Paradise (Naoya Zen'in)

Capítulo #15

Naoya fue a abrir la puerta, mientras tanto permanecí en mi lugar y contemplé mi hogar.  Necesitaba hacerle un cambio a algunas cosas.

-¿Que se te ofrece?- escuché a Naoya decir.

-Que mal educado eres, salte que vengo a ver a mi princesa y a traerle un par de cosas.- era Satoru.  Llego hasta la cocina y al verme nos sonreímos.

-Hola princesa, te traje algo que te va a encantar.- su tono de emoción me contagio.  Al sacar el recipiente y al abrirlo era Tiramisu.

-¡Satoru!- el delicioso aroma invadió mi nariz. Cerré mis ojos y me dejé llevar por el aroma.-¿Lo hiciste tú, verdad?- sonreí mientras asentía con la cabeza. -Espera, voy a ver si pasa la prueba.- Siempre que Satoru hacía postres o platillos nuevos yo entraba en modo Gordom Ramsey, una vez busqué los platos serví.

-Veamos.- todos cominos, y honestamente me fascinó, me hizo recordar cuando mi abuela materna nos hacía a todos este delicioso postre.

-No sabía que el albino hacía postres.- dijo Naoya en un tono burlón.  Claramente ambos no se llevaban bien, siempre había tensión cuando los dos estaban presentes.-¿No tienes a alguien que te cocine?- a Naoya le había gustado, lo supe por una peculiar expresión facial que siempre hace al gustarle algo, pero por obvias razones no iba a admitirlo y elogiar algo de Satoru.

-¿Te gustó no es así Zen'in?- preguntó Satoru con una mano apoyada sobre la barra y con la otra sostenía su rostro dándole una mirada dulce y tierna a Naoya. 

-Para nada, esto está muy polvoriento, dame eso Hatsumi, no te vayas a ahogar con el cacao en polvo.- miró mal a Gojo.-Que desconsiderado eres.- no pude evitar reír, la actitud infantil de Naoya era demasiado para mi.

-Ja, claro, todo tuyo Naoya.- reí y él se cruzo de brazos, Gojo no lo miraba en ese instante así que Naoya me hizo un puchero. 

-Bueno, te traje el postre, también harina de un café que te juro que es el mejor del mundo, ropa nueva, también libros, tu perfume favorito, las llaves de tu auto, y esto.- me dió un pequeño dispositivo, no sabía a exactitud qué era.

-¿Qué es esto?- pregunté con una ceja arqueada.

-Es un localizador, no te enojes por esto ¿sí?- no dije nada, solo coloqué el dispositivo en la superficie de la barra y caminé a tomar un vaso de agua.

-¿Hatsumi?- Naoya trató de llamar mi atención pero lo ignoré.  Sabía que me querían proteger,  pero cada vez que hacían o decían algo de mi seguridad los flashbacks me golpeaban y me volvía a sentir nerviosa y asustada.

-Hatsumi, perdón si te incomodé....no fue mi intención...  yo....-

-No te preocupes.- suspiré pesadamente.- Gracias.- me di la vuelta, salí de la cocina y me senté en la sala, podía escucharlos hablar.

-Imbécil, eres un idiota Satoru.- escuché a Naoya llamarle la atención.

-Lo lamento, pero quería que lo supiera, no iba a colocar nada sin que supiera.- lo escuché decir. -Es que... realmente temo que le vuelva a pasar algo Naoya.-

-Escucha Satoru, es mejor darle un tiempo en lo que se recupera, ella aún sigue recordando toda la mierda que vivió con el maldito ese.- su voz sonaba cada vez más molesta.-Así que es mejor no hablar nada que le recuerde ese evento, sé que la quieres y me enoja saberlo, pero sé que tus intenciones son que ella esté bien.- hizo una pausa.-Es algo que me reconforta en cierto aspecto.- hubo un gran silencio por parte de ambos.

-Mejor me voy, despídeme de ella.- escuché a Satoru y después la puerta se abrió y cerró. Permanecí en la sala y Naoya llegó hasta mi lado.

-Satoru se.....-