Menos mal que Jennie Kim no está enamorada de su mejor amiga.
Puede que ambas sean alumnas destacadas en el programa de diseño de vestuario, pero cuando se trata de relaciones, Jennie y Lisa son tan diferentes como sus gustos por la moda.
Lisa va po...
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JENNIE
"Perdona por ser un poco rara, pero te he oído hablar con Jieun".
Veo cómo Sohee vuelve a recogerse el pelo detrás de la oreja mientras suelta una risita, y todo lo que mi cerebro puede pensar es: ¿está borracha?
Las risitas y las divagaciones siguen. Se muerde el labio y no parece saber dónde mirar. Combinado con el hecho de que nunca en su vida ha iniciado una conversación conmigo -salvo hace exactamente una semana, cuando me señaló que estaba arruinando mi proyecto mientras la miraba como una asquerosa-, todo parece indicar que Han Sohee se ha presentado borracha a una clase de costura a las nueve de la mañana.
"¿Dijiste que estabas bordando a mano?", me pregunta.
Tengo literalmente una aguja de bordar y un aro en las manos, lo que me hace estar aún más segura de que está bajo los efectos de algo.
"Sí", respondo. "Quiero ser lo más auténtica posible y al mismo tiempo añadir algo de personalidad, y el bordado me pareció una forma estupenda de hacerlo".
Es más fácil hablar con ella cuando me preocupa su sobriedad, o la falta de ella.
"¡Exacto!", exclama antes de volver a soltar una risita, como si no hubiera querido hacer tanto ruido. "Estoy totalmente de acuerdo. Sólo quería acercarme a hablar contigo porque me encanta bordar. Algunas veces he acabado entregando tarde los proyectos porque he estado muy ocupada bordando a mano, lo que mi amiga Hojung siempre dice que es una locura, sobre todo cuando son cosas para las que podría usar fácilmente una máquina, pero prefiero perder un par de puntos por llegar tarde y entregar algo increíble que saltarme los detalles, ¿sabes?".
Lo dice todo de un sopetón y tiene que hacer una pausa para tomar una gran bocanada de aire cuando acaba. Parpadeo, medio tentada de asomarme al pasillo y buscar pruebas de que se trata de una broma. Casi parece nerviosa, y no tengo ni idea de por qué demonios Han Sohee estaría nerviosa por hablarme de bordados.
Una tos a mi lado me hace mirar a Lisa. Casi había olvidado que estaba aquí. Casi me olvido de que había alguien más en la habitación cuando vi a Sohee dirigirse directamente hacia mí como algo salido de una nebulosa y resplandeciente secuencia de ensueño de El Señor de los Anillos.
Lisa hace una extraña serie de parpadeos y movimientos de cabeza que parecen una forma maníaca de código Morse. Una parte de mí empieza a preguntarse si tal vez todo el mundo ha venido borracho a clase hoy por alguna broma tonta de tercer curso de la que no me he enterado. Me giro hacia Sohee, que sigue junto a nuestra mesa.
"Yo... sí, estoy totalmente de acuerdo. Los detalles son lo que realmente nos convierte en diseñadores de vestuario, al menos en mi opinión. Ahí es donde se produce la caracterización, si me preguntas".
Sohee me sonríe y, aunque estoy más que confusa, esa mirada me hace sentir mariposas en el estómago.
Lisa vuelve a toser, pero no me doy la vuelta. Si esta es mi única oportunidad de bañarme en el resplandor de la sonrisa de Han Sohee, voy a aprovechar cada segundo.
