiguiendo, grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta de lo que era, Un dragón. Se suponía que los dragones habían desaparecido de este lado del mundo hace muchos años, pero al parecer aún quedaban algunos escondidos. Esta era una criatura magnifica, al menos 3 metros de alto y otros 3 de largo, pero era peligrosa y en estos instantes estaba luchando con la desconocida.

Mis habilidades para luchar eran prácticamente nulas, pero de todas formas comencé a correr en dirección al dragón. Gran error, porque en el intento de distraerlo para que la chica pudiera atacar, la cola de la criatura me alcanzo, tirándome lo suficientemente lejos para caer al borde de una pequeña laguna del lugar y dejarme inconsciente.

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No sé cuánto tiempo estuve inconsciente, para cuando desperté el dragón ya estaba muerto y la desconocida se limpiaba la sangre de este en la laguna a pocos metros de mí.

-Buenos tardes, bella durmiente. Al parecer te diste un fuerte golpe ¿Estas bien? - Yo estaba muda. No sabía quién era ella, pero definitivamente podía sentir que aún no estaba completamente fuera de peligro.

- Si, gracias. Estoy bien- Me puse de pie para poder salir lo más rápido de ese lugar, pero extrañamente no me moví. En cambio, me quede mirando a aquella desconocida que venía acercándose a mi

- Soy Seulgi, a su servicio-  Hizo una pequeña reverencia y estiro su mano forma de saludo.

- Irene- Tomé su mano, pero, en cuanto mi mano tocó la de ella, una sensación extraña me inundo. Era como si un rayo me hubiera caído encima. Aunque no me moví, no podía ser nada bueno- Muchas gracias por todo, pero ya debo irme.

- ¿Está segura? Mi campamento está muy cerca y no sería seguro que una señorita como usted ande rondando tan tarde en un bosque lleno de brujas- En cuanto dijo eso lo note. El sello de cazadora de brujas real en su chaqueta. Esta mujer estaba aquí con un solo propósito, cazarme a mí y a todas las brujas que se encontraran en su camino.

- Gracias por la oferta, pero realmente debo irme- Sin esperar respuesta, salí corriendo lo más rápido que pude y con la esperanza de que no me siguiera.

Llegue al campamento muy tarde, por lo cual esperaba poder descansar de todo lo que había sucedido, pero al parecer mi deseo no se cumpliría. Apenas puse un pie dentro del campamento fui llamada donde las 3 brujas superioras que lideran el campamento. Las superioras tenían un linaje ancestral y lideran el campamento con estricta disciplina, además de brindar un entrenamiento muy riguroso a las aprendices, y para mi mala suerte, la bruja que estaba al mando de esas tres era mi abuela. En simples palabras, yo era una clase de constante decepción para ella.

Luego de horas y horas de represalias sobre mis supuestos horribles actos, pude persuadirlas lo suficiente para salir con un castigo menor y poder irme a dormir. Me sentía completamente destruida y apenas mi cabeza tocó la almohada caí profundamente dormida.

Destino Entrelazado / SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora