Un nuevo mundo, la historia de un shinobi perdido

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"Estabas radiante anoche."

"¿Eh?"

La respuesta poco inteligente fue el resultado de que Naruto fue tomado completamente desprevenido por la contundente declaración mientras él y Gildarts estaban empacando. Naruto hizo una pausa para mirar al hombre mayor que seguía como si estuviera hablando del clima.

"Sí, brillante. Bastante brillante también, a través de tus sábanas".

Estudiándolo por un momento, el rubio lentamente volvió a empacar, sin estar seguro de hacia dónde iba. "Pensé que estabas dormido. Lamento haberte despertado".

Gildarts se rió entre dientes. "Bien podría haber tenido el sol en el medio de la habitación, parecía tan brillante. Sería difícil dormir a través de él. Aunque... la malicia haría un poco más difícil perderlo de nuevo".

Ambos machos redujeron la velocidad de su embalaje, cada uno mirándose el uno al otro. Aunque no se detuvieron, la tensión en la habitación comenzó a aumentar. Terminando de doblar las sábanas, Naruto las colocó suavemente sobre el colchón y se volvió hacia su pergamino. "¿Lo siento? ¿Qué quieres decir?"

Gildarts guardó su vieja camisa en su bolso de lona y se encogió de hombros. "Oh, solo la sensación de que querías atacarme bastante. Normalmente no tomo muy bien ese tipo de amenazas. Tampoco dormí muy bien después, tengo miedo y me gusta dormir".

Deslizando su pergamino en su nuevo par de pantalones, Naruto lentamente sujetó su insignia de Santos en su pecho y envolvió su protector de frente alrededor de su lugar. "Eso... fue desafortunado. ¿Cuál es tu opinión al respecto?"

Cerrando todo, la bolsa fue arrojada sobre el hombro de Gildart y el hombre se puso de pie en toda su altura, de espaldas a Naruto. "No estoy muy seguro todavía. ¿Tengo algún motivo para preocuparme?"

El rubio frunció levemente el ceño y sacudió la cabeza con mesura. "No, no es así. Puedo explicarte un poco más si lo deseas, pero preferiría hacerlo lejos de la ciudad".

Gildarts se volvió y asintió, por lo demás inexpresivo. "Sí, vamos."

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Los miembros de Fairy Tail estaban uno frente al otro en las afueras de Clover, la vegetación que era tan abundante en esa área los protegía de cualquier espectador. Gildarts parecía relajado, pero la aguda atención en sus ojos contaba una historia diferente. Naruto estaba igualmente relajado, pero su mente estaba a gran velocidad, tratando de asegurarse del resultado más favorable.

Se cuadró y decidió hacerlo de la forma más directa posible. "Muy bien, tienes preguntas. Supongo que después de lo de anoche mereces algunas respuestas, pero recuerda que todavía no puedo compartir todos los detalles. ¿Es justo?"

Gildarts asintió. "Continuar."

Tomándose un momento, Naruto rápidamente decidió cuál es la mejor manera de abordar esto. "Supongo que debería ser lo más directo posible... por mucho que esto no me guste. Esa extraña malicia, no fui exactamente yo".

Gildarts arqueó una ceja. "¿Oh? Parecía que venía de ti."

"Bueno, sí, pero va un poco más profundo que eso. Yo... tengo un demonio sellado en mí. Y tengo acceso a algunas de sus habilidades".

El mago más alto no perdió el ritmo con la revelación. "¿Cuánto control tiene sobre ti?"

"¡Ninguno!" La aguda respuesta no perturbó al mago en lo más mínimo. "¿Eres un peligro para alguien a tu alrededor?"

Las preguntas indiscretas sobre un aspecto muy personal de la vida de Naruto rápidamente agitaron al rubio y respondió como tal. "¿Qué diablos piensas? ¡Por supuesto que no!"