La lutte

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Gregory tenía un pánico que nunca había sentido; El de ser pillado. No era de esas personas que hacían cosas malas, era educado y tenía modales.

Se quedó mirando hacía los detectores de incendios cuando una mano le tocó el hombro.

-Nous pouvons encore le réparer!.- 

Era el chico. 

Gregory, se sorprendió de verlo ahí, y más notar que no tenía su voz irritada como siempre, le había hablado normal. No soltó ni una palabra y lo siguió corriendo por el pasillo.

-¿Cómo lo sabías?-

-Noté que iba algo mal, así que volví. Debí haberme acordado de decirte que rompieses los malditos detectores antes.-

El chico extendió la mano hacia Gregory sin mirarlo, le entregó las llaves de administración y subió unas escaleras.

Gregory rezagado vio como el pelinegro agarraba una llave inglesa para volver a bajar las escaleras. Soltó un suspiro y bajó las escaleras con él. Volvieron al pasillo corriendo.

El chico le hizo una señal para que Gregory se situase al otro lado del detector que aún chorreaba agua. Lanzó la llave inglesa y consiguió romperlo. Hizo lo mismo con el segundo y luego con el tercero.

-Solo falta el último y podremos incendiarlo de nuevo.- 

Ambos se situaron debajo del detector de incendios, el niño asintió y se preparó para lanzar la llave inglesa cuando un estruendo sonó en dirección a las puertas delanteras.

-¿Qué diablos?-

Ambos se quedaron inmóviles, con la ropa y el pelo empapados, como si se acabaran de duchar por 2 horas seguidas. Se quedaron con los ojos como platos cuando vieron al director PC de brazos cruzados mirando a ambos niños.

-¡Fue él!- Dijeron al mismo tiempo

-Mierda, me van a castigar otra vez- Maldijo el chico mientras salía corriendo



2 horas después


-Y por eso creo que sería mejor alejarlo de sus amigos.- Finalizó el señor Mkay

Los padres de Gregory estaban de brazos cruzados mirando a Gregory, pensando cual sería su castigo.

-No te alejaremos de tus amigos esta vez porque has sido un niño muy eficiente.-

-Pero la próxima vez, nos aseguraremos de que no salgas a menos que sea para ir al colegio.- Finalizaron seriamente

Al fin, los padres de Gregory se fueron y dejaron a Gregory en el despacho con el señor Mkay, quien lo dejó irse.

-Qué capullo..- Masculló

Gregory solo pensó en una cosa. Inmediatamente miró a ambos lados y con suerte todos estaban en clase o en los baños. Caminó sigiloso por el pasillo, en cada esquina miraba con sigilo hasta que llegó a la puerta de emergencia y bajó la mini escalera.

Siguió hasta doblar la esquina, dónde rápidamente se encontró con el chico. 

La primera cosa que le pasó por la mente fue el pegarle una paliza, pero ¿Le gustaría desquitarse con él y se sentiría a gusto si lo hiciera?

-¡Hey!- Dijo dirigiendose a él

Pareció no escucharle cuando volvió a repetirlo y levantó la cabeza para dirigir su mirada a Gregory.

Vous sentez-vous aimé ? - GregstopheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora