In The Shadows | Hajime Kashimo (LIBRO 1)

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Nebraska (Estados Unidos)

• Alice •

La tarde del día de hoy se veía muy agradable. El clima en la ciudad cambiaba seguido, pero con el tiempo comencé a acostumbrarme.

Por fin era viernes, mi semana de clases había terminado.

Salí de la Universidad y tomé el autobús, 20 minutos después llegué a mi parada y bajé, mientras caminaba de regreso a casa miraba de vez en cuando el cielo: extrañaba el clima de mi país.

Desde que dejé Reino Unido para venir a estudiar sabía que habría un punto en el cual comenzaría a extrañar mi antigua vida.

Tampoco quería dejar mi sueño de lado. Todo el tiempo les dije a mis padres que quería estudiar Artes y me decían que buscara algo que me asegurara el éxito.

En ese entonces, tanta fue su desaprobación que se negaron en pagarme la carrera. Tuve que esforzarme mucho para conseguir una beca completa y es así como vine a dar al otro lado del mundo.

Cuándo les dije lo de la beca creí que se alegrarían por mí, pero lo tomaron muy mal, pensaron que lo estaba haciendo con tal de llevarles la contraria.

No sirvió de mucho explicarles, no querían a una fracasada en su familia y perdí contacto con mis padres desde que entré a la Universidad.

Por eso, desde que llegué a Nebraska, lo único que he hecho es estar estudiando y esforzándome por conseguir las mejores notas. Quería terminar mi carrera y hacer de mi trabajo algo conocido.

Mi sueño es lograr que mis pinturas estén en las más importantes galerías de arte en todo el mundo y demostrarle a mis padres que lo logré, que su hija "fracasada" cumplió el sueño que tanto anhelaba: el éxito a través de algo que le apasiona.

Después de lograrlo iría a buscarlos para tener su aprobación, en el fondo de mi corazón lo más importante para mí era que ellos se sintieran orgullosos de mí.

Llegué a mi casa y saqué la llave para poder abrir, al entrar miré a mi alrededor para ver si hacía falta asear la casa. Lo bueno es que aún se veía ordenada y me dio tiempo de prepararme algo de comer.

Tenía casi 3 horas libres antes de irme a mi trabajo. Trabajaba de mesera en una cafetería que me quedaba a 7 cuadras de mi casa. La paga era suficiente para cubrir mis gastos extra y solo trabajaba de jueves a domingo en horario de 6 pm a 11 pm.

Terminé de comer y de cambiarme para ir a mi trabajo. Salí de casa y caminé por la acera, el vecindario usualmente era tranquillo, incluso algunas veces acostumbraba a regresarme a pie cuando salía de mi trabajo.

—¡Hola, Alice! —saludó Max, mi compañero de trabajo—. Llegas puntual como siempre —sonrió muy alegre. Algo bastante común viniendo de él.

—Igual que tú —entré y caminé a la parte trasera de la cafetería para ponerme mi uniforme. Minutos después salí ya lista y me acerqué a la barra—. ¿Todavía no llega Amelia? —le pregunté a Max, quien estaba limpiando la barra.

—La puntualidad no es lo suyo —contestó risueño—, no creo que tarde, lleva varios retardos, a ese paso el jefe le va a descontar —asentí ante su respuesta, pues estaba tardando más de lo debido.

Fui a la entrada a cambiar el letrero de "cerrado" a "abierto". La cafetería era un lugar muy visitado a pesar de abrir pocos días y con un horario tarde.

Caminé de regreso a la barra y me senté en un banco, en lo que esperábamos a algún cliente entrar.

Amelia apareció por la puerta principal, venía agitada, como si acabara de correr.

—Se me hizo tarde —nos mencionó a Max y a mí, se le escuchaba agitada—. ¿El señor Moore ya llegó? —preguntó preocupada.

—Para tu suerte no —respondió Max—, me pidió que abriera 10 minutos antes y va a regresar hasta que cerremos.

Amelia suspiró aliviada mientras se recargaba en la barra.

—¡Es un alivio! —dijo ella con la respiración más serena. Con tantos retardos es entendible su preocupación.

—Sí, pero ve a ponerte tu uniforme porque los clientes están comenzando a llegar —le contestó Max. Ambas volteamos hacia la puerta para ver a 4 personas entrar.

—Ya voy —Amelia pasó por mi lado con el fin de ir a la parte trasera a cambiarse.

Tomé la libreta y el bolígrafo de la barra. Me levanté del banco y caminé hacia la mesa con clientes para tomarles su pedido.