La sustituta

Cenicienta

Olivia

Nuestro viaje a las tiendas fue ajetreado, Hannah no dejaba de hacer preguntas acerca de como nos conocimos y de nuestra relación, solo dijimos que nos conocimos en la reunión, pero no quisimos decir que nuestros padres nos presentaron, ni tampoco que tal vez lleguemos a casarnos, no quiero que Hannah vea esa parte de mi vida

Cuando llegamos Hannah fue la primera en bajar y correr a hacia adentro, Alex y yo la seguimos

-¿Por qué no negaste lo que Hannah dijo antes en el hotel?- le pregunté

-Porque es cierto- su respuesta me dejó sin palabras- de cierta manera si trato de ganarte, porque quiero que te vallas conmigo

-En otro momento hubiera rechazado tu propuesta de inmediato, te hubiera dicho que no necesito tu lástima, que podía arreglármelas sola, pero ahora estoy confundida, no sé que hacer, solo sé que ya no quiero estar aquí

-¿Eso quiere decir que aceptas mi propuesta?

-Alex...

-¿Por qué tardan tanto?- dijo Hannah interrumpiéndome- el tiempo se agota- dijo empujándome hacia adentro

-Hablaremos después- dijo Alex mientras nos seguía

-Hablarán cuanto quieran esta noche, pero antes déjenme hacer mi magia- dijo Hannah entrando conmigo a una boutique

Pasaron horas y recorrimos la mayoría de las tiendas del centro comercial, pero ningún vestido le gustaba a Hannah, a mi no me importaría ir con lo que escogieron mi madre y Elena, pero ella insistía en cambiar mi atuendo.

-Recorrimos casi todas las tiendas de los ángeles, ¡¡¿Cómo es posible que no encontremos ni un solo vestido dorado que te quede bien?!!

-¿Por qué tiene que ser dorado?- preguntó Alex agotado

-Es es el color que se asignó para los integrantes de la familia

-Elige otro- me dijo decido- el que color que más te guste

-Pero...-estaba por negarme cuando se acercó a mi oído y susurró

-Si tu respuesta es la que espero muy pronto dejaras de ser parte de esa familia- su respuesta me dejó sin palabras- empieza a dejar de seguir sus órdenes

-Es una buena idea Alex- las palabras de Hannah me hicieron reaccionar- elige otro color amiga, ya vimos que el dorado no te beneficia, ¿Cuál es tu color favorito?

-Azul- contesté después de pensarlo un rato

-Azul, perfecto- me dijo Hannah llevándome de regreso a las tiendas- va con tus ojos y resaltará tu figura

-Buena elección- dijo Alex detrás de nosotros

Después de unas horas más encontramos un vestido que nos gustara a ambas, Hannah en ningún momento dejó que Alex me viera con el puesto, según ella porque quería que la primera vez que lo viera fuera en el baile, yo la reprendí porque Alex tenía todo el derecho de verme con el, pues él era que lo pagaría, Alex no insistió y obedeció a Hannah, él nos invitó a comer y luego nos llevó de regreso al hotel.

-Estás castigada, lo sabías- me dijo mi hermana al llegar, gracias a Dios que Alex ya se había ida a su habitación- te estás tomando muy a la ligera las órdenes que se te dan, no creo que a mamá y papá les guste este comportamiento

No pude responder ante sus palabras, pues me sentía muy avergonzada de que mi amiga tuviera que presenciar esto

-¿Eres su hermana o su carcelera?- dijo Hannah en mi defensa