III

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Poco después del inccidente, Beelzebub se confiesa.

—Me preguntaste en ese entonces si pasó algo. Y... sí, hay algo que no te he contado aún. Siempre he sido considerado como el 'Dios maldito. Aquel que lleva desgracias a cualquiera que se acercara a él' —comienza Beelzebub a modo de explicación—. Eso es... por la maldición de Satanás que reside en mi alma, él... sale para matar a todo aquel que ame. Pasó con mis amigos, Lucifer, Samael y Azazel, y con Lilith, a quien yo- —sus ojos brillan, y Nikola solo quiere estirar su mano y acariciar su mejilla—. Nikola, podría haberte perdido también. Pero pudiste contra Satanás, algo que yo nunca logré. Y no quiero arrepentirme si alguna vez no...

Los ojos de Beelzebub se clavaron en él, duros y decididos.

—Me gustas mucho, Nikola. Tanto. Y quiero que seas mío.

¿Y qué puede decir Nikola a eso, más que un sí, yes, ja, da, oui?

Hay que reconocer que el principio no comienza con la anécdota más romántica, pero funciona para ellos. Lo fundamental es encontrar una manera para evitar un nuevo ataque sorpresivo de Satanás, o en el peor de los casos, tener algo con lo cual combatirlo. Nikola está orgulloso de sus nuevos anillos, construidos por él y su novio -con ayuda de Göndul, por supuesto- y que tienen la suficiente energía para producir su ataque bautizado como Tesla Strap; uno exclusivo para retener al mismísimo diablo, sin la necesidad de tener que contar obligatoriamente con la presencia de su Valquiria.

Pero a pesar de eso, también hay momentos verdaderamente románticos; roces de manos, intercambios de besos castos, no tan castos, citas en sus tiempos libres. Por un tiempo, eso es suficiente, incluso más de lo que alguna vez Nikola se atrevió a imaginar. Sin embargo, en última instancia, Nikola ha reprimido deseos carnales que solo recientemente han surgido, y Beelzebub es el Demonio de la Gula, el Dios de la Abundancia y la Fertilidad.

Por lo cuál, no les lleva mucho tiempo comenzar a intimar.

Están en el laboratorio de Beelzebub la primera vez que sucede, como se ha hecho tradición en su relación. Hay un documental reproduciéndose en las televisiones de Beelzebub, pero ninguno de los dos le ha prestado mucha atención durante los últimos veinte minutos, demasiado absortos en la compañía del otro.

Comienza con un pequeño beso, presionado en la mejilla de Beelzebub, durante una breve pausa en el vídeo. Nikola simplemente no puede evitarlo, no cuando el hombre sentado a su lado es mucho más interesante que cualquier cosa que se esté reproduciendo actualmente en la pantalla. Y Beelzebub se apresura a corresponder, volviéndose para besarlo en los labios, inmovilizándolo contra la pared y cubriendo su cuerpo por completo con un movimiento suave. Nikola tararea en medio del beso e inclina la cabeza para permitirle a Beelzebub un mejor acceso, su mano se posa suavemente sobre la sotana del demonio para rozar su pecho en una pequeña caricia.

—Nikola —la voz de Beelzebub es áspera, un tono mucho más bajo al que Nikola está acostumbrado, y le provoca escalofríos por la espalda—. ¿Que tan lejos quieres ir?

'Hasta el final', quiere decir Nikola. 'Quiero que me toques, quiero que vayas más allá. Pero, molim, hagas lo que hagas, no te detengas'.

Za znanost! --- beelnikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora