" Los caminos difíciles conducen a hermosos destinos "
Tres días después de la caída de Fortaleza León;
El consejo estaba en pánico tras haberse enterado de la caída del Reino del Sol y de Fortaleza León, las casas más importantes y fuertes cayeron ante las sombras, el rumor corrió como el viento entre todos los Reinos y la desesperación se apoderaba de ellos, la reina Leonor había enviado una carta a cada Reino pidiendo que se sometan ante el nuevo régimen asegurando que de lo contrario parecerían bajo la mano de Dark, el nuevo líder de la alianza.
Los reyes y reinas estaban atónitos, todos conocían el carácter de la reina quien no bajaba la cabeza ante nadie, la amenaza y la presión que tenía debía ser extraordinariamente grande para su sumisión.
Algunos reinos se negaban a rendirse y en unión se defendieron pero lo pagaron muy caro, a pesar de la feroz batalla terminaron destruidos
Los gobernantes no estaban nada felices y peor aún la gente del pueblo que huía de sus tierras adentrándose en los bosques y en las montañas, la gente no quería que sus jóvenes murieran en las guerras ni tampoco que vivieran bajo el yugo de las sombras.
Los reinos se decidieron por someterse ante la caída de los reinos más fuertes y ante aquella carta excepto por uno, El Reino de la Luna quien la pasó muy mal.
Dark había perdido total interés en la princesa Semira tras matar al príncipe Leo, aunque su búsqueda continuaba ya no era la tarea principal.
La Ciudad de la Luz ya tenía conocimiento de lo que pasaba en tierra pero le importó muy poco, ellos no tenían ningún vínculo y mientras la Ciudad de la Luz siga segura nada interrumpe su paz.Baltasar y los gemelos habían compartido el camino hasta que llegaron al punto en que debían separarse, la relación del grupo mejoró bastante en muy poco tiempo:
- Fue un placer viajar contigo Baltasar - Aludió Magnus con una sonrisa genuina
- Sí vejete, después de todo eres muy buena onda, admito que extrañaré tu aburrida cara - comentó Assa
Baltasar levantó una ceja en respuesta y estrechó la mano alzada de Assa:
- Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar - dijo Baltasar luego también estrechó la mano con Magnus advirtiendo:
- Tengan cuidado, no hay lugar seguro en este momento a causa de la oscuridad, pero sobre todo, no hagan tratos con ella o lo lamentarán.
Magnus y Assa asintieron, sabían bien que era cierto.
Entonces Mérida abrazó a los hermanos quienes respondieron con reciprocidad a su gesto.
- Extrañaré tu deliciosa comida Mérida ¿no quieres adoptarme? - bromeó Assa
- ¿Quién no querría adoptarte? Vengan con nosotros, sería lo mejor para todosMagnus y Assa se miraron con algo de tristeza:
- Yo también lo creo, pero no podemos - Expresó Magnus
- Pero volveremos, prometo que los encontraremos - Dijo Assa serio, pero luego se mordió la lengua, habló demasiado.
Entonces Assa se arrodilló a la altura de Leo y le tendió la mano, este la observó un segundo y luego devolvió el saludo:
- Nos vemos, pequeño amigo - Dijo Assa con una sonrisa pícara
- Ya seré adulto para entonces - Respondió Leo y continuó - ya no seré pequeño
Claramente a pesar de todo Leo aún era distante y desconfiado de los hermanos, sobre todo de Assa
Assa sonrió y respondió:
- Tienes razón, mírate, probablemente seas más alto que yo, o tal vez no
Leo lo miró de forma hostil y sonrió con orgullo:
- Lo seré
Assa se rió y alegó:
- Veremos
Entonces Magnus apartó a su hermano para despedirse de Leo:
- Nos vemos amigo
- Nos vemos - dijo Leo con una sonrisa un poco triste mientras estrechaban las manos, obviamente se llevaba mucho mejor con él que con Assa.
Luego los hermanos miraron a Semira sin atreverse a tocarla, intentando despedirse mentalmente. Después de terminar Assa y Magnus intercambiaron miradas y despegaron al cielo de un solo aleteo.
La compañía observó el cielo durante unos segundos hasta que ellos desaparecieron por completo de la vista.
Baltasar subió al caballo y Mérida siguió su ejemplo, Baltasar cargaba a Semira siempre ya que al ser más pequeña y no poder sujetarse era más difícil trasladarla en caballo, en cambio, Leo podía aferrarse a la delgada cintura de Mérida.
Baltasar le había puesto el amuleto dorado a Semira, este amuleto hacía que encontrar su energía fuese una tarea imposible, el otro amuleto se lo dio a Leo por la misma razón, Baltasar cargaba una piedra de estas y Mérida también.
Lo que tardaría 5 días en vuelo tardarían 15 días en caballo, pasaron 4 días en compañía de los gemelos. La noche del séptimo día cuando todos dormían y Baltasar hacía guardia Baltasar escuchó un poderoso rugido, Baltasar creyó que esto despertaría a todos pero inexplicablemente hasta los caballos seguían dormidos, Baltasar se puso en pie y observó alrededor con atención. Durante alrededor de 5 minutos solo hubo silencio y no se veía nada alrededor, Pero pronto Baltasar pudo distinguir un par de ojos dorados brillantes destacar entre la oscuridad, Baltasar se tensó pero decidió no sacar la espada temiendo parecer una amenaza. Pronto el animal se acercó dejando iluminarse por la fogata, era un león enorme con un aura totalmente poderosa, era el león más poderoso que Baltasar haya conocido jamás.
Baltasar se puso de rodillas e inclinó la cabeza ante la bestia, la mirada depredadora del león se alisó un poco.
Baltasar se dio cuenta que ese rugido era el mismo que escuchó cuando escapó de la Ciudad del Sol. El león los ha seguido desde entonces.
Entonces el león dirigió su mirada hacia Semira y Leo quienes dormitaban tranquilamente.
Justo en ese momento el cuerpo de Baltasar se tensó, había detectado un enemigo cercano, uno de la oscuridad.
Un monstruo del tamaño de una persona se precipitó del bosque directo hacia los niños pero justo antes de que se acercara demasiado el león lo partió en dos de un solo mordisco, el ruido hizo que la compañía se despertara abruptamente, Mérida saltó de su sitio al ver la escena mientras que Leo se aferró a la canasta de Semira.
Semira comenzó a gritar lo que por alguna razón provocó que el gigantesco león se desesperara y saliera disparado hacia el bosque.
Baltasar se dio cuenta del porqué ningún enemigo había interferido en su camino, el león los estaba protegiendo.
Mérida hizo muchas preguntas que Baltasar tuvo que responder.
El día 10 la compañía tuvo que pasar por un pueblo que tristemente estaba destruido hasta los cimientos, las fuerzas del mal arrasaron con aquella gente. Baltasar se puso en cuclillas y recogió una muñeca maltratada y cubierta de ceniza del suelo, Baltasar quitó un poco de la ceniza de su rostro y la observó, se preguntó que le había ocurrido a su dueña, seguramente nada bueno. Baltasar enterró a la muñeca como símbolo de respeto por las víctimas de ese lugar, continuaron su viaje.
El día 15 finalmente arribaron a su destino, Baltasar pudo sentir la energía de aquel extraño león de vez en cuando cuando se acercaba demasiado, Baltasar se asintió aliviado sabiendo que alguien colaboraba con la seguridad de los pequeños herederos.
Baltasar no perdió el tiempo y después de un solo día de descanso Baltasar comenzó con la construcción de una cabaña no sin antes poner un escudo protector alrededor de esa área, Mérida ayudaba mientras que el pequeño Leo no queriendo quedarse atrás también ayudaba en todo lo que podía. La cabaña estuvo terminada en dos meses, Baltasar era muy eficiente.
La cabaña estaba en la parte más inaccesible, oculta y segura del bosque, cerca de una cueva y no muy lejos del río fluorescente. Los cristales de tag abundaban en esta cueva y en todo el bosque en general lo que hacía innecesario el uso de los amuletos a excepción de cuando requerian salir del bosque lo cual aún no estaba en sus planes, sentir la energía de alguien en este bosque era una tarea imposible.
Los pequeños crecían saludablemente con el pasar de los años, Baltasar comenzó con el entrenamiento de Leo cuando cumplió los 4 años y con Semira a la misma edad. Baltasar no pudo saber mucho acerca de lo que pasaba afuera pero prefería no arriesgarse a salir por el bien de los niños. Aunque no era difícil adivinar.
Baltasar era muy cercano a ambos niños al igual que Mérida, pero Semira era más cercana a Baltasar mientras que Leo era más cercano a Mérida.

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La Leyenda De Semira
FantasyEl Imperio del Sol a caído a manos de su antiguo enemigo, la tierra nuevamente está inundada por la oscuridad y la única esperanza que queda está en las manos de unos jóvenes nobles ¿Quién ganará esta guerra?