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Es una mañana nublada y con mucho viento como es de costumbre en esta época del año en este viejo pueblo. A simple vista parece que no ha cambiado mucho, la plaza principal, su iglesia, incluso las viejas casa de los primeros pobladores todo luce igual que la última vez que estuve aquí, me pregunto, si su otra cara permanecerá igual de extraordinaria como siempre, al llegar aquí lo hice mediante el mundo terrenal y aunque me cause curiosidad no quisiera que más seres de los que deberían se enteraran de mi llegada después de todo solo estaré dos días.

- Maia- me llama la dulce voz de una chica peli blanco que se aproxima a lo lejos.

- Tania- digo su nombre alegre a la vez que yo también acorto la distancia para recibirla con un abrazo no había cambiado mucho desde la última vez que la vi piel blanca, labios rosados ese brillo hermoso en sus ojos azules unos centímetros más alta que yo y su caracteristico cabello blanco sin duda lo mejor de su país en una sola persona- te extrañe-- dije con una gran sonrisa.

- y yo también a tí - me responde dejando un beso en mi mejilla para luego soltar el fuerte abrazo- la verdad es que todos lo hicimos- confeso, pero la verdad no le creo.

- no creo que todos Tania- dije creando breve silencio.

- quieres que nos vallamos debes estar cansada por el viaje- pregunto a lo que yo asentí - quieres cambiar ya o prefieres esperar a que estemos en el lugar-

- cambiemos luego, se que no pasaron tantos años pero no creo que alguien me reconozca-

Y así fue caminamos sin problemas de que alguien me reconociera, supongo que es la ventaja de no haber sido tan social en todos los años que viví aquí pero, aun asi volver al lugar donde creciste te llena de sentimientos.

- ¿la nostalgia te está ganando?- me dijo Tania ofreciéndome un pañuelo fue cuando note el ardor en mis ojos, quería llorar.

- la verdad se siente extraño volver después de tanto tiempo y teniendo encuenta como deje las cosas - dije tomando el pañuelo para limpiar una pequeña lágrima traicionera.

- no te pongas triste por lo que se algunas entidades extrañaban tu presencia- dijo sorprendiéndome un poco.

- entidades encerio-

- te contare mas tarde, ya llegamos- dijo parando justo en frente de una vieja casa de dos niveles echa de ladrillos custodiada por un fuerte muro.

-es esa- pregunte y Tania asintió - sabes siempre me causo curiosidad esta casa-

- casualidades de la vida supongo - dijo la peli blanca.

- ambas sabemos que las casualidades no existen Tania- le respondí a mi amiga a lo que ella solo levantto los hombros restando importancia.

-estas lista- ella preguntó a lo que yo asentí y así hicimos el cambió y esa vieja y tan conocida sensación vino a mi.

La sensación de estar en un lugar conocido pero a la ves sentir que no, la calle se volvió más extensa, la naturaleza tomó más protagonismo enredaderas se podían ver en diversas partes, los árboles se veían más grandes y frondosos. Y miéntras que algunas construcciones nuevas aparecían llenando el nuevo espacio de esa amplia calle otras construcciones desaparecian totalmente cediendo su espacio a la naturaleza a su vez algunas de las viejas casas y negocios del lugar parecía haber sufrido una gran transformación, otras permanecieron igual.

En el caso de la vieja casa de ladrillos ahora se veía el doble de grande de lo que es en el otro lado y se perfectamente que al entrar en su territorio ese terreno se expandirá aún más, ahora en lugar de un gran muro la casa estaba rodeada por una gran reja y un jardín que parecía ser sacado de los mejores sueños primaverales haciendo contraste con la mansión que aún conservaba ese aire antiguo.

Éter: Cazadores De Lo Oculto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora