Priscila miró a Semira con asombro y preguntó con cautela:
- ¿Cómo te llamas?
Semira dudó un momento pero respondió:
- Me llamo Semira
Priscila quedó sin aliento ante la mención del nombre, entonces ella preguntó casi tartamudeando:
- ¿Princesa Semira?
Semira asintió.
- Entonces todos tienen esos amuletos...
Semira asintió nuevamente.
- ¿Lucharás contra las sombras? - preguntó Priscila asombrada
- Lucharemos - Respondió Semira
Priscila asintió, claramente su ánimo mejoró bastante.
Alguien dio dos golpecitos en la ventana, Ágnes informó:
- Aquí hay una posada, tengo hombres aliados aquí, Priscila estará segura.
- Vaya, tienes hombres en todos lados - Dijo Assa sorprendido.
Ágnes sonrió con picardía.
Una mujer abrió la puerta del carruaje, ella ya estaba informada de la situación así que dijo con una sonrisa amable:
- Ven pequeña, te prepararé una tina y podrás lavar esa bonita cara que tienes.Priscila apretó la mano de Semira con fuerza, esta la acarició en respuesta, Semira le sonrió dándole ánimos a la muchacha, la chica respiró hondo y se fue tras la mujer.
Semira cerró los ojos y soltó un suspiro, lo que se venía sería muy difícil.
Semira asintió, entonces Ágnes dio la orden de avanzar.
Por el camino habían muchos guardias oscuros, demasiados. Pronto la vista del enorme castillo real se dejó ver, Leo miraba el paisaje con nostalgia y algo de tristeza, pero a la vez estaba alegre y ansioso por el próximo encuentro.
Semira no pudo detener un impulso de tocar la mano de Leo, este volvió la mirada sorprendida hacia ella pero enseguida esa mirada se llenó de agradecimiento. Todos notaron este íntimo gesto.
Al llegar a la entrada los guardias detuvieron los carruajes, la compañía se tensó pero mantuvieron la calma, al menos por fuera.
- ¿Qué traes? - Preguntó un guardia
Tom respondió:
- En los carruajes están el entretenimiento del rey, las bailarinas más hermosas y los magos más talentosos han venido para su entretenimiento.
El guardia indicó a sus compañeros que revisaran el cargamento, los guardias de la entrada comenzaron a revisar los carruajes, Baltasar que era el guía del segundo carruaje se tensó, todos rogaban para que no sospecharan de nada, una sospecha era suficiente para una muerte segura.
- Bajen - ordenó uno.
Todos obedecieron y bajaron del carruaje, una vez terminaron de revisar todo Semira y los demás volvieron a subir. El guardia principal asintió y la entrada se abrió, lograron pasar la primera muralla con éxito.
Ya estaba anocheciendo, la música golpeó los oídos de Semira, los tambores, las flautas y demás.
Pronto se detuvieron en las puertas del palacio, todos bajaron, observando con curiosidad a su alrededor.
Gracias a Baltasar quien dibujó un mapa del castillo los hombres tenían un plan concreto. Los hombres vestidos de soldados entre ellos Baltasar y Assa se dirigieron al ala por donde se planea escaparán. Semira, Ágnes, Magnus, Leo y los demás miembros de su escuadrón se dirigieron a la sala del trono, allí estaba la verdadera fiesta, era hora de una buena distracción.
Leo agarró la mano de Semira y susurró en su oído:
- Si algo sale mal solo te pido, por favor no mueras.
Semira apretó la mano de Leo y le susurró:
- Todo saldrá bien
Leo suspiró y asintió.
Cuando llegaron a las puertas de la sala del trono un guardia los detuvo, luego le dijo algo a su compañero, este asintió y abrió un poco la puerta con un papiro en mano y entró, la puerta se volvió a cerrar, la música se detuvo, Semira y su equipo pudieron escuchar:
- ¡Felicidades al supremo rey Dark! - la gente aplaudió frenéticamente
- ¡Desde muy lejos y en honor a nuestro rey, hoy nos visitan las bailarinas más hermosas y talentosas de todos los reinos! ¡y con ellas también los magos más novedosos! ¡con ustedes el grupo Stars!
Los aplausos inundaron la sala del trono. Las puertas se abrieron de par en par, lo primero que vio Semira fue a Dark sentado en el trono mirándola fijamente con sus ojos negros, a su lado no muy lejos de él estaban Leonor y Eszra con un rostro pesado y perdido. Semira se obligó a sonreír y a avanzar con seguridad, sus compañeros siguieron su ejemplo. Leo se obligó a no mirar demasiado a su madre y a su abuela, apenas detenía un impulso de liberar a su león y correr hacia ellas, liberarlas de esta suciedad.
La música sonó con una melodía suave y familiar, Semira se dio cuenta que ella debía cantar.
- Esto no puede estar pasando
Semira respiró hondo y cantó:
- "Si las aguas pudieran cantar cantarían sobre ti, si los montes me dijeran canta cantaría sobre ti, el viento sopla llevándose mi ilusión, mi voz fluye como agua y llega hasta tu corazón"
La gente estaba asombrada por su talento, por la cabeza de Semira pasó un pensamiento:
- Las clases de canto y danza de Mérida darán hoy sus frutos.
Leo que estaba parado en formación con los demás se deleitó con la voz de Semira, Magnus y Ágnes también estaban gratamente sorprendidos.
Pronto la canción terminó y los aplausos no se hicieron esperar, Dark también aplaudía con una sonrisa alegre.
Entonces la música volvió a sonar con renovado vigor, Semira entonces manipuló las mentes de sus compañeras haciendo que sigan todos sus pasos de bailes que pasaban por su cabeza, el resultado fue épico, fue como si hubiesen ensayado por meses. Los golpes y movimientos de caderas de Semira eran impecables e imnóticos, una mezcla entre elegancia, delicadeza y sensualidad. Leonor se acercó a Dark y le susurró:
- Pido permiso para retirarnos.
Dark respondió fríamente sin volcar la cabeza:
- Se quedan aquí
El corazón de Leonor se llenó de ira pero sin tener otra opción obedecieron.
Dark estaba muy complacido, Semira cantaba y bailaba a la vez, poco a poco Semira se acercó al trono, la sonrisa de Dark se hizo más ancha y traviesa.
Semira apenas podía ocultar el odio y repulsión que sentía hacia él.
Semira bailaba muy cerca de Dark captando toda su atención.
Entonces Semira entró en la cabeza de Leonor y dejó un mensaje:
- Vete y llévate a Eszra, el guardia las dejará pasar, vamos a sacarlas de aquí.
Leonor abrió mucho los ojos pero sin preámbulos se alejó con cautela empujando a Eszra hasta el pasillo, tal y como Semira dijo el guardia las dejó pasar, Semira los manipuló.
Leo hacía trucos junto con Magnus, pero ni aún así ese detalle se le escapó de la vista. Tanaj que estaba vestido como una bailarina comenzó a alejarse poco a poco hasta adentrarse entre la multitud, Leo y Magnus siguieron su ejemplo.
Mientras tanto Assa, Baltasar y Tom con sus hombres habían asesinado a los pocos guardias que custodiaban el ala norte, rápidamente se habían adentrado en los pasillos ocupando sus puestos. Pero dentro habían demasiados guardias por lo que se dispusieron a esperar la distracción.
Tanaj que había llegado a un pasillo un poco alejado de la multitud fue detenido por dos guardias:
- No puedes estar aquí, regresa con los demás, ahora.
- Disculpen queridos guardias, es que estoy buscando un baño - Dijo Tanaj fingiendo una voz más delgada, él realmente parecía una mujer.
Leo expulsaba energía concentrada mientras que Magnus la congelaba en el tiempo, como una bomba con cronómetro. Hicieron esto en cada columna del ala sur, los guardias de esa zona también estaban detenidos en el tiempo. El efecto duraría muy poco por lo que Magnus y Leo actuaron rápidamente. Entonces se encontraron con Tanaj y los guardias, Leo los mató en silencio, no había necesidad de sobrecargar más a Magnus, entonces Tanaj copió el poder de Magnus e informó:
- No se preocupen, me he dado cuenta que la protección anti poder en este castillo es una farsa, Dark puso una energía que hace parecer que te debilita pero no es verdad, claro, el nunca se haría vulnerable a sí mismo.
Magnus y Leo se miraron, el chico tenía razón.
- Eso significa que podemos utilizar los portales de Assa - Informó Leo.
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La Leyenda De Semira
FantasiEl Imperio del Sol a caído a manos de su antiguo enemigo, la tierra nuevamente está inundada por la oscuridad y la única esperanza que queda está en las manos de unos jóvenes nobles ¿Quién ganará esta guerra?