Una kunoichi en Harry Potter

Capitulo 11

Sakura y Severus caminaban por la estación Kings Cross, la cual, estaba replenta de gente. Pero ninguna fuera de lo "normal". Almenos para la vista entrenada de la pelirrosa.

Lili, alguna vez le explicó que había que atravesar una pared, para llegar a el dichoso andén 9¾. Porque este no era accesible para las personas sin magia.

-Es aquí. - fue todo lo que dijo su compañero, al momento de quedar enfrente de un muro.

Sakura, con mucha seguridad dió un paso al frente.

Grabé error.

Se dió la cabeza en el maldito muro. Indignada miro a al chico con una mirada mordaz.

-Parece que me equivoqué.- comentó Severus, intentando contener una pequeña risa.
Y dirigiéndose al muro contrario.
-Este si es-.

-No es por desconfiar- el tono irónico de la chica se hizo notar. - Pero pasa tu primero Sev.-

El pelinegro solo emitió un gesto de diversión y transpaso el muro sin mayor problema.

Siendo seguido por la ojijade.

***************************************

Narra Sakura

Al momento de transpasar el muro, tuve que cerrar los ojos unos segundos por el cambio de luz.

Y al enfocar la vista, las diferencias entre una estacion y otra se hicieron notar.

Está, parecía ser más movida y colorida. Los ropajes de los magos eran caóticos, algunos por otro lado vestían tunicas de materiales exisitos, con abundantes joyas.

Muchos niños corrían de aquí a haya con sus equipajes. Era una suerte que Eillen les hubiera encogido sus maletas. De este modo andaban de manera más cómoda.

-Sev, sería bueno ir a buscar algún lugar disponible en el....tren?- la palabra "tren" aún era algo que la tenía confusa.

El solo la miro un momento, antes de reponer un leve "si".
Para luego tomar su mano alegando de que podía extraviarse.

Esto le pareció extremadamente dulce a la Haruno.
Pero aún así no dijo nada, en realidad, era algo bueno. Ella podía mirar a su alrededor impresionada con la estructura del tren, mientras el la guiaba a algún vagón para sentarse a gusto.

Planeaba hacer un par de informes con todos los detalles que pudiera recopilar hacerca del tren.
Ahora que todas las naciones se encontraban en paz, un medio de transporte y comunicación entre ellas sería maravilloso. Además de fortalezer mejor el vínculo.

Estaba tan consentrada en eso, que no sintió cunado su amigo paro en seco.

-Severus, que alegría verte.- una voz a la que atribuyó a un hombre. Se escucho por el pasillo.

Severus era más alto que ella. Y pesar de ser bastante flaco también era más ancho, por lo cual quedaba totalmente escondida por el cuerpo ajeno.

-Snape.- otra voz de un hombre joven se escucho a modo de saludo.

- Preparado para otro año aguantando a los insufribles de Gryffindor?- está ves, fue la voz de una mujer. Se escuchaba algo chillona, pero con clase. A decir verdad, las tres voces sonaban con clase. Y aunque no pudiera ver a ningúno, deducía que también tenían una postura imponente.

Y, apesar de que las voces sonarán amigables, Severus sujeto su mano con algo de fuerza. Parecía ser que no queria que la vieran. Y la pregunta era,

¿Por qué?