Menos mal que Jennie Kim no está enamorada de su mejor amiga.
Puede que ambas sean alumnas destacadas en el programa de diseño de vestuario, pero cuando se trata de relaciones, Jennie y Lisa son tan diferentes como sus gustos por la moda.
Lisa va po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LISA
Desplazo el dedo por el carrete de fotos de mi teléfono mientras el vagón de metro se balancea por la vía, las ruedas chirrían mientras las oscuras y húmedas paredes del túnel pasan volando junto a las ventanillas.
Una colección de fotos tomadas en uno de nuestros turnos en Voltage la semana pasada muestra las dotes de modelo de Taeyong, o la falta de ellas. Pasó unos diez minutos desfilando por la tienda con un maxi vestido de cachemira y una americana de tweed que encontró en un montón de prendas recién llegadas que se suponía que teníamos que poner en los estantes. Sus poses torpes y su cara de pato me hacen sonreír ante la pantalla del móvil mientras los desconocidos se mueven a mi alrededor en el tren, pero las imágenes no son suficientes para evitar que me pase a mi conversación de texto con Seohyun como esperaba.
Debería haberle dicho que ya no puedo verla. No me habría pedido explicaciones. Lo más que habría hecho es agradecerme que se lo dijera, y una parte de mí no puede evitar preguntarse si tal vez por eso le respondí que no podía esta semana, pero que tal vez en otra ocasión.
Ver su respuesta 'De acuerdo, házmelo saber' me pareció más fácil que recibir unas cuantas palabras en una pantalla explicando lo fácil que sería para ella seguir adelante y encontrar a otra universitaria en un bar para llevársela a casa y tirársela de vez en cuando.
Me doy cuenta de que estrujo el teléfono con tanta fuerza que mis nudillos palidecen. Me obligo a meter el teléfono en el bolsillo de la chaqueta y, en su lugar, miro fijamente el asiento de plástico vacío que hay al otro lado del vagón de metro.
Esto es lo que querías.
Es lo que llevo días repitiéndome, las palabras sonando en bucle en mi cabeza.
Quiero a alguien que me diga exactamente a qué atenerme. No quería que fuera complicado ni que hubiera sentimientos de por medio, ni míos ni suyos. Quería a alguien lo bastante franco como para decirme exactamente por qué estaba conmigo: porque estoy buena y acostarse conmigo es conveniente.
Seohyun cumplió, y ha seguido cumpliendo todo eso más tiempo que nadie.
Esto es lo que querías.
Esto es lo que necesitas.
No necesito mentiras o excusas. No necesito a nadie pretendiendo que ve algo en mí que no ve.
No voy a ser tan estúpida como para aceptar nada de eso nunca más, así que las opciones son alguien como Seohyun o estar por mi cuenta como he decidido estar este semestre.
Todavía no me atrevo a sacar mi teléfono y decirle a Seohyun que no la volveré a ver.
"¡Estación Hanyang!"
Me doy cuenta de que la voz mecánica ha anunciado mi parada cuando las puertas ya llevan abiertas un par de segundos. Salto de mi asiento y corro hacia el andén justo antes de que el tren pueda despegar de nuevo.
