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Cuando desperté sentí un frío que había quedado en el pasado.

Por este tiempo me acostumbré a despertar rodeada de los brazos de Hermione. A su respiración sobre mi cabeza o cuello dependiendo el como dormimos.

La miraba por eternos y duraderos segundos antes de que la luz del día la hiciera despertar si es que no había necesidad de despertador ese día.

Pero hoy..., hoy fue diferente. Desperté en un bloque de concreto llamado cama, una sábana tan delgada que mi soplido la mandaba lejos.
Y lo más importante, no estaba en casa.

No la vi a ella, o el clóset, o la mesa de noche.
Nada de eso.

Solo bloques de concreto, barrotes y una pequeña ventana que daba luz.

Me siento en la "cama", froto mi cara...

-¡Hijos de puta!- grito lanzándome contra los barrotes atrayendo a los guardias. Escupo, pataleo y maldigo, entran para someterme no sin antes dejar marcadas mis uñas en la cara de uno -Quiero ir a casa- ladro contra el piso -¡Quiero ir a casa, quiero ir a casa!-

Abro los ojos.
Tentador explotar así cuando lo único que quiero es gritar y llorar como la primera semana en Azkaban.

¿Pero de qué serviría? Solo les daría más razones de señalar. En este momento la única manera de desahogo es la imaginación en dónde tengo mi varita y acabo con todos los que nos quieren joder.

-Quiero ir a casa...-

Las horas pasan, el sol brilla más y los guardias se mueven de un lado a otro mirándome con un extraño asombro.
¿Razón? No la tengo, no importa para empezar.

Lo único que he hecho en todo el día es cerrar los ojos e imaginar estar con Hermione, mirando la televisión o viéndola leer sobre hechizos mentales para traer de vuelta a sus padres.

¿Qué estaríamos haciendo hoy?
Ya no quedaba mucha leche en el refrigerador, creo que teníamos solo media docena de huevos... ¡Si! También se estaba acabando el helado, nos quedaba una botella de aceite y... Olvidó algo.

-Tienes visita- llaman secuestrándome de mi comodidad. Alzo la vista y la veo ahí, tan parecida como diferente. Siempre creí que ella se parecía más a madre que yo, y no me equivoqué en nada. Aunque al final las dos somos casi que dos gotas de agua, y como todas estas, tenemos grandes diferencias.

-Bellatrix- dice mi nombre con una ira contenida. Lleva un vestido azul lago que le llega por debajo de las rodillas, su cabello suelto y castaño con canas la hacen ver (justamente) como madre.

-Tienes esa mirada- digo sin levantarme del piso el cual volví mi cama al sentirlo más cómodo -Madre tenía esa mirada fría, ¿No?-

-La tenía, si-

Sonrío en una mueca. Cierro una vez más los ojos esperando encontrarme con Hermione.

-¿Sabes el desastre que ocurre haya afuera?-

-Como puedes ver- me burlo abriendo los ojos -No, ¿Qué ocurre?-

-La señorita Granger hizo un gran escándalo. Tuvo una entrevista con Rita Skeeter en dónde admite las dos tienen una relación, además de explicar la "injusticia" de tu arresto pues hay gente del ministerio tras de las dos. Incluso mostró pruebas-

-¿Ella hizo eso?- me levanto tan rápido que me mareo, pongo mis manos y cara sobre los barrotes, como si pudiera salir. Quiero eso -Dime que es una broma-

-No lo es. La chica y sus amigos están de tu lado, ¿Puedes creerlo? Incluso ese chico al que le arruinaste la vida está con ellos-

-¿Longbottom?-

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