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— Como te sientes— pregunto la castaña al hombre postrado en cama.

—Mucho mejor— respondió el más animado— como te sientes tu Maia— interrogo el mayor analizándola la cazadora no se veía muy bien y seguro su cuerpo se lo estaba haciendo saber— deberías estar en cama— reprendió.



— Ahora soy la única que sabe como funciona este lugar— dijo distante— enserio quieres a siete cazadores deambulando por tus terrenos sin supervisión—

—¿te culpas por lo de Rosa?— preguntó viendo ese sentimiento reflejado en los ojos de la chica— en ocasiones tenemos que enfrentarnos a decisiones difíciles—

— La conocía desde que era una niña nunca mostró indicios, y casi mueres por su mano—  dijo confundida su cabeza en ese momento era un torbellino de emociones.

—El Egregor debió influenciarla, un pequeño susurro basta para afectar las decisiones de un terrenal lo sabes bien— le recordó—tomaste la decisión correcta al poner tu misión como prioridad, eso es lo que se espera de un cazador y no tienes por que arrepentirte—

— Ese es el problema— susurro ella— no tome la decisión en base a lo que era mejor para la misión o no— con pesar confeso— lo hice colocando en una balanza la vida de dos seres queridos— dijo con un nudo en la garganta y sin más que decir ella abandono la habitación, el viejo tenía razón su cuerpo le pedía a gritos seguir descansando pero con los chicos en la mansión no podía darse ese lujo.

Ningún cazador en la historia había entrado al terreno de un Regente a excepción de ella y cuando abandono la mansión para ir con los cazadores el viejo le ordeno guardar el secreto, así que ninguno de los huéspedes sabia a que posibles circunstancias podían enfrentarse. Por suerte Maia los conocía bien y sabía que sus estómagos eran más fuertes que la curiosidad de alguno de ellos.



— Para que servirá esto— Maia escucho la voz de Aron que provenía de la cocina y rápidamente se dirigió al lugar.



— Yo es tu lugar no tocaría nada, créeme lo aprendí por las malas— le dijo la castaña adentrándose en el lugar.



— Tu deberías de estar en cama— reclamo Hikari quien preparaba el desayuno.



— Con las manos curiosas del trío caótico en la mansión, no lo creo—



— Podemos lidiar con Aron y las chicas— aseguró Emir.



— Prefiero evitar que curar querido Emir, necesitas ayuda Hikari—



— No gracias con los chicos es suficiente tu quédate ahí y no te fuerces— ordeno amable la asiática haciendo que la castaña rodará los ojos y luego se dirigiera a la ornamenta por la que Aron preguntaba un minuto antes.

Al hacer sonar una campana que colgaba de esta varias entidades flotantes del tamaño de un duendecillo salieron de esta  listas para ejecutar las tareas de la cocina.

— Que se supone que son estas cosas— pregunto Emir, el moreno ya había visto Entidades sin una forma en específico pero que se lograban distinguir por su energía sin embargo era la primera vez que veía unas de ese tipo.



— Entidades domésticas, son creadas por los Regentes para servir— explicó encontrarán varios de esos ornamentos por toda la mansión solo toque la campana y ya está—



— No creo que sean tan necesarias, nos vamos mañana — dijo Hikari.



— ¿Se van tan pronto?—



— ¿Qué tu no?— pregunto Aron extrañado— hace unas semanas estabas loca por regresar a Tailandia—



— Si, pero aun tengo pendientes por resolver aquí—



— Ven a visitarnos de ves en cuando, de acuerdo— solicito la peli negro— o tendré que ir por ti — amenazó con vos fría y Maia sabía que no era en broma.



— Si señora— respondió al instante.



🌗🌗🌗

Maia.

Después del desayuno los chicos volvieron a sus habitaciones asignadas. Siguen siendo como aves nocturnas Después de todo, por mi parte no lograba conciliar el sueño sin importar q”e tan cansado estuviera mi cuerpo mi cabeza no dejaba de repetir lo que había pasado la noche anterior. Entonces decidí dejar la mansión y dar un paseo por el submundo, claro no sin antes activar unas precauciones de la mansión.

— Alguna vez podré escabullirse sola— pregunte a las afueras de la mansión y de la entrada de esta salieron dos personas.

— Ya pasaste muchos años sola pequeña— me dijo Nathaniel— además no podía dejar solo a este necio—  señaló a Oliver.


— Deberías estar en cama— regañe, usar el Éter no era lo mismo que usar el espejo.

— Mira quien habla— me respondió y yo rodé los ojos.


El camino se hizo más largo de lo esperado sin energía suficiente para trasladarse tocaba caminar por todo el lugar algo que por cuestiones de tiempo no era lo mejor en el segundo plano y las cosas eran peores cuando no sabes andar en el.

— Ya llegamos— informe parada frente a la entrada de una cafetería— busquen una mesa yo iré a pedir algo.

En cierta forma las cosas en el submundo no eran tan diferentes al mundo terrenal habían: negocios, casas, calles, algunos medios de transporte, incluso algunas Entidades nativas tomaban el rostro y el oficio de algunos habitantes del plano terrenal sin importar el punto de la historia de donde lo hayan sacado.

Estas cosas eran el aporte que brindaba el plano terrenal al submundo ya que este es una convergencia de todos los planos material o inmaterial todo converge aquí pero no todo puede vivir aquí, es el quien elije quien se queda y quien no sin importar si es bueno o malo.

—pensé que nunca vendrías— me dice la entidad cajera que también era la dueña del lugar, un poco amargada a mi parecer pero era buena— oí rumores sobre tu regreso pero no pensé que fueran ciertos—



— Ha pasado mucho tiempo, aun usas la energía de niños durmientes para amenizar el lugar— pregunto observando el lugar, era cálido, acogedor al igual que un dulce hogar.

— La energía de los niños es la mejor para armonizar un lugar pero no la tomo gratis— me recuerda— ellos vienen por su cuenta se pasean por el lugar comen y a cambio me brindan un poco de su energía, al igual que lo hacías tú— sonríe al decir eso al igual que yo— ¿Qué tal tú vida de cazadora? Ya eres una adulta ¿dejaste de buscar problemas innecesarios?— me siento en un interrogatorio.


— Mmm. Días buenos días malos, define innecesario— bromeo y ella mueve su cabeza de un lado a otro en negación hasta que se fija en los gemelos.

— Veo que ya no andas sola— dice obcerbando a los gemelos era como ver dos versiones de la misma moneda, Nathaniel se veía elegante y sutil con un envidiable cabello largo, y Oliver era más misterioso y oscuro de mirada penetrante.


— Parece que no— admito— quiero dos de esos— señaló unos postres de la vitrina— y para mi—

— Torta de triple chocolate, ya ve a sentarte enviare a alguien que les sirva— me ordeno y yo obedecí.


Los tres pasamos un buen rato en esa vieja cafetería  hablando cosas de nuestra vida actual y recordando los buenos momentos de la pasada hasta que casi llegó el atardecer y regresamos a la mansión ya que los demás despertarían pronto.

No lo admitiría frente a ellos pero me agradaba que de cierta forma volviéramos a actuar como antes claro que no había manera de volver a una relación con Oliver pero me agrada tenerlo como amigo y con Nathaniel bueno. Siempre lo considere como un hermano mayor me gustaba tenerlo cerca.

De regreso en la mansión vimos que Iván también estaba en ella sorprendiéndome no pensé que el viejo tolerará a un invitado más en sus terrenos.

— Supe que le diste una lección a Emir niño— dijo Nathaniel alborotado el pelo de Iván y tomándonos a casi todos por sorpresa.

— Repite eso creo que oí mal— le digo a Nathaniel sin creérmelo.


— No lo es— afirmó Hikari— Emir presionó tanto a nuestro niño que soltó una ola de energía que anulo el control de Emir por un rato por eso no pudo venir a ayudarnos—

Cabe destaca que Emir estaba algo avergonzado de que los demás nos enteráramos de ese detalle y no soltó ni una palabra.

Éter: Cazadores De Lo Oculto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora