Un nuevo mundo, la historia de un shinobi perdido

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N/A: Entonces, debido a que estuve desaparecido durante tantos años, tuve que tomar la parte excedente de esta historia original y eliminarla. No podría incluirlo, de lo contrario arruinaría este capítulo aún más de lo que está. ¡Tiene 15.000 palabras tal como está y aún no está terminado! Que me jodan. Así que sí, una breve introducción solo para explicar por qué hay diferencias en cómo obtienen el mapa que dibuja Charla y demás. De todos modos, por favor lea.

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El clon de Naruto-Erza jaló a su bestia mientras recorría la tierra en busca de esas firmas de energía que había sentido en Louen. Puede que solo haya sido por un momento, pero Naruto habría apostado cualquier cosa a que de alguna manera era uno de sus compañeros de gremio. El problema era que él y L habían viajado un largo camino desde entonces, por lo que las posibilidades de que encontrara algo eran escasas o nulas. Al menos tenía que intentarlo, de lo contrario se patearía furiosamente más adelante.

Esta también fue una oportunidad para intentar realmente entrar en su personaje, ya que ya había cometido algunos errores en su actuación. El más grande hasta ahora fue que un soldado le devolviera el bastón de Erza. Aunque asustó al hombre con un gruñido, vio la sospecha en sus ojos. Ojalá con este poco de tiempo se les olvide el desliz.

Al posarse en la cima de una aguja rocosa, Naruto silenció a su Legión mientras se levantaba y se protegía los ojos del sol. Pasando algo de chakra a través de sus retinas, la vista del rubio convertido en pelirrojo se agudizó exponencialmente y proyectó su visión de horizonte a horizonte. Ya había pasado casi una hora, así que si no veía nada sería hora de regresar y reagruparse. "Vamos, vamos, dame algo..."

Sin embargo, lamentablemente, nada pareció suceder. Eran rocas y polvo y más rocas en todas direcciones. Un viejo camino lleno de baches era la única característica destacada del paisaje, con algunas huellas antiguas que se perdían en la distancia. Suspirando, Naruto dejó caer la mano y se encogió de hombros. Por desafortunado que fuera, en realidad no esperaba nada. Al volver a sentarse en la silla, una repentina ráfaga de viento del desierto le hizo esconder la cara entre sus ropas. Se fue tan rápido como llegó, la única indicación de que alguna vez pasó fue la nueva capa de polvo que ahora estaba adherida a todo.

Gruñendo, Naruto se sacudió lo mejor que pudo y soltó una ráfaga de chakra impulsado por el viento para terminar el trabajo. "Maldita arena, todo debajo de mis pechos y en mi cabello, qué desastre. Enterrarías el Monumento al Hokage en un día... aquí..."

Se acaba de encender una bombilla. Esas huellas en el camino deberían haber desaparecido hace tiempo, incluso después de solo uno o dos días. "¿Donde estaban ellos?"

Mirando a lo lejos, Naruto los vio nuevamente. Fue entonces cuando tomó nota de la dirección. "Eso es hacia la Ciudad Real", se escuchó un suave suspiro.

Rompiendo las riendas con nueva urgencia, la Legión dejó escapar un bramido mientras entraba en acción. Momentos después, Naruto saltó de la espalda de las bestias y aterrizó agachado junto a los surcos. Definitivamente eran huellas de ruedas, pero no había huellas de animales que indicaran que estaban siendo arrastradas. La única otra opción era que estuviera siendo impulsado mágicamente. Esta conclusión fue respaldada por el rocío de rocas y arena de las orugas, lo que indica que la potencia proviene de las propias ruedas en lugar de un remolque. Con la profundidad de las huellas, se especificaba que quienquiera que fuera no podría haber pasado por aquí hace más de unas horas.

Una sonrisa con dientes se extendió por el rostro femenino de Naruto mientras se lanzaba de regreso a su Legión. "¡Averigüemos quién es y consigamos algunas respuestas!"

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Una nube de polvo que se elevaba a lo lejos alertó a Naruto de la presencia de un vehículo. El carro era rápido, pero afortunadamente la Legión parecía ser el rey indiscutible de la velocidad en este mundo. No pasó mucho tiempo antes de que Naruto se acercara y mirara hacia abajo. Tenía la forma de un barco con ventanas en la mayor parte de la parte delantera y los paneles de cristal terminaban donde sobresalían dos enormes silenciadores que arrojaban copiosas cantidades de contaminación al aire. Sonriendo, Naruto no pudo evitarlo y salió de su Legión.