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El gran comedor, era un lugar sin duda hermoso.

Se trataba de un gran salón con cinco mesas. Una que dedujo, era para el director y profesores que era la que estaba al fondo. Las otras cuatro, pertenecían a cada una de las casas del colegio donde se sentaban los estudiantes de dicha casa.

Por el momento no sabia cual era cual. Solamente podía diferenciar a la casa de
slytherin. Ya que Severus, Black pequeño, Cissy y Lucuis estaban sentados en ella.

Verde era Slytherin.

Al mirar hacia arriba pudo observar cientos de velas suspendidas en el aire.
Intento ver el techo, pero este parecía inexistente, haciendo la falsa ilusión de que podías ver el cielo estrellado.

La cual, hubiera creído si no fuera por qué el comedor se encontraba en la planta baja del castillo.

-Atencion!

El silencio se apoderó del lugar.

La mitad de los alumnos parecían aburridos, como si no les interesará en lo más mínimo donde quedarían los nuevos. Por el contrario, la otra mitad estaba atenta a cada movimiento de los de primero.
Sentía lastima por los niños, parecían realmente nerviosos. ¿Y como culparlos? Por lo que sabía, este momento podría marcar sus vidas para siempre.

Ella, aún no parecía haber sido vista. Después de todo, estaba al fondo y su apenas metro sesenta no ayudaba mucho. Si bien, era por diez o veinte centímetros más alta que todos, los conos de tránsito (sombreros espantosos) que llevaban puestos los niños hacia que fuera imposible verla.

Incluso se cuestiono si el problema era ella. Era consiente de que es su mundo también se vestían extravagante. Pero....los sombreros eran extraños, ¿quizás porque los estubo idealizado según el estándar muggle?

Sus pensamientos fueron cortados al sentir una mano tomando fuertemente la suya.

-No te preocupes, todo saldrá bien.

Las palabras de aliento del pequeño pelirrojo le parecieron la cosa más adorable del mundo.
El se notaba extremadamente nervioso pero aún así se hacía el valiente y le daba ánimos.

Se hincó levemente para estar a su altura.

- Si, todo saldrá bien. ¿De acuerdo? No tienes que sentirte presionado. Cuando te llamén, ve con tu cabeza en alto y sin miedo.

Los ojos del menor brillaron, la manera de hablar de la pelirrosa le transmitió una calma y seguridad que no sabía que necesitará.

Iba a agradecerle cuándo se cucho la voz de la profesora nuevamente. Explico como se realizaría la selección.

Pero algo llamo la atención de ambos al ver el taburete en el que reposaba un viejo sombrero.

A este, pereció salirle una boca.

Y empezó a cantar.

¡El maldito sombrero cantaba!

Y por desgracia, no sé callaba.

"Oh, podrás pensar que no soy bonito,

Pero no juzgues por lo que ves.

Me comeré a mí mismo si puedes encontrar

Un sombrero más inteligente que yo.

Puedes tener bombines negros,

Sombreros altos y elegantes.

Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts

Y puedo superar a todos.

No hay nada escondido en tu cabeza

Una kunoichi en Harry Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora