Affliction - Cara

Ocho

Elizabeth me dirige hacia la entrada del complejo junto a Cedric y el resto del equipo. 

Él charla sin parar con una de mis maquillistas, sin embargo, Elizabeth permanece en silencio, caminando a mi lado.

Cedric me hace reír, pero siento algo de tensión en el ambiente, Elizabeth dejó en claro en aquella llamada que no le hace gracia que me envíen a recorrer todo Nebulous. Y tampoco parece encantada con que hable con Cedric.

- ¿Cómo se conocen ustedes? – les pregunto abiertamente para obtener comentarios de ambos.

Cedric abandona su conversación y me mira.

- Ambos se dirigen por sus nombres y no por el perfil, supuse que ustedes... dejo la frase inacabada, al ver sus reacciones y recordar las palabras de Elizabeth ("embaucador y capcioso"), no puedo dejar de lado el hecho de que parecen estar molestos uno con el otro.

- Cedric es la segunda mano del embajador. – me informa Elizabeth sin levantar la mirada y apretando los puños. Aquí es imposible que alguien no lo conozca.

- Entiendo. - comento sin estar segura de que sea tan simple. Ambos hablan como si se conocieran. Cómo si compartieran una historia, y no muy agradable.

- El embajador Zars bajará en cualquier momento. - Comenta Cedric desviando el tema. - gracias por haber acompañado hasta la entrada a la señorita Corson, pero por ahora yo me encargaré de todo. – dirigiéndose a Elizabeth

Tanto ella como el equipo de esteticistas desaparecen del vestíbulo, dejando al menos unos minutos para poder preguntarle a Cedric sobre el puesto como embajador que su familia le había prometido, y si tener un puesto menor tenga que ver con el hecho de que los puestos altos son cada vez más controlados.

- Cedric... - Estaba a punto de soltar mis preguntas cuando de pronto una pulsada en mi corazón estalló al ver una sombra bastante conocida. Era imposible que él estuviese allí.

Me quedo perpleja unos instantes. Noto a lo lejos como él acomoda las copas y me mira por unos instantes.

- Thomas Brodie, el empleado del mes en uno de los mejores restaurantes de Moorland. -interrumpe Astor. - Ha sido tan constante su recomendación por parte de directivos que no pude resistir la idea de contratarlo, después de todo hay que impulsar el talento de nuestros ciudadanos. - Comenta dirigiéndose hacia la limosina, con un tono mordaz.

Cedric me observa y disimula inspeccionar mi maquillaje. – solo lo hace para molestarte, no dejes que perciba que lo ha logrado.

Asiento con la cabeza sin decir nada e ingreso a la limosina junto a Cedric con una ligera melancolía.

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En la limosina, Astor habla sobre el evento mientras que Tom se recuesta en su asiento, y a medio camino se apaga la conversación, sintiéndome agradecida por que el viaje sea corto, porque tengo un nudo en el estómago.

La estación de tren de Moorland es pequeña y sencilla. Cedric franquea las puertas de entrada que dan a un vagón lleno de glamur y una silla terciopelada en la que me obligan a sentarme.

Detrás de nosotros empieza a entrar mi equipo, junto a mis vestidos, maquillaje y carritos, abordando el vagón casi en su totalidad.

Una mujer vestida con un elegante traje aparece por el pasillo e intercambia unos breves comentarios con Cedric. Veo como él asiente y señala al grupo. Un instante después, ella se acerca y me hace señas para que la siga. Camino a su lado. Detrás de nosotras, escucho a Cedric dando instrucciones al resto del grupo para que conformen una fila ordenada.