Capítulo 17

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El aire frío de la noche chocaba con su rostro

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El aire frío de la noche chocaba con su rostro.
La luna llena empezaba a divisarse cada vez con más claridad, siendo acompañada por miles de estrellas, las cuales parecían pequeños puntos blancos salpicados en alguna tela de un azul muy oscuro.

En resumen, un momento hermoso.

Había subido a una parte del techo, en el cual tenía vista no solo del cielo, sino de buena parte del patio.

Evitar que alguien la viera fue realmente fácil.
Y como sabía que sería una noche larga, con ella, tenía una manta,un bolígrafo, papel, una cámara de rollo, la cual Elaine le había regalado, una canasta con comida que sobró de la cena y obviamente, la carta arrugada que nunca sacó de su bolsillo.

¿Naruto estaría también mirando el cielo?

Era extraño, por más que se lo imaginara. Cuando pensaba en su amigo mirando el cielo, le era imposible imaginar una noche, oscura o con luna. Simplemente, no podía. Se imaginaba un cielo azul como sus ojos, el cielo despejado y un sol tan brillante y cálido como el mismo Uzumaki. Era imposible no asociarlo con la luz, de tal manera, que sentía que desencajaba totalmente con un paisaje diferente.
Y las veces que recordaba salir con el en las noches, ya sea por qué salieran a comer después de un largo turno de trabajo o cualquier cosa. Las calles estaban iluminadas, ¿O acaso el rubio era quien daba toda esa luz y calidez a sus recuerdos?

Quizás.

Quizás, después de todo, el era su ancla.

Ambos lo eran.

Ella lloro en su hombro. El le contó sus más profundas inseguridades.

Ellos se apoyaron.

Se ayudaron.

Sus ojos empezaron a picar al igual que su nariz y el pequeño temblar de sus labios, fueron las cosas que la trajeron devuelta.
No sabía cuando había comenzado, pero sus mejillas estaban empapadas.

Se acurrucó en la manta, mirando la luna, sin molestarse en borrar las lágrimas, nadie la vería después de todo.

Finalmente, luego de un largo suspiro, se recostó en las tejas, con la canasta de comida a un lado. Y se dejó llevar por los recuerdos.

___________

- Oye, ¿porque estás solo?- pregunto.

- Porque dicen que soy un monstruo.....pero te juro que no lo soy, no soy malo, no te hare daño.- el niño parecía asustado, desesperado y triste al mismo tiempo.

- No se porque dicen eso, pero si eres un monstruo, eres el monstruo más lindo que ví en mi vida.- la pelirosa le sonrió- Aunque cinco años no son una gran vida.- divagó.

- Entonces.....jugaras conmigo?- la esperanza bailo en sus ojos.

- Por supuesto, después de todo, se necesitan dos personas como mínimo para jugar a este juego.

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⏰ Última actualización: Oct 18 ⏰

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