Al llegar a la habitación de Naoya me senté en su cama, él se dirigió al baño.
-Esto era lo que faltaba.- dije entre dientes.
-Te coloqué toalla, cepillo de dientes, siéntete cómoda, cualquier cosa que necesites me dices.- dijo tranquilamente mientras buscaba en una de sus gavetas.-También colocaron tu ropa aquí.- indicó.
-Sí, sí, gracias.- dije poniéndome de pié.-Tomaré una ducha.- indiqué, busqué una muda de ropa y me dirigi al bano, me quite la ropa y me metí a la regadera. Al terminar me vestí, cepille mis dientes y salí a la habitación, ahí estaba Naoya sin camisa, esperando a que terminara.-Adelante, ya terminé.- hablé, él se colocó a mi lado.
-Ni se te ocurra acostarte en el sofá, ve a la cama.- me ordenó, imbécil.
Me dirigí a su enorme cama, me acosté y me arropé. Tenía su rica fragancia, cómo a los 15 minutos después salió del baño, se acostó en la cama y apagó la luz.
La luz de la luna iluminaba la habitación, estaba muy linda, pero no me dejaba dormir. Estaba buscando un posición cómoda pero no la encontraba, estuve así como por 45 minutos.
-¿Puedes dejar de moverte?- preguntó Naoya.
-Lo lamento, no puedo dormir.- dije, sentí cómo se giró en mi dirección.
-¿Quieres que te canse?- preguntó juguetón.
-Eso quisieras estúpido.- éste se acercó a mí y me envolvió en sus brazos.-¡¿Qué crees que haces?! ¡Suéltate!- le ordené pero me ignoró.
Mi rostro estaba en su cuello, mis manos tocaban su pecho desnudo que subia y bajaba un poco agitado. Su aroma invadía mis sentidos, era algo demasiado agradable, ¿qué demonios estaba haciendo? Él se alejó un poco y me miró, su rostro estaba iluminado por la luz de la luna y joder, se veía muy atractivo. Me sonrió, no pude apartar mi vista de sus labios, ¿qué me estaba pasando? La verdad es que no había dejado de pensar en el beso entre Naoya y yo, me estaba causando algo diferente. Pero a mi me gustaba Gojo... eso creo. Naoya se acercó un poco más a mi rostro.
-¿Nerviosa?- negué con la cabeza, mentí.
La punta de nuestras narices se tocaban, estaba tan cerca de sus labios, estaba confundida, ¿qué hago? sentía un gran impulso en besarlo, no sabía si eso era lo correcto pero.... sin pensarlo mucho acorté la poca distancia que había entre nosotros uniendo nuestros labios. Comenzó con un beso suave y gentil, pero después de un rato empezaba a subirse de tono. Él lentamente se fue acomodando sobre mí. Naoya dejó de besarme por un momento.
-Y eso que me odias.- dijo
-Lo hago.- el rió.
-Si esa es tu forma de odiar, espero que me odies cada día más.- dijo y volvió a unir nuestros labios. Mis labios y mi cuerpo le seguía el juego, me estaba debilitando ante él.
Comenzó a bajar sus besos a mi cuello el cual mordía levemente haciéndome jadear, lo que pareció gustarle. Nuestra temperatura corporal comenzaba a aumentar.
-Naoya.- jadeé su nombre y él me miró.
-Dime.- me dió un pequeño beso en los labios.
-Vamos a detenernos, por favor.- dije colocando mis manos en sus pectorales. Sonrió.
-Lo que digas.- volvió a besarme pero con pasión.-No haré nada que no quieras.- dijo sobre mis labios, luego se acostó a mi lado envolviéndome en sus brazos. Ahora estaba más avergonzada, por poco y me enlío con Naoya.
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Paradise (Naoya Zen'in)
FanficEl amor puede hacer que las personas cambien para bien o para mal. En el caso de Naoya Zen'in al conocer a Hatsumi Hirawa, ese hombre inmaduro, machista, narcisista y odioso fue cambiado a un mejor ser por una mujer que le hizo sentir el verdadero...