Volumen n°1
Male Reader x Male characters
"Cada uno se destruye a su manera"
╰┈➤ ... ¡!
(Ninguno de los one-shots son propiedad mia, sino de los autores de la comunidad angloparlante de tumblr y voy a poner creditos en el principio de cada one-shot...
SUMMARY : El lector se adapta a su reciente traslado al instituto Woodboro. Durante toda la semana oye hablar de un tal 'el culo-burbuja Billy', pero ¿qué pasa cuando se cruzan?
Pedido: Tobi_308
Plataforma : Tumblr
Fandom : Scream 1
(Lamento la demora, tengo que ir al hospital repetidamente para hacerme examenes de salud y mis tareas de la prepa...)
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El traslado a un nuevo centro de estudios en mitad de los exámenes no fue nada fácil. A los dos meses de empezar el primer semestre, los estudiantes ya habían formado sus grupos de amigos y los profesores habían perfeccionado la distribución de los asientos. Tu primer día en el instituto Woodsboro parecía un largo juego de ponerse al día.
Tardaste un tiempo vergonzoso en encontrar la oficina principal para conseguir tu horario, donde te dijeron que fueras a la oficina del consejero para elegir tus asignaturas optativas. Por suerte, habías pasado por delante de la oficina del orientador, así que no tardaste nada en llegar.
Sentado detrás de un escritorio gris, un ayudante de oficina rebusca frenéticamente entre el papeleo como si estuviera buscando algo en concreto. Sus movimientos se detienen en cuanto te acercas, golpeando el borde con los nudillos. El asistente te saluda con cautela, preguntándote si necesitas algo.
Cuando le explicas para qué has venido, insiste en que tomes asiento y te informa de que el consejero con el que vas a hablar está ocupado con otro alumno. Haces caso de su sugerencia y te quedas mirando la puerta con el nombre del consejero. Un momento después, la puerta se abre y aparece un moreno bastante atractivo con el ceño fruncido, impropio de su atractivo rostro.
Detrás de él había un hombre mayor, que supusiste que era tu consejero. Las botas del moreno pisotean la vieja alfombra mientras sale rápidamente. ¿A qué se dedicaba? El hombre mayor te hace un gesto para que entres, y tú lo haces. En tu breve interacción con él, quedó claro que no quería saber nada de ti.
La mayor parte del tiempo, te mantuviste callado, pero cualquier sugerencia era desestimada y atribuida a un "problema de agenda", a pesar de que él no hacía ningún esfuerzo por resolverlo. Aunque toda la experiencia había sido una lucha innecesaria, te sentiste más que aliviado al salir de su despacho.
No es de extrañar que el tipo de antes saliera furioso. Por suerte para ti, no todo el mundo era tan poco servicial como el consejero, así que tu horario fue impreso allí mismo por un asistente estudiantil. Aprovechando que los pasillos están vacíos, te aventuras a familiarizarte con la gran escuela.
Supones que puedes matar el tiempo buscando tu casillero para evitar la experiencia universalmente incómoda de entrar a un salón de clases y que todos te miren. Además, ¿quién sancionaría a un alumno nuevo por llegar tarde a clase? Cuando te aburres de explorar, te diriges a clase.
Un suave parloteo sale de las aulas, llenando el silencioso espacio a tu paso. Al detenerse frente a su destino, mira el papel que tiene en la mano y comprueba que se trata de la clase correcta. Para tu consternación, lo era. Extiendes la mano, coges el pomo de la puerta y reprimes un escalofrío ante el frío metal.
El profesor que había estado escribiendo en la pizarra se detiene a mitad de la frase y se vuelve hacia ti. Deja el trozo de tiza blanca y pregunta: "¿Y usted quién es?". "(Nombre), soy nuevo". Asienten, dándose una palmada dramática en la frente. "Ah, cierto, nuestro nuevo alumno. Bueno, ¿por qué no te adelantas y tomas asiento?". La suerte quiso que el único asiento libre estuviera al fondo de la sala.
Atraviesas las filas de pupitres con paso ligero. Dejas la mochila en el suelo y te acomodas en tu asiento, observando por fin el aula. A tu alrededor, varias filas de alumnos garabatean en sus cuadernos. El profesor sigue escribiendo con tiza, con la mitad inferior de su cuerpo oculta por un podio.
En un rincón de la sala, ves un gran escritorio -el del profesor- con una pila ordenada de papeles. Luego está el moreno sentado a tu lado. Se acaricia la mejilla con la mano mientras dirige la mirada a la ventana, o mejor dicho, a lo que hay más allá del cristal. Todo lo que veías era un campo de hierba con hojas rojas dispersas que habían caído del árbol cercano, pero ni una sola vez había centrado su atención en otra parte durante toda la clase.
A lo largo de la semana, has oído a las chicas hablar de alguien a quien se refieren como " el culo- burbuja Billy". Al principio, pensaste que habías oído mal, apenas procesaste las palabras cuando te cruzaste con un par de chicas que murmuraban en el pasillo. Luego, te diste cuenta de que había grupos de chicas que hablaban abiertamente de Billy y de su culo cuando pensaban que no había nadie cerca para oírlas.
No eran más que habladurías y chismes de chicas, pero no podías evitar preguntarte de quién hablaban exactamente. ¿Cuántos chicos llamados Billy van a esta escuela? ¿Y cómo consiguió su apodo, aparte de la respuesta obvia? ¿Quién lo inventó? ¿Conocía él el apodo? Y si lo sabía, ¿le molestaba? ¿Se sintió halagado?
"Ah, ¿y (Nombre)?" Levantas la vista en la dirección de la voz, tus ojos se posan en el escritorio del profesor. "Puedes trabajar con Billy". Asientes, confuso. "Oh, eh, ¿Billy culo de burbuja? Es algo que he oído decir a algunas chicas. Aunque no sé si eres tú o algo así". Parece sorprendido por eso y se queda quieto unos instantes, parpadeando sucesivamente.
Le pasas la mano por la cara un par de veces para intentar que se despierte. " Amigo, ¿estás bien?" Tarda un segundo en procesar todo aquello y responder a tu preocupación. "Sí, supongo que no me lo esperaba". Se cruza de brazos, mirando al techo y claramente aún pensando en su "nuevo" título.
Por mucho que te gustaría consolarlo o algo así, prefieres ir al grano. "¿Podemos empezar ya con el proyecto?". Billy vuelve a mirarte con un ligero aturdimiento en los ojos. Asiente disculpándose. "Claro". La siguiente media hora de clase transcurre sin sobresaltos. Tú y él avanzan bastante en la tarea e incluso fijan una hora y un día para terminarla.
¿Quién sabe? Puede que salgas de esta con un amigo. Mientras recoges tus cosas para prepararte para ir a tu próxima clase, Billy ya se ha unido a unos cuantos alumnos que están de pie delante de la puerta del aula, esperando impacientemente a que suene el timbre. Mirando su trasero, definitivamente puedes ver por qué se quedó con el apodo.
