La sustituta

El inicio de todo: Parte 2

Olivia:

Will es muy especial para mi, la primera vez que lo vi fue afuera de las empresas de nuestros abuelos, antes de que se formara la alianza, estaba jugando con su pelota en el estacionamiento de la empresa de su abuelo, cuando tropezó y cayó, tenía un raspón en la rodilla, me acerqué a él para ayudarlo, pues cuando era pequeña siempre traía apósitos en mis bolsillos por que era muy propensa a sufrir accidentes, al principio se resistió un poco a recibir mi ayuda, pero al fin cedió cuando le dije que si no se traba sus intestinos se iban a salir por ahí, eso era lo que decía mi nana cada vez que lastimaba y me negaba a ser curada, limpié su herida con mi pañuelo y le puse un apósito, él me agradeció y se fue corriendo sin que tuviera la oportunidad de preguntarle su nombre o decirle el mío, o al menos preguntarle si podíamos volvernos a ver, pero no fue necesario pues el destino se encargó de volvernos a juntar, pero no en las mejores circunstancias.

El día que nos presentaron me sorprendí mucho al verlo, y mucho más cuando nuestros padres dijeron que se casaría con mi hermana, pero a pesar de eso estaba feliz de volver a verlo.

Cuando cumplí 15 años me regaló una pulsera de dijes y me dijo que si la usaba a diario mis deseos se harían realidad, en ella estaban los dijes de un trébol, mencionó que era para la buena suerte, una estrella para que aún en la oscuridad encontrara la luz, una pequeña llave para que pueda abrir las puerta que se me cerrarían en el vida, un dije de una caracola para que aprendiera ser paciente y un candadito en forma de corazón para que encuentre el verdadero   amor, mi corazón dio un salto cuando dijo esas palabras, me sonroje de inmediato y fue cuando me di cuenta que estoy enamorada de él, Will ha estado en mi corazón desde el primer momento, es mi primer amor, mi gran amor, mi amor imposible

Me encanta la forma en la que me sonríe aunque no lo hace muy a menudo, y la forma en la que es tan frío con todos excepto conmigo, algunas veces se ofrece a llevarme a la escuela en su auto cuando desayuna con mi hermana y mis padres, amo la forma en la que su cabello castaño se despeinaba con el aire que entra por la ventanilla del auto y más aun cuando sus lentes de sol se deslizaban un poco por el puente de su nariz, rebelando esos hermosos ojos verdes que me hacen suspirar cada vez que los veo. Por las tardes tomamos juntos clase de música, el ama tocar la guitarra y yo el piano, cantamos juntos a menudo, lo que más me gustaba de él es la forma en que me ve, sus ojos reflejan su sinceridad, su alegría y espero un día también su amor

Sufro cuando el sufre y lloro cuando el lo hace, quería estar siempre a su lado aunque era un lugar que no me pertenecía. Mi conciencia me impide rebelarle mis sentimientos, sé que no es correcto sentirme así por él, sobretodo por que él está comprometido con mi hermana, ella lo ama y él a ella, yo no podría ser capaz de interponerme entre ellos, Will probablemente me ve solo como su hermana menor y era yo la que ya se había inventado un cuento de hadas en su mente, ellos se aman, lo he comprobado en múltiples ocasiones

Una de ellas ocurrió cuando Will cumplió la mayoría de edad hicimos un viaje a la playa los cuatro juntos, Elena, Jay, Will y yo, fuimos en su auto , mi hermana se sentó a su lado en el asiento del copiloto, el lugar en el que yo había estado en varias ocasiones, Jay estaba a mi lado, y aunque intentaba conversar conmigo de vez en cuando, yo lo ignoraba pues mi mirada estaba clavada en las dos personas sentadas enfrente de mi, los veía tan felices, cualquiera diría que son la pareja perfecta, de vez en cuando Elena intentaba tomar a Will de la mano y él no lo evitaba, eso hizo darme cuenta de que la persona en su corazón no era yo.

Sin embargo eso no iba a ser excusa para alejarme de el, porque aunque él me viera solo como su hermanita, el siempre tendría un lugar en mi corazón.

Unos meses después su abuelo murió, quise estar a su lado, cuando llegué con mi familia a la funeraria, lo noté muy triste, saludó de mano a mis padres, a mi hermana y a mi, aunque intentaba ser fuerte en sus ojos ya rojos de tantas lagrimas, se notaba lo necesitado que estaba por un abrazo, quise acercarme a él pero mi madre me lo impidió, me tomo con fuerza del brazo y le dio un pequeño empujón a Elena para que fuera consolarlo

Al termino del funeral fuimos a la casa de los Rogers, al morir ya uno de los abuelos tendrían que apresurar todos los preparativos para la boda.

En ese momento salí de la habitación donde todos estaban reunidos, pues me resultaba muy doloroso escuchar como se planea la boda del chico que amo, la casa era muy grande y la recorrí analizado mis sentimientos con cada paso que daba, cuando llegué al jardín vi una silueta que me pareció muy familiar, al acercarme comprobé que se trataba de Will, estaba mirando las rosas que recuerdo plantamos con su abuelo, lentamente puse mi mano sobre su espalda, aunque el es mucho más alto que yo hice un intento para darle unas pequeñas palmaditas y notara mi presencia.

Cuando por fin volteo a verme, le di una sonrisa a boca cerrada, él se giró para tomarme del brazo y jalarme a los suyos, puso sus brazos sobre mis hombros y me abrazo pegando mi cuerpo con el suyo, yo le correspondí el abrazo, sabia cuanto me necesitaba en ese momento y no pensaba dejarlo.