Un nuevo mundo, la historia de un shinobi perdido

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Día nueve. Lo siento Mira-chan, pero esto simplemente no funciona. ¡Odio tanto escribir! Suficiente es suficiente. Le estoy dando esta cosa a Natsu.

Día nueve, fuera.

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Al día siguiente, Naruto recibió un abundante desayuno y luego un ligero trote por la ciudad. Terminó convirtiéndose en un juego de etiqueta después de que Natsu y Happy lograron encontrarlo y todo fue cuesta abajo a partir de ahí. Más de una posición inocente fue derribada por su alegría, su bulliciosa actividad creó suficiente alboroto como para que no pudieran escuchar los viciosos insultos lanzados contra ellos mientras dejaban su rastro de destrucción.

El juego finalmente terminó con Naruto estrangulando a Natsu, Happy graznando descontento entre las piernas de Naruto. "¡Vamos, di tío! Sabes que quieres. Solo ríndete, será fácil".

La cara de Natsu comenzó a ponerse morada pero se mantuvo firme y resistente, gorgoteando incoherentemente. Naruto continuó riéndose hasta que sintió que los aleteos de Natsu disminuyeron, por lo que miró hacia abajo. Al no ver ningún movimiento, soltó el agarre.

"Uh... ¿estás bien allí? ¿Natsu?"

Golpeando la espalda de Naruto con toda su fuerza, Happy comenzó a saltar sobre su camisa, con lágrimas corriendo por sus mejillas. "¡Mataste a Natsu! ¡Por qué, por qué mataste a Natsu! ¡Tuvimos una vida tan plena y feliz juntos!"

Su perorata fue interrumpida cuando las manos de Natsu explotaron en llamas. Naruto rápidamente se encontró en un fuerte control, no muy bien construido pero lo suficientemente rígido como para no poder escapar.

"¡JA! ¡Dices tío! ¡Solo hazlo, sabes que no puedes ganar ahora! ¡Inclínate ante mi genialidad!"

Moviendo su boca debajo de la axila de Natsu, Naruto farfulló por un momento antes de darse por vencido. "¡Está bien, está bien! ¡No puedo soportar más tu axila!"

Soltándolo, Natsu saltó alto en el aire y comenzó a correr en círculos alrededor del rubio mientras se limpiaba la lengua, tratando desesperadamente de deshacerse del sabor. Escupiendo por última vez, Naruto hizo una mueca antes de levantarse. Mientras se sacudía el polvo, Naruto agarró al niño y a su gato cuando volvieron a pasar junto a él. "Entonces, ¿adónde iban ustedes dos? Quiero decir, antes de la etiqueta".

Sus ojos se abrieron cuando recordaron su misión anterior. "¡Oh, sí, es cierto! ¡Nos fuimos a la casa de Lucy! Siempre la visitamos, ¿quieres venir?"

Encogiéndose de hombros, Naruto cedió. "Sí, claro, ¿por qué no? ¿Qué suele hacer ella esta vez?"

Golpeándose la barbilla con un dedo, Natsu miró a Happy. "Bueno... a veces ella está escribiendo cosas, pero sobre todo está en medio de una ducha".

Sonriendo, Naruto puso una mano sobre el hombro de su amigo. "Lidera el camino".

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"¡Ahhh, nada mejor que un baño matutino! ¡Es lo que toda niña en crecimiento necesita! Tal vez debería escribir un poco más mientras tengo la mañana libre..."

Limpiando las últimas gotas de agua, Lucy se envolvió en la toalla y salió a su salón. El vapor salió por la puerta y ella agitó la mano, aclarando su visión. Lo que no esperaba ver era a Natsu y Happy tumbados en su cama, a Gray relajándose en su silla casi desnudo y a Naruto revisando su escritorio. Gray miró hacia arriba y levantó una mano.

"Oye, ¿cómo estuvo la ducha?"

Con los ojos muy abiertos, Lucy lo señaló con incredulidad. "¿QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO AQUÍ?"