Un Tesoro de Cartas - Lawlu

12: La invitación de un salvador 2/2

Kidd arruga otro papel y lo tira en la pequeña papelera que hay al otro lado de su habitación. Ha estado intentando esbozar otro diseño para ese nuevo brazo mecánico que ha estado discutiendo con Killer, pero su mente no deja de salirse por la tangente por culpa de esa tontería que le ha estado molestando desde que terminó la guerra.

Al fin y al cabo, antes de la guerra se dijo a sí mismo que si sobrevivía a la catástrofe provocada por ese acontecimiento, le contaría por fin a Killer todas esas cosas que había estado reprimiendo durante tanto tiempo. Sin embargo, ya han pasado dos meses y aún no ha encontrado la manera perfecta de profesar adecuadamente sus sentimientos por su propio mejor amigo.

No es que se esté acobardando. Definitivamente no lo está. Simplemente hay muchas cosas en juego cuando quieres confesarte a la persona que ha estado contigo la mayor parte de tu puta vida, ¿vale? Pero Eustass Kidd está lejos de ser un maldito cobarde, muchas gracias.

"¿Kidd? Tienes una carta", dice Killer antes de abrir la puerta de la habitación de Kidd, y el pelirrojo trata inmediatamente de ordenar su escritorio aun sabiendo que su mejor amigo ya está acostumbrado a su desorden. Killer sólo se ríe al verlo una vez que entra en la habitación antes de entregarle la carta a Kidd.

El rostro del pelirrojo se agria de inmediato una vez que ve la marca conjunta de esos dos idiotas en la parte posterior del sobre. ¿De verdad pensaban que combinar sus dos jolly rogers era un buen diseño y una buena idea? Estar en una alianza es una cosa. Estar juntos como los dos idiotas enamorados que realmente son es otra cosa que Kidd tiene que soportar durante la guerra.

¿Pero esto? Es otra historia cuando empiezan a combinar sus jolly rogers como si planearan tener algo más que ser sólo amantes temporales.

"Están combinando sus malditos jolly rogers". ¿Qué? ¿Se van a casar o algo?" Kidd murmura y Killer sólo se ríe de eso. "¿Quién sabe? Son buenos el uno para el otro por lo que he visto", responde su mejor amigo a lo que Kidd sólo pone los ojos en blanco. No entiende cómo esos dos pueden confiar el uno en el otro de esa manera cuando sólo se conocen desde hace unos pocos años. Las traiciones ocurren. Siempre ocurren.

Y sólo hay una persona en este mundo, piensa Kidd, que nunca jamás le dará la espalda aunque el universo entero vaya en su contra.

Exhalando un suspiro, el pelirrojo rasga por fin el sobre y saca un extraño papel perfumado de color marrón de alta calidad cuidadosamente doblado para que quepa dentro del sobre. Kidd despliega finalmente el papel y ve un cartel de se busca, pero no es el habitual cartel de se busca que el gobierno anterior desplegaba para los piratas y otros criminales como ellos.

Porque debajo del enorme cartel de "SE BUSCA" están las fotos de Sombrero de Paja y Trafalgar, el primero con su habitual sonrisa y el segundo con su habitual mueca de fastidio. Debajo de sus fotos hay algunas de las palabras más exasperantes y estremecedoras que Kidd ha leído en toda su vida.

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El pelirrojo empieza a leer esas líneas una y otra vez, intentando pensar en qué pasó durante la guerra para joder tanto la cabeza de esos dos idiotas, hasta que poco a poco se va dando cuenta. Debajo de la descripción de esos crímenes atroces y deleznables hay gráficos de dos jarras de cerveza extrañamente rodeadas de girasoles, de todas las putas cosas. Kidd siente que se le cae la mandíbula y que los ojos casi se le desorbitan ante el conjunto de palabras escritas encima de los gráficos.

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