"Desdichados de aquellos que no conocer su suerte e ignoran su privilegio porque entonces, yo, el viento violento y feroz, me haré cargo de arrancárselo"
El día era cálido, el sudor se le pegaba en la camisa de Sol, los rizos volaban con el aire, sus pies colgaban del techo, tenía alrededor seis botellas de licor vacías, la séptima estaba a la mitad, era su pequeña colección de todo el mes, sentía un extraño apego a ese montón de basura, se había planteado varias veces deshacerse de ellas, pero no podía
Se llevó a los labios un papel dorado enrollado que estaba lleno de hermonita, una flor bastante popular (e ilegal) en todo Dinorah que le permitía relajarse, tenía que cuidar sus dosis si no deseaba alucinar, era como si aquella cosa le llenará la mente de humo durante varios minutos y desconectara su cerebro durante un par de horas, se sentía atontada y con ganas de reírse de todo, era mejor que estar enojada todo el tiempo
La princesa sonreía, no se podía sentir más llena, una hermosa vista hacia todo Dinorah, nadie la molestaba, podía estar ebria sin que nadie le llamase la atención o sin esas miradas prejuiciosas, incluso la hermonita estaba comenzado a hacer efecto, su cabeza ya se sentía como un globo
Y volar
La hermonita junto con el licor no era una buena combinación para los torpes o quienes llevaban poco tiempo consumiendo esta planta, por algo estaba prohibida ¿No?
La ira la dormía como a un dragón, la tristeza desaparecía y la creciente soledad que la apuñalaba constantemente simplemente se escondía, estar ebria era sinónimo de estar feliz, contenta
Si juntábamos esa grata sensación a el humo que desprendía la hermonita y el cómo sentía adormecido su cerebro con cada calada era estar en el punto máximo, su mente estaba tan perdida como para pensar más allá del momento
Justo lo que necesitaba
Sol le dio un gran sorbo a su botella, nunca era suficiente. Amaba la sensación del alcohol en su garganta, bajando lentamente hasta expandirse por toda ella.
Todo su cuerpo parecía suplicarle a gritos aquella basura que se consumía en su boca lentamente, ya había pasado la etapa de negación, sabía que tenía una adicción y le importaba poco, sería todo lo adicta que hiciera falta si con eso podía estar tranquila
Miraba a la gente de abajo caminar hacia el castillo para realizar sus deberes diarios, algunas mujeres con hermosos vestidos de seda y bellísimos colores, niños jugando cerca del castillo, hombres hablando entre ellos, ancianos cortando flores...todo tan normal, tan normal para la gente de Dinorah, incluso para la propia Sol. Se reía con cada sorbo de su botella, había llegado al punto exacto donde estaba el límite de estar consciente de sus acciones
Estaba en la parte alta del castillo, encima de las tejas, apoyada en una teja chueca. El castillo tenía sus propias mallas y seguridad para evitar accidentes, pero esas estructuras metálicas no la dejaban ver todo el panorama si se acostaba, no tenía mucho que empezó a saltar del otro lado para acomodarse entre las tejas del castillo
Encontró apoyo en una teja chueca que permanecía pegada al techo por un clavo duro oxidado y al principio Sol temía caerse desde esa altura, resbalar y caer, pero con el paso del tiempo ese miedo se fue desvaneciendo como si nunca hubiera existido, siempre y cuando pise la misma teja chueca todo estaría bien
Tomó una de las botellas vacías que tenía cerca de ella, su mano envolvió el cálido vidrio, sentía como su cuerpo se negaba soltarla, necesitaba soltar, necesitaba deshacerse de toda es basura, de todos modos podía consumir después más, segundos después la aventó con fuerza hacia abajo, parecía un proyectil en picada, cuando la escucho estallar en miles de pedazos no pudo evitar carcajearse
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Eclipse
FantasyEl mundo se ve gobernado por siete deidades principales, quienes se encargara de mantener el control y equilibrio en el mundo, siempre y cuando no hagas enojar a los dioses todo te será perdonado Mantén la cabeza gacha cuando hablen Silencio cuand...