Cupido

31 1 3
                                    

Jay

No puedo decir que soy la persona más honesta del mundo, pero si que soy un maestro disfrazando la verdad, esta vez no fue diferente, reamente no tengo ni idea si Livy está viva o no, a pesar de que le hice creer a mi hermano que si sabia, la duda me carcome el alma tanto como a él, pero la única diferencia es que el merece sufrir a un más, ella estaba mejorando, tenia más amigo ademas de mi y posiblemente tendría un novio, pero él vino y arruinó las cosas, no pudo con la idea de que su diversión terminara

Cuando mi hermano salió de la habitación lo perseguí por todo el hospital hasta que salió de el, lo seguí sin que se diera cuenta en el auto con Jared, no tengo idea de quien es y que relación tiene con mi hermano, pero estoy seguro que no quiere que nada malo le pase

-¿No deberíamos subirlo al auto y llevarlo de regreso?- me preguntó al ver que mi hermano ya llevaba un par de kilómetros recorridos

-No, quiero ver donde va- me hice el tonto, sabia perfectamente a donde iba, lo único que quería saber era que haría una vez que se encontrara ahí, porque no creo que le permitan verla, y por mucho que quiera verlo sufrir, no quiero que resulte herido ni mucho menos que muera

-Eso es obvio, va a la casa de la señorita

-Si es así, lo detendremos de inmediato- respondí decidido a sacarlo de ahí si se encontraba en peligro

A medida que avanzaba reconocí las calles, como dijo Jared, efectivamente iba a la casa de Olivia, bajé del auto cuando paró justo enfrente, corrí detrás de él al ver que entraba a la mansión, pero me detuve al ver que nunca entró a la casa, solamente se quedó hablando con una anciano en el jardín, por la distancia a la que estaba no pude oír bien de que decían, pero seguramente hablaban de Olivia, me escondí al ver que mi hermano salía de ahí, me desconcerté al verlo salir sin protestar, sin siquiera intentar, eso no es buena señal

-Disculpe- le grité al anciano mientras corría detrás de él- estoy buscando a Olivia

-Parece que hoy todo el mundo está interesado en ella- dijo con una sonrisa- ella está en su habitación

Sus palabras me tranquilizaron-¿Puedo verla?

-Puedo preguntar quien la busca?- me preguntó

-Soy Jay Rogers- le dije sin más

-A claro- me dijo con una sonrisa- sabia que lo conocía de algún lado, pase, pase joven- me dijo guiándome hacia la puesta de la casa- que bueno que vino, le hará bien a la niña ver a alguien conocido antes de irse- sus palabras me confundieron

-¡¡¿Irse?!!, a donde?

-Joven Jay, que bueno que llegó- dijo la nana que bajaba de las escaleras- tiene que convencerla por favor, hágala entrar en razón

-¿Qué pasa Juanita?- le pregunté al verla tan alterada

-Por favor, no deje que se valla- me suplicó, subí corriendo las escaleras hasta la habitación de Livy, la encontré recostada en su cama, se veía aun más demacrada que la ultima vez que la vi, parecía un cadáver, me acerqué a ella con miedo de haberla perdido, me tranquilicé cuando noté su calmada respiración, solo estaba dormida, jalé la silla de su escritorio y la coloqué a un lado de su cama, al otro lado de ella estaba un par de maletas preparadas

-¿Qué está pensando esa loca cabecita tuya?- le pregunté acariciando su mejilla, mi toque la despertó

-¿Qué estas haciendo aquí?- me preguntó mientras se despabilaba

-Lo mismo te pregunto yo, ¿no deberías estar en un hospital?

-Me cansé de estar ahí- dijo a modo de broma

La sustitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora