Vous sentez-vous aimé ? - Gregstophe

Garçon de chien

Gregory dio media vuelta y se encaminó de nuevo dentro de la escuela, cuando entró al pasillo, ya estaba sonando el timbre de cambio de hora. 

No pudo parar de pensar en aquel chico con esos ándares tan poco elegantes para su comprensión, tan sólo quería volver a encontrarselo para decirle en la cara:

"¿Acaso no te bañas? Querido, solo arréglate!"

No se pudo imaginar como están sus pulmones además "Que vocalize antes de hablar" pensó.

De repente una voz familiar se dirigió hacía él amigablemente.

-¿Gregory, a dónde habías ido?-

Gregory volteó, para encontrarse con Pip. Casi pensando que lo invadiría de preguntas, solo limitó a volver a hablarle.

-No te preocupes, Damien es así, tal vez en otra cosa puedas sacar un 10, nadie es perfecto de todos modos.- Dijo con prisa -La próxima clase está al comenzar.-

Pip fue en un paso rápido hasta su clase. Gregory, tan solo miró el horario y suspiró apretando el papel. Su día no pudo ir a peor, su peor enemigo le tocaba en esta clase; Eric Cartman.

Gregory, entró a la clase y se sentó al final, dónde evitó no decir ninguna palabra. Al cabo de un rato, uno de los amigos de Cartman, habló:

-¿Acaso el cerebrito de la clase no sabe la respuesta?-

Procuró ignorar, pero Cartman saltó detrás:

-¡El gato le mordió la lengua posiblemente!- Dijo burlonamente

-¡Calla, culo gordo!- 

-Cuidado rubio, no te esponjes- Rió éste

Solamente ignoró de nuevo, no quería más problemas de los que ya tenía, atendió a la clase  mientras los alumnos seguían burlones con el profesor. 

Al cabo de un rato, tocó el receso. Gregory salió de la clase y se dio cuenta que Pip lo estaba esperando junto Damien y Estella. Antes de que pudiesen verlo, abrió la puerta de una sala y cerró la puerta detrás de él; No estaba de humor para compartir conversación con sus amigos.

Observó a su alrededor y era una sala totalmente vacía, excepto por unos cuantos muebles. Prendió la luz y se dio cuenta que era una habitación con dos salas, mientras iba caminando hasta el final de la sala pensó:

"-Tal vez es una habitación para guardar muebles.-"

Mientras avanzaba, se le metió de nuevo a la boca ese familiar pero fuerte olor a humo, ya que estaba en un espacio cerrado, era difícil respirar pero avanzó hasta el origen del humo y para su sorpresa, se volvió a encontrar a ese extraño niño de la otra vez.

Estaba sentado, apoyado entre una mesa, parecía totalmente relajado, hasta el punto de creer que estaba durmiendo, pero aún así tenia ese dichoso cigarro en la boca y sus brazos detrás del cuello.

-Joder, tu otra vez.- Dijo molesto -Vas a matar a alguien se sigues fumando querido, y más en un espacio cerrado.-

Pero pareció no oírle, y menos importarle.

-No puedes ir por la vida ignorando así a la gente.- 

-Y menos sin bañarte, captaste?- Añadió.

Aquel niño solo se estiró y tuvo otra calada del cigarro, Gregory, solo se limitó a repetir lo mismo.

-No creo que sea bueno para tu salud a tan corta edad.-