Capítulo 16

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Dulce mi niño, que sus ojos cierra para descansar, sueña con las estrellas y ríe con la noche, siente seguro por que tu madre te cuida por completo...

-Extracto de la nana de Luna


Moon tenía problemas para dormir al menos cuatro veces por semana, no seguían un patrón especial o predeterminado, solamente había noches en las que no importaba cuanto tiempo cerrara los ojos no podía conciliar el sueño, era como si se le escapara por los dedos, se le escurría y él no podía hacer nada para retenerlo

Lo irónico es que siempre se sentía cansado y sin ganas de hacer nada, su mundo era un caos y el chico no tenía idea de por dónde empezar a ordenarlo

Se sentó en el borde de su cama sin mucho animó, aunque bostezaba y sus ojos se sentían pesados no podía dormir, simplemente su mente parecía negarse a descansar. Miraba al suelo, sus pies descalzos que ya no le incomodaba el frio por que terminaron acostumbrándose después de haber dado varias vueltas por la habitación, su mente estaba en blanco y una sensación de insatisfacción lo consumía por completo

Se entretuvo mirando los cortes en sus tobillos, tenía seis y seis, no le gustaban los números impares, estaban ya cicatrizados y no le dolía tocarlos, aun recordaba que allí fueron sus primeros intentos de suicidio cuando tenía trece y creía que cortándose los pies se moriría o algo por el estilo

Un año después se decidió a ir por las muñecas y ahora...ahora tenía vendado el estómago, a la altura de su ombligo, fue Ferguson quien personalmente lo había atendido, aún se sentía arrepentido de todas esas cosas que le dijo al guardia, de toda la rabieta que le hizo

¿De qué le servía estar despierto si eso era lo único en lo que pensaba?

Soltó un suspiro de cansancio y se dejó caer de espaldas en la cama, cerro los ojos con fuerza, rezando a todos los dioses que conocía por que le ayudaran a conciliar el sueño, se pasó las manos por la cara

Se levantó de un brinco cuando una brisa helada le erizo la piel, normalmente usaba un pijama completa, pero esa noche no estaba de humor así que solamente estaba con su ropa interior puesta, su pecho delgado estaba casi desnudo, la vendas eran lo único que lo tapaban

Un leve sonido tintineante lo hizo estremecer, su corazón empezó a latir con fuerza

-Es interesante como los humanos pierden el sueño con tanta rapidez

Aquella voz lo hizo estremecer, era femenina y le causo una reacción de miedo, se dio media vuelta a su cama, una mujer hermosa estaba sentada en ella

Tenía el cabello más largo que jamás había visto y su vestido era negro y parecía tener toda la constelación en él, las estrellas se movían mientras ella seguía sentada mirado directamente al joven, Moon sintió que él aire de los pulmones se le iba por completo, la riza de ella fue encantadora

-Pero no me mires con miedo, después de todo soy tu madre

-Luna

-Dime mamá, me hace sentir más cómoda

- ¿Qué...?

La diosa sonrío levemente, se desvaneció por completo y volvió a aparecerse ahora del lado de la cama del chico, ella lo tomo de la mano y lo incito a sentarse junto a ella, Moon sintió su piel arder, era como si hubiera metido la mano entera en una cubeta llena de nieve

-Mira que grande te has puesto, la última vez que nos vimos era un ser diminuto, me encanta como es que los humanos crecen

Moon no encontraba palabras que fueran adecuadas para hablar con la diosa, era la primera vez que él recordara que la tuviera de frente, su cuerpo se sentía pesado y su garganta tenía atorado un quejido, entre dolor y placer, era ella

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