Destino Entrelazado / Seulrene

Capítulo 13

Me sentía perdida, perdida en medio del bosque. No tenía idea de en donde estaba, ni como había llegado aquí. Solo estaba caminando en círculos, buscando algo, pero no tenía idea de que.

Me tomó unos minutos el darme cuenta en donde estaba, los árboles me eran familiares, pude reconocer los lugares donde hace poco estaban las fogatas, las disposiciones donde antes estaban las tiendas para dormir... pero ¿Cómo había vuelto aquí?

Luego de otro par de minutos vagando por el lugar, sin encontrar signos de como llegué aquí, me dispuse a comenzar el camino para volver con mi aquelarre, y fue cuando me di cuenta que mi cuerpo no respondía a mis deseos. A pesar de querer volver, mis pasos se dirigían a un lugar completamente diferente ¿Qué estaba pasando?

Dos segundos después, el sonido de mis pensamientos se reemplazó por el de las ramas al ser pisadas. Miré hacia abajo, pero los que estaban ahí no eran mis zapatos, sino las ya conocidas botas de cazadora que me vi obligada a utilizar hace varios días. Automáticamente mi mirada siguió subiendo y reconocí el resto del uniforme. Las botas, los pantalones, la chaqueta, nada era mío... eran de Seulgi.

Seulgi... Estaba viendo a Seulgi... mejor dicho, estaba viendo a través de sus ojos. Todo lo que ella veía, donde estaba, hacía donde se dirigía. No entendía como era posible, pero no tenía el tiempo para pensarlo. Preferí concentrarme en lo que estaba viendo, fuera real o no.

Seguí visualizando como Seulgi daba vueltas por el lugar, sin saber que estaba haciendo ahí o que estaba buscando.

Pasados un par de segundos me dio la sensación que tenía la disposición de marcharse. Comenzó a caminar en dirección a su propio campamento, pero algo la hizo pararse en seco.

El lugar quedó en silencio, lo único que escuchaba era su respiración, aunque estaba claro que ella estaba escuchando algo más allá que mis oídos no podían divisar. Lentamente la vi darse vuelta y comenzó a sacar el cuchillo de su cinturón cautelosamente.

No pasó mucho tiempo más cuando divise al animal correr hacía ella y dar un salto para atacar.

- Irene! ¡Despierta! - Wendy gritó.

- !!Seulgi!! - Y con ese grito... Desperté.

Estaba en mi cama, tenía la respiración agitada y podía sentir las gotas de sudor frío recorrer mi cuerpo. Wendy se encontraba sentada a mi lado, a orillas de la cama, me sujetaba por los hombros y su rostro reflejaba preocupación pura.

- Irene, respira – Wendy hacía lo que podía para ayudarme a regular mi respiración - Ven siéntate

No tuvo que decírmelo 2 veces. Una vez sentada en la cama acerqué mis rodillas al pecho y con mis manos sostuve mi cabeza. Estuve un par de minutos en esa posición, tratando de calmarme y con Wendy sobando mi espalda.

- ¿Ya estás mejor?

- Si... creo que sí.

- ¿Que estabas soñando? Me despertaste porque no dejabas de moverte y quejarte. Por lo que gritaste antes de despertar puedo adivinar que claramente tenía que ver con Seulgi.

- Si... Seulgi estaba ahí... y yo también, pero era extraño - Levante mi mirada para ver a Wendy, ella me mirada de vuelta y esperó a que continuara – Era como si estuviera viendo a través de sus ojos. Ella caminaba por el lugar donde solía estar nuestro campamento, y...

- ¿Y....?

- Me desperté cuando un animal le salto encima para atacarla.

- Wow – Wendy se sorprendió un poco – Ahora entiendo, esa pesadilla debió ser horrible.

- Wendy... Tengo la sensación de que quizás no haya sido una pesadilla.

- ¿Qué quieres decir?

- Es solo que... Se sintió demasiado real. No me da la sensación de que haya sido solo un sueño.

Wendy estaba algo confundida. Vi en su cara que estaba considerando la remota posibilidad de creer en lo que yo le decía.

- Irene, de seguro fue solo un sueño - Vi algo de comprensión en su cara, pero sentí que solo era para calmarme - Deberíamos volver a dormir, mañana será un día pesado.

Wendy caminó de vuelta a su cama. Por mi parte, volví a recostarme y me di media vuelta en mi cama. No dejaba de pensar en ese sueño. Quizá Wendy tenía razón y solo era un sueño... Pero esa sensación, escuchar el crujir de las ramas, el sonido de su respiración... todo se sentía tan real... que aún no creía por completo que se trataba de solo un sueño.