Capítulo 9

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"Mis sueños son cada vez peores, él me abandona, ella me deja, ellos se van, todos avanzan, sus vidas siguen su rumbo y yo sigo donde siempre mirando a todos triunfar y yo...yo sigo parado en el mismo punto en el que me encontraron, dime tierra ¿Soportas que siga en el mismo lugar?"

Moon temblaba, estaba frente al lavamanos de su baño privado, no quería mirarse al espejo, no soportaba mirarse a los espejos después de lo que sucedió con Ferguson

Podía sentir a su reflejo reprocharle, podía sentirse tan pequeño y culpable que deseaba desaparecer, estaba tan arrepentido que temía que le mundo se le fuese a venir encima

Aunque habían pasado casi dos noches desde su último intento aun sentía el estómago resentido y la boca con un horrible sabor a medicamentos, ahora había perdido el apetito por completo, estas dos últimas noches se sentía muerto

Quería estar muerto

Esa noche era una de esas veces, había entrado vomitando al baño, esas noches donde las náuseas habían parecido de la nada, pero su mente parecía tener las respuestas

"¿No ves que esto es por causa del asco que te tienes a ti mismo?"

Tenía el estómago revuelto y la cabeza le dolía horrores. Sus brazos temblaban tanto que daban la impresión de quebrarse en cualquier momento. Pero Moon no solo quería que sus brazos se rompieran, quería romperse el entero

Tenía los ojos rojos y le daban comezón, la piel era tan blanca que podía verse lo verdosa y enferma que estaba por que estaba enfermo ¿no? ¿Sería cosa suya? ¿Estaba loco? Su mirada buscaba frenéticamente la pequeña caja negra

Lo vaciló un momento, no mentía, claro que lo había pensado, pero no fue suficiente, porque nada de lo que el hacia era suficiente

Se abalanzo a el pequeño mueble que estaba debajo del lavamanos, abrió las puertas de par en par y empezó a rebuscar esa caja negra con una desesperación alarmante

Era ahora o nunca, se conocía, sabía que se arrepentiría si no lo hacía ahora

Encontró la caja perfectamente conservada debajo de unas pastillas de jabón, desató el moño gris que estaba en la tapa e impedía que se abriera, una nota cayó de la caja, no le tomo importancia

La afeitadora brillo bajo la luz de la luna, las navajas se veían tan prometedoras que casi sintió un alivio cuando saco una de ellas, tuvo el intrusivo pensamiento de tajarse el cuello en ese mismo instante

Pero su cuerpo tembloroso no tuvo el valor, la navaja se movía frenéticamente en sus dedos, todo el parecía estar a punto de colapsar

Y colapso, se subió la camisa tan rápido como pudo, sostuvo el borde de ella con los dientes, su respiración era agitada y violenta, su estómago se movía rápidamente de adentro hacia afuera, desde ese punto se pudo ver las costillas

"Aco, asco es lo que das"

Con la mano temblorosa acercó la cuchilla cerca del ombligo, era la primera vez que se lesionaba el estómago, pero necesitaba pasar desapercibido, necesitaba que su mente pensara en algo que un fuera esa ansiedad creciente de su pecho, las muñecas y tobillos ya las tenía vendadas, Ferguson se había esmerado en curar sus heridas

No buscaba esta vez morir, era diferente el sentimiento, era más doloroso, quería que el dolor sustituye todo lo que su mente no podía hacer a un lado, quería pagar por lo que le habían hecho a Ferguson, quería sentirse como él se había sentido, si era tan débil como creía entonces no lo haría, no habría corte

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