La Leyenda De Semira

Alianzas

- Ella es mi hija, la princesa Hazel.
Hazel rápidamente extendió la mano hacia Leo a modo de un saludo informal.
Leo tomó su mano con una sonrisa, Hazel también sonrió agradecida, pero además de la formalidad y del hecho de que Leo era el príncipe heredero más importante de estas tierras, Semira notó algo más que solo admiración en la mirada de Hazel, había un interés más profundo de ella hacia él.

Cuando Hazel finalmente soltó la mano de Leo la princesa Hazel se dirigió a Semira con una respetuosa reverencia.
Semira simplemente asintió en respuesta.
La voz de Leonor interrumpió el momento:
- Rey Amán, nos gustaría conocer la situación desde el punto de vista del reino del Alba.
El rey se dio la vuelta prestando atención a Leonor.
La reunión fue extensa, a pesar de esto Semira no logró descubrir nada nuevo, lo que realmente la intrigaba era el hecho de por qué razón era que el Reino de Naridian no había sido tocado. ¿Qué fuerza lo protegía de la oscuridad? Era hora de averiguarlo.
Semira escuchaba atentamente las palabras de Amán cuando este tocó un tema interesante. La hechicera de Dark, Ravenna.
- Esa bruja mató a todos los nobles del reino del Sol y guardó su sangre dorada y ojos en vasijas, nadie sabe que es lo que hace con eso.
Leonor entonces dijo mirando a Leo a los ojos:
- Ravenna robó el corazón de mi hijo, también el de los demás nobles de Fortaleza León, no sé la razón por la cual Dark le prohibió hacer lo mismo conmigo, Leah y Eszra.
Leo estaba muy pensativo, trataba desesperadamente de encontrar la razón de esto ¿era un simple capricho enfermo o acaso era algo más profundo?.
Ágnes y Assa también estaban presentes simplemente escuchando.

Una vez terminada la reunión el rey Amán se propuso retirarse asegurando que apoyaría la causa, pero que no podía poner en peligro a su gente por lo que sería bajo las sombras, una vez Leo y Semira tengan el apoyo suficiente él se unirá oficialmente.
Él dijo entonces:
- Para asegurar mi palabra les entrego a mi hija, la princesa Hazel como seguro de mi promesa. Ella estará al servicio del príncipe Leo en señal de alto respeto.
A Semira no le hizo mucha gracia, sabía perfectamente lo que el Rey quería lograr con esto. Los príncipes no pueden convertirse en reyes al menos que estén casados, esa es la ley en todo el Imperio, claramente quería asegurar el surgimiento de su reino a través de una alianza matrimonial con el reino más fuerte del Imperio, Hazel tiene una misión específica aquí. Si nuestros planes funcionan y nos liberamos de la oscuridad esa alianza sería demasiado beneficiosa, viejo astuto, tiene una visión demasiado grande - Pensó Semira.
Una vez el rey se fue Semira observó a Hazel, era bonita fue su pensamiento.
Semira no dijo nada más y se marchó a su tienda.
Al amanecer partirían finalmente a Naridian.

Priscila estaba muy feliz, pronto regresaría a casa, Ágnes la animaba mientras que Henry trataba de entablar una conversación con ella.
Assa y Magnus estaban alimentando a su águila mientras que Leo, Baltasar y Mérida estaban desaparecidos.
Semira observaba su sangre negra en el vial y su brazo casi sano.

Dark estaba sentado leyendo su gigantesco libro en silencio en una sala oscura, Ravenna apareció en el umbral de la puerta y observó la espalda de Dark en silencio. La voz de Dark se oyó:
- ¿Qué quieres Ravenna?
Ravenna se acercó lentamente y se arrodilló a su lado, entonces dijo:
- Estoy impaciente, me pregunto cuando finalmente harás algo, mi señor.
¿Por qué dejas al gusano convertirse en mariposa? ¿Por qué dejas al cachorro convertirse en un fiero león?
Dark cerró el libro con fuerza callando a Ravenna. Su tenebrosa voz respondió:
- Porque así lo quiere nuestro amo, quiere que sientan esperanza, quiere que crean que pueden ganar, pero es solo cuestión de tiempo para que se consuman hasta las cenizas.

Leo observaba el brazalete con incrustraciones en su brazo, por su cabeza pasaban muchos recuerdos de su infancia, recuerdos en los que siempre estaba Semira.
A Semira no le gustaba el hecho de que él fuera más fuerte que ella. Era muy competitiva.
Pero cuando crecieron ese disgusto de ella hacia él se volvió admiración.
Lo que Semira no sabía era que Leo sentía admiración por ella desde el momento en el que la vio.
El sonido de las ramas crujir sacó a Leo de sus pensamientos, él se dio la vuelta y vio a Hazel acercándose. Un brillo de decepción inundó sus ojos cuando vio que no era Semira.
Pronto sería la hora de partir y Leo aún no aparecía, Semira decidió ir a buscarlo al bosque pero entonces vio a Leo y Hazel salir juntos de este.
Semira entonces se dio la vuelta y decidió esperar en el águila.
Ágnes se acercó e informó:
- Tenemos un águila de sobra ¿Quieres montarlo?
Semira no pensó mucho y respondió:
- Sí, sería mucho más cómodo, gracias.
Ágnes sonrió y volvió a su águila.
Semira desmontó entonces Leo apareció y preguntó:
- ¿A dónde vas? ¿Olvidaste algo?
Semira se detuvo y explicó:
- Hay otra águila disponible, montaré en ella, será mucho más cómodo que compartir.
Leo levantó las cejas y dijo:
- Ah está bien, espero viajes cómoda.
Hazel llegó entonces con su equipaje y observó las águilas, su mirada rápidamente se dirigió a Leo y con una sonrisa preguntó:
- Leo ¿Puedo viajar contigo? No veo otra águila que tenga espacio para mí.
La cabeza de Semira rápidamente formuló:
- " ¿Leo? ¿Qué acaso no sabe con quién habla? Es una irrespetuosa"