Capítulo 14

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- ¿Sabes? A pesar de no haber estado de acuerdo, me alegra el haber venido contigo - Joy estaba parada frente a mí, limpiando la sangre del lobo de su cuchillo mientras recuperaba la respiración.

Había vuelto al campamento de Irene con la esperanza de que aún se encontrara aquí, quería hablar con ella, aunque aún no estaba segura sobre qué. Quería comprender más a fondo que era lo que nos había pasado, aunque luego de nuestra última conversación, dudaba mucho que a ella le importara.

Nos acercamos a la zona, pero no logré notar ni un indicio de vida. El lugar estaba oscuro y lo único que se escuchaba era el viento soplando a través de los árboles.

Mientras rondábamos el espacio me cuestioné por un minuto si estábamos en el lugar correcto, podía ser que nos hubiéramos desviado por accidente, pero con cada paso que daba esa posibilidad iba quedando atrás.

Observé cada milímetro del lugar, logré ver la disposición de las tiendas y en donde solían encontrarse las fogatas, las cuales ahora estaban reducidas a cenizas. Se habían ido, Irene se había ido.

Unos minutos después Joy comenzó a insistir en que debíamos volver. Ella comenzó a alejarse hasta que la perdí de vista, pero yo no me movía de ese lugar. Seguía examinando, con la esperanza de encontrar alguna pista que indicará a donde se habían ido. Claramente no vi nada, ni un mínimo indicio.

Pensé que si me iba en ese instante no tardaría mucho en encontrar a Joy, asique emprendí el camino de vuelta, pero el ruido de unas ramas siendo pisadas detrás de mi hizo que me detuviera en seco.

Cautelosamente me di la vuelta y saqué el cuchillo que llevaba en el cinturón, estaba todo oscuro, lo que hacía que mi visión estuviera considerablemente reducida.

Apenas noté cuando un lobo negro salto y se abalanzó sobre mí. Caí con el lobo sobre mí y sus dientes se enterraron en mi brazo derecho. Traté de forcejear todo lo que pude para que me soltara, pero al parecer el animal no tenía intenciones de hacerlo, con cada forcejeo los dientes del lobo se introducían aún más profundo en mi piel.

Ni siquiera me di cuenta cuando solté el arma, todo lo que sentía era un dolor insoportable mientras que los dientes de la bestia desgarraban mi carne. Gritaba del dolor, de la desesperación y no encontraba la forma de liberarme de su agarre.

Sentí que pasó una eternidad, aunque deben de haber sido apenas unos segundos, cuando Joy apareció corriendo, con daga en mano, y se abalanzo contra el animal. El resto de mis recuerdos quedaron borrosos, supongo que por la pérdida de sangre, pero en cuanto logré sentarme Joy ya estaba frente a mí, limpiando la sangre del lobo de su arma.

- Pensé que ya te habías ido

- ¿Y crees que te dejaría aquí sola? Solo camine un poco hacía allá. Además, yo no te abandonaría aquí, imagina que idiota quedaría al mando del equipo si tu mueres – Joy esbozó una pequeña sonrisa ante su comentario.

- Ya calla y ayúdame.

Joy se acercó y examinó mi brazo que seguía sangrando. Me dolía demasiado y parecía estar en bastante mal condición.

- Mira, a simple vista parece ser que no desgarró ningún vaso importante, pero de todas formas deberíamos irnos rápido para que la curandera lo revise.

Me limite a asentir. Joy se quitó su chaqueta y envolvió mi brazo herido con ella para proteger la herida e intentar detener un poco el sangrado. Luego me ayudó a ponerme de pie y fue cuando note mi segundo problema.

Parecía ser que gracias a la caída mi tobillo izquierdo se torció, por lo que ahora no solo tenía un dolor apenas tolerable en mi brazo, sino que también el intentar apoyar mi pie en el piso se volvía una tarea complicada.

- ¿Crees poder caminar? - Joy divisó mi intento fallido por apoyar el pie e inmediatamente hizo que cruzara mi brazo sano alrededor de su cuello y puso su brazo alrededor de mi torso para ayudarme.

- Parece ser que ese lobo me dio una buena paliza – Joy me miró y me dio una media sonrisa- Gracias por salvarme.

- No tienes nada que agradecer. Eres mi mejor amiga y no iba a dejar que esa cosa te matara

Emprendimos camino de vuelta al campamento, al paso más rápido que mis heridas me lo permitían.

- ¿Sabes? Creo que tendremos que inventar una historia para cuando volvamos.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- ¿Cómo que "Por qué"? Vas mal herida y definitivamente no podemos mencionar que salimos del campamento y nos adentramos aún más en el bosque para que hablaras con una chica con la que cambiaste de cuerpos hace unos días y que además es bruja, pero que no la encontramos y en vez de eso casi te come un lobo – Joy me miró como si lo que estuviera diciendo fuera lo más obvio del mundo – Tenemos que inventar una razón del por qué salimos tan tarde y sin avisarle a nadie.

No quería admitirlo, pero Joy tenía razón. Aunque quisiera, mis heridas no serían fáciles de esconder y no podíamos decir la verdadera razón por la que habíamos salido.

- Que te parece si decimos que yo te pedí que fuéramos a dar un paseo, nos perdimos y mientras buscábamos el camino de vuelta me atacó el lobo – Mire a Joy, buscando aprobación.

- Es simple, pero podría funcionar. Solo esperemos que no pregunten más detalles.

- Si... Esperemos que nadie pregunté detalles – Dicho eso, ninguna de las dos hizo otro comentario. 

Destino Entrelazado / SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora