JENNIE
Lo primero que hago al despertarme es coger el móvil y buscar algún mensaje de Lisa. Mi cerebro, adormecido por el sueño, está ansioso por leer su comentario sobre cómo fue mi cita de anoche. Cuando me doy cuenta de que no tengo ningún mensaje nuevo, ya estoy preparando una reunión para comer y hablar de los detalles en persona en el campus.
Me restriego los ojos y me acerco la pantalla a la cara.
Entonces caigo en cuenta. Lisa no me ha mandado ningún mensaje sobre mi cita porque yo no se lo he contado, porque nos hemos besado y todo el maldito mundo se ha puesto patas arriba.
Gimo y me tumbo contra la almohada, cubriéndome los ojos con un brazo para protegerlos de los rayos del sol que se cuelan por el hueco de las cortinas y, tal vez, de todo el lío en que se ha convertido mi realidad.
" ¿Qué demonios estoy haciendo?" grazno.
Mi habitación vacía no ofrece ninguna respuesta.
Permanezco tumbada y revolcándome como una adolescente angustiada durante diez minutos antes de que la alarma del despertador empiece a sonar en mi teléfono. Vuelvo a gemir y deslizo el dedo por la pantalla antes de levantarme de la cama.
El teléfono descansa sobre el edredón como una especie de presagio mientras sigo con mi rutina matutina. Cada minuto que pasa sin que reciba un mensaje de Lisa me pone más nerviosa y me hace dudar aún más sobre si debo enviarle un mensaje primero.
Me obligo a dejar el teléfono donde está cuando bajo a desayunar. La pequeña mesa de la cocina está ocupada por Suho, que parece medio dormido mientras se lleva los cereales a la boca con su albornoz sobre unos pantalones cortos de baloncesto.
"Hola, Mandu", dice levantando la cuchara a modo de saludo.
" Hola a ti también, Suho", le digo mientras cojo un bol del estante de secado y busco en uno de los armarios mi propia caja de cereales. " Y no me llames Mandu, ¿vale? Ya lo hemos hablado. Sabes que lo odio".
"Claro, sí. Lo siento, tengo un poco de resaca y se me olvidó".
Le miro por encima del hombro después de coger un poco de leche de avena de la nevera abarrotada. "¿Estabas usando cervezas para ayudarte a estudiar otra vez?".
Me hace un gesto con la cuchara. " Sí, ya lo sabes, M-Quiero decir... ¿Qué te parece Jenjen? ¿Puedo llamarte Jenjen?".
Hago una mueca. "¿Qué tal si me llamas Jennie?".
Sacude la cabeza como si le hubiera decepcionado. "Vale, vale. Jennie será".
Tracy entra torpemente en la cocina justo cuando estoy guardando la leche después de servirme los cereales. Deja escapar unos maullidos y se frota contra las patas de la silla de Suho.
"No hagas como si no te hubiera dado de comer", le reprocha él, agachándose para rascarle detrás de las orejas. "Vuelve a dormirte".
"Quiere mimos", le digo cuando retira la mano y los aullidos se hacen aún más fuertes.
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Llámalo como quieras ┃ JENLISA
FanfictionMenos mal que Jennie Kim no está enamorada de su mejor amiga. Puede que ambas sean alumnas destacadas en el programa de diseño de vestuario, pero cuando se trata de relaciones, Jennie y Lisa son tan diferentes como sus gustos por la moda. Lisa va po...