Desperté y Naoya estaba sosteniendome de la cintura. Se veía tan hermoso durmiendo, sus facciones relajadas daban una angelical vista.
Acaricié con delicadeza su rostro antes de salir de la cama, tomé la camisa que había usado anoche y mi teléfono. Con un poco dificultad al caminar llegué al baño donde me di una ducha y cepille mis dientes. Una vez terminado, lancé un vistazo nuevamente a la cama y Naoya seguía ahí.
Desbloquee mi teléfono y le marqué a mi madre. Después de tres tonadas contestó.
-¡Buongiorno mi amor!-
-Buongiorno mamá.- sonreí.
-¿Está todo bien? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo?- preguntó un poco preocupada.
-Estoy bien mamá, quería pedirte algo.-
-Claro mi amor, ¿qué sería?- hice silencio por unos instantes.
-Necesito el número del abuelo, estaba en el teléfono anterior y puesss...- tomé asiento y mordí ligeramente el borde de mis uñas.
-¿De tu-tu abuelo?- ella se puso algo nerviosa.
-Sí mamá, del abuelo.....ayyyyy ¡no me digas que se murió y no me dijeron nada!- me puse histérica.
-¡No, no, no, hija! ¡Tú abuelo está muy bien!- ella rió. Di un suspiro de alivio, claramente él no estaba enterado de lo sucedido porque si fuese así, él hubiese llegado a Tokio el mismo día, pero....había una razón por la que mi madre no le había dicho pero en estos mismos momentos mi intensión era contactarlo para así poder dar con los malditos involucrados en mi secuestro.
-¿Es mi nieta?- pude escuchar al fondo, quedé paralizada.
-Mamá, ¡¿el abuelo está aquí?!- entré en pánico.
-Sí.... será mejor que vengas....hay...hay mucho de que hablar.- mi madre estaba muy nerviosa.
-Pásame el teléfono.- escuché la voz de mi abuelo.-Tienes 15 benditos minutos para llegar con el noviesito tuyo.- tragué hondo, él estaba furioso.-Más te vale no hacerme esperar porque sino te juro que haré de este maldito lugar un verdadero infierno.- caí al suelo de la impresión, en ese momento Naoya llegó a donde estaba.
-¡Hatsumi, mi amor! ¡¿Estás bien?!- se agachó y me levantó suavemente por los hombros.
-Ja, no se tarden.- dijo para luego cortar la llamada.
-Naoya..... Prepárate rápido, tenemos que ir a casa.... mi.... mi abuelo llego.....¡muévete, vamos, rápido!- lo apuré mientras me ponía de pie, Naoya estaba confundido.
-Que se espere..... ¿tu abuelo?- él me siguió a la habitación mientras buscaba ropa formal.-Nunca me habías mencionado nada sobre que tenías abuelo... vivo.- seguí buscando y no sabía cómo explicarle la situación con él.
-Verás Naoya, mi abuelo.... él es un hombre muy difícil....es un maniaco y seria capaz de hacer cualquier cosa si no se hace lo que él diga- hablaba mientras me cambiaba la ropa frente a él.
-Por Dios, ni que fuera un mafioso o el diablo.- me le quedé mirando seriamente.-¿No....no lo es verdad?- aparté la mirada y seguí con lo mío.-Oye... responde.- me tomó del antebrazo y me hizo verlo a los ojos.
-¡Apúrate!- me zafé de su agarre.-Luego te explico las cosas con más calma, pero por favor, tenemos....- miré el reloj.-Trece minutos para llegar.-
-¡¿Trece minutos?!- se llevó las manos a la cara y luego caminó hacia el baño.
-Te buscaré el atuendo y por favor....apúrate.- él asistió con burla y se metió al baño. Busqué la ropa de Naoya lo más rápido posible y al terminar él salió del baño y se comenzó a vestir.
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Paradise (Naoya Zen'in)
FanfictionEl amor puede hacer que las personas cambien para bien o para mal. En el caso de Naoya Zen'in al conocer a Hatsumi Hirawa, ese hombre inmaduro, machista, narcisista y odioso fue cambiado a un mejor ser por una mujer que le hizo sentir el verdadero...